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Adicción

Consumo de alcohol en menores de edad y adolescentes

Es normal que los padres se preocupen porque sus hijos consuman alcohol. Pero hay maneras de ayudar a su hijo adolescente a lidiar con las presiones para beber y tomar mejores decisiones.

Los peligros del consumo de alcohol en menores de edad

Si descubrió que su hijo o adolescente consume alcohol, es normal sentirse molesto, enojado y preocupado. El consumo de alcohol en menores de edad puede tener consecuencias graves que posiblemente aparezcan hasta después en la vida de su hijo. Consumir alcohol a una edad temprana puede afectar el desarrollo del cerebro de un adolescente, alterar sus patrones de sueño, retrasar la pubertad, dificultar que se concentre en la escuela e incluso aumentar su riesgo de enfermedades del hígado y del corazón, presión arterial alta y ciertos tipos de cáncer.

Además, existen consecuencias emocionales y del comportamiento del consumo de alcohol en menores de edad. El consumo de alcohol puede afectar el estado de ánimo y la personalidad de un adolescente; provocar depresión, ansiedad o pensamientos suicidas; y ocasionar un aumento en comportamientos de riesgo como conducir bajo los efectos del alcohol, tener relaciones sexuales sin protección, pelear, robar o faltar a la escuela.

Los niños y adolescentes tienen más probabilidades de tener un consumo compulsivo de alcohol y son más vulnerables a desarrollar un problema con el alcohol que los adultos. Los expertos creen que es posible que esto se deba a que el centro de placer del cerebro de un adolescente madura antes que su capacidad para tomar decisiones acertadas. En otras palabras, pueden experimentar el placer del alcohol antes de que puedan tomar decisiones acertadas sobre cuándo y cuánto beber. Esto puede ocasionar que hagan cosas que sean vergonzosas, en el mejor de los casos, o que pongan en peligro su vida o la de otros, en el peor de los casos.

Aunque criar a un adolescente raramente es fácil, es importante recordar que aún puede tener un gran impacto en las decisiones que toma su hijo, en especial durante la preadolescencia y en los primeros años de la adolescencia. Con esta orientación, puede encontrar la mejor forma para hablar con su hijo sobre el alcohol, abordar cualquier problema subyacente y ayudarle a tomar decisiones más inteligentes en el futuro.

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Por qué los niños y adolescentes beben

Los años de la adolescencia pueden ser un momento de mucha conmoción. Los cambios físicos y hormonales pueden crear altibajos emocionales conforme los niños luchan por hacer valer su independencia y establecer su propia identidad. Según las estadísticas del gobierno de Estados Unidos, para los 15 años, aproximadamente el 30 % de los niños han tomado al menos una bebida y, para los 18 años, esa cifra aumenta a aproximadamente un 60 %. Se reportan patrones similares en otros países.

Aunque muchos adolescentes probarán el alcohol al menos en algún momento por curiosidad o como un acto de rebeldía o desacato, no existe un motivo único por el cual algunos deciden beber. Sin embargo, cuanto más entienda los posibles motivos del consumo de alcohol en menores de edad, más fácil será hablar con su hijo sobre los peligros e identificar cualquier señal de alarma en su comportamiento.

Algunos motivos por los cuales beben los adolescentes incluyen:

Presión social. Este es uno de los motivos más comunes del consumo de alcohol en menores de edad. Conforme los niños se convierten en adolescentes, los amigos ejercen cada vez más influencia sobre las decisiones que toman. Desesperados por integrarse y ser aceptados, los niños tienen más probabilidades de beber cuando sus amigos beben. Si el consumo de alcohol de su hijo coincide con un cambio repentino de grupo de amigos, es posible que sus amigos nuevos fomenten este comportamiento negativo.

Factores ambientales. Las películas y los programas de televisión pueden hacer que parezca que todos los adolescentes independientes y «geniales» beben. La publicidad del alcohol también se enfoca en las experiencias positivas del alcohol, vendiendo sus marcas como elecciones de un estilo de vida atractivo. Las redes sociales, en particular, pueden hacer que su hijo sienta que está perdiéndose de algo por no beber o hacer que se sienta insuficiente en su vida. Puede ayudar explicando cómo las redes sociales presentan una perspectiva distorsionada en lugar de la realidad de la vida de los demás, lo que incluye el consumo de alcohol.

Para afrontar un problema subyacente. La adolescencia es difícil y los niños pueden recurrir al alcohol en un intento erróneo por afrontar problemas como el estrés, el aburrimiento, la presión del trabajo escolar, no integrarse, los problemas en casa o problemas de salud mental, como ansiedad, trauma de la infancia, TDAH (ADHD, por sus siglas en inglés) o depresión. Debido a que el alcohol es un depresivo, usarlo para automedicarse solo empeorará los problemas. Si su hijo habitualmente bebe solo o bebe durante el día, podría significar que está teniendo dificultades para afrontar un problema subyacente grave.

Para parecer mayores o más independientes. Con frecuencia, los adolescentes quieren demostrar que ya no son niños. Por lo tanto, si beber es solo para adultos, es lo que harán. Es posible que también intenten copiar sus propios hábitos de consumo de alcohol para establecer su madurez. Recuerde que, como padre, es mucho más probable que su hijo imite sus acciones en lugar de escuchar sus palabras. No importa cuánto hable sobre los peligros del consumo de alcohol en menores de edad, si bebe algo para relajarse después de un día estresante, es posible que su hijo esté tentado a seguir su ejemplo. Si está preocupado por el consumo de alcohol de su hijo, es posible que también deba hacer cambios en sus propios hábitos de consumo de alcohol.

Les faltan límites parentales. Independientemente de qué tan alto o maduro parezca su hijo adolescente, necesita límites, disciplina y estructura más que nunca. Aunque sus reglas no serán las mismas o tan estrictas como cuando era más joven, no tener ningún límite puede ser confuso y abrumador para un adolescente. Si bien puede esperar que un adolescente desafíe cualquier límite, sea claro sobre lo que se considera un comportamiento aceptable e inaceptable, y qué consecuencias hay si se rompen las reglas.

Cómo hablar con su hijo adolescente sobre el alcohol

Como bien saben la mayoría de los padres, hablar con un adolescente rara vez es fácil. Es fácil sentirse desanimado cuando sus intentos para comunicarse son recibidos con gestos desagradables, quejas incoherentes o portazos. O es posible que se sienta desesperado con la ira o indiferencia implacable que muestra su adolescente hacia usted. Pero encontrar una manera de hablar con su hijo sobre el alcohol es fundamental, ya sea que esté intentando evitar que beba en sí o limitar cualquier consumo de alcohol existente.

Mientras más temprano consuma alcohol su adolescente, más probabilidades tendrá de experimentar problemas después en la vida, por lo tanto, nunca es demasiado temprano para iniciar la conversación. Las siguientes estrategias pueden ayudarle a abrir las líneas de comunicación con un adolescente sin generar más conflicto:

Elija el momento adecuado. Intentar hablar con un adolescente sobre el alcohol cuando está viendo su programa favorito, mandándose mensajes con sus amigos o en medio de una fuerte discusión con usted sobre otro asunto no será productivo. Elija un momento cuando su adolescente no haya estado bebiendo, que ambos estén tranquilos y concentrados, y apague su celular para evitar distracciones.

Encuentre un punto en común. Iniciar una conversación sobre el alcohol de la nada puede ser una manera rápida de ocasionar una pelea desagradable. Una mejor táctica es encontrar puntos en común, como deportes o películas. Una vez que pueda conversar en paz sobre un punto en común, es posible que sea más fácil que su hijo adolescente hable sobre el problema más sensible del consumo de alcohol.

Haga que sea una conversación, en lugar de un sermón. Permita que su hijo adolescente hable y se abra sobre sus pensamientos y opiniones, e intente escucharlo sin criticar, desaprobar o juzgar. Quiere sentirse escuchado y comprendido, entonces, incluso si no le gusta o no está de acuerdo con lo que está diciendo, es importante abstenerse de culparlo o criticarlo.

Hable sobre los motivos para no beber. Los adolescentes con frecuencia se sienten invencibles, que nada malo les pasará, entonces, darles un sermón sobre los peligros para la salud a largo plazo del consumo de alcohol en menores de edad posiblemente no los disuadirá de consumir alcohol. En cambio, hable con su adolescente sobre los efectos que el alcohol puede tener sobre su apariencia, mal aliento, mal cutis y aumento de peso por tantas calorías y carbohidratos vacíos. También puede hablar sobre cómo el alcohol hace que las personas hagan cosas vergonzosas, como orinarse encima o vomitar.

Enfatice el mensaje sobre beber y conducir. Si su adolescente va a una fiesta y decide beber, es un error que puede corregirse. Si bebe y conduce, o se sube a un vehículo que otra persona que ha estado bebiendo conduce, ese error podría ser letal, para él o alguien más. Asegúrese de que siempre tenga un medio alternativo para volver a casa, ya sea un taxi, servicio de viaje compartido o llamarle a usted para que lo recoja.

Haga que la conversación sea continua. Hablar con su adolescente sobre el alcohol no es una tarea única que debe tachar de su lista de pendientes, sino una conversación continua. Las cosas pueden cambiar rápidamente en la vida de un adolescente, por lo tanto, siga haciendo tiempo para hablar sobre lo que le está pasando, haciendo preguntas y siendo un buen ejemplo a seguir de un consumo responsable de alcohol.

Planifique maneras para ayudar a su hijo a manejar la presión social

Como adolescente, es probable que su hijo se encuentre en situaciones sociales en las que se le ofrezca alcohol, en fiestas o en casas de amigos, por ejemplo. Cuando todos sus amigos estén bebiendo, puede ser difícil para cualquiera decir no. Aunque integrarse y ser aceptados socialmente es muy importante para los adolescentes, aún puede ayudarle a encontrar formas para rechazar el alcohol sin sentirse excluido.

Tener estrategias planificadas previamente puede ayudar a su hijo a manejar mejor la presión social y resistirse a la necesidad de beber.

  • Dele motivos que pueda usar para explicar por qué no beberá, como: no me gusta beber, tengo tarea que necesito terminar, tengo que levantarme temprano para un partido, mis padres me recogerán o me castigarán si me descubren bebiendo de nuevo.
  • Enséñele que solo debe aceptar una bebida cuando sepa exactamente qué contiene.
  • Asegúrese de que tenga una estrategia de salida si se siente incómodo en una situación en la que las personas estén bebiendo alcohol. Podría ser una señal con un amigo, una excusa preparada que tenga para irse o un mensaje de texto que le envíe a usted.
  • Aliéntelo a tener planes alternativos, como ir al cine o ver un partido, para que esté menos tentado a pasar la noche en un entorno donde se consuma alcohol.

Cómo ayudar a un adolescente que ya bebe

Por más inquietante que sea descubrir que su hijo o adolescente bebe, es importante recordar que muchos adolescentes prueban el alcohol en algún momento, pero eso no significa que automáticamente tengan un problema de abuso de alcohol. Su objetivo debe ser disuadirlo de continuar bebiendo y fomentar una mejor toma de decisiones en el futuro.

Es importante que mantenga la calma al confrontar a su hijo y que solo lo haga cuando todos estén sobrios. Explique sus preocupaciones y exprese claramente que sus miedos provienen de un sentimiento de amor. Su hijo necesita sentir que lo apoya y que puede confiar en usted.

Conozca a los amigos de su adolescente y a sus padres. Si sus amigos beben, es más probable que su hijo también lo haga, por lo que es importante saber a dónde va su hijo y con quién pasa el tiempo. Conocer a sus amigos puede ayudarle a identificar y desalentar influencias negativas. Y, al trabajar con los padres de sus amigos, puede compartir la responsabilidad de la supervisión de su comportamiento. De manera similar, si su adolescente pasa demasiado tiempo solo, es posible que sea una señal de alarma de que está teniendo dificultades para integrarse.

Supervise la actividad de su adolescente. Guarde todo el alcohol en su casa bajo llave y busque habitualmente posibles lugares para esconder alcohol que su hijo pueda tener, como debajo de su cama, entre la ropa en un cajón o en una mochila. Explíquele a su hijo que esta falta de privacidad es una consecuencia de haber sido atrapado consumiendo alcohol.

Hable con su adolescente sobre los problemas subyacentes. Los niños se enfrentan a mucho estrés durante la adolescencia. Muchos recurren al alcohol para aliviar el estrés, afrontar las presiones de la escuela; lidiar con grandes cambios de vida, como una mudanza o un divorcio; o automedicarse por un problema de salud mental, como ansiedad o depresión. Hable con su hijo sobre lo que está pasando en su vida y cualquier problema que pudo haber ocasionado su consumo de alcohol.

Establezca reglas y consecuencias. Recuérdele a su adolescente que el consumo de alcohol en menores es ilegal y que pueden arrestarlo. Su adolescente también debe entender que consumir alcohol tiene consecuencias específicas. Establezcan reglas y castigos con anticipación, y cúmplanlos. No haga amenazas vacías ni establezca reglas que no puede cumplir. Asegúrese de que su cónyuge esté de acuerdo con las reglas y también esté listo para hacerlas cumplir.

Fomente otros intereses y actividades sociales. Algunos niños beben solos o con amigos por aburrimiento, otros beben para aumentar su seguridad, en especial en situaciones sociales. Puede ayudar al proponer a su hijo adolescente pasatiempos y actividades saludables, como deportes en equipo, los scouts y clubes extraescolares. Fomentar intereses y actividades saludables puede ayudar a aumentar su autoestima y resiliencia, cualidades que hacen que los adolescentes tengan menos probabilidades de desarrollar problemas con el alcohol.

[Lea: Cómo seguir siendo sociable cuando se deja de beber]

Consiga ayuda externa. No tiene que abordar este problema solo. Los adolescentes suelen rebelarse contra sus padres, pero si escuchan la misma información de una figura de autoridad diferente, pueden estar más dispuestos a escuchar. Intente buscar ayuda de un entrenador deportivo, médico familiar, terapeuta o consejero.

Si su adolescente tiene un trastorno por consumo de alcohol

Encontró botellas de alcohol escondidas en la habitación de su hijo y habitualmente huele alcohol en su aliento. Observó una disminución repentina en su trabajo escolar, cambios repentinos en su comportamiento y una pérdida de interés en sus pasatiempos e intereses anteriores. Notar estas señales pueden indicar que su hijo esté abusando del alcohol.

Presenciar que su hijo tiene un problema con la bebida (también conocido como «trastorno por consumo de alcohol») puede ser tan desgarradoramente doloroso como frustrante. Es posible que su adolescente pueda estarse quedando atrás en la escuela, alterando la vida familiar e incluso robando dinero para financiar su hábito o metiéndose en problemas legales. Pero no está solo en su lucha. Los problemas con la bebida afectan a familias de todo el mundo con diferentes antecedentes.

Aunque usted no puede hacer el trabajo arduo de superar un problema con la bebida por su hijo, su paciencia, amor y apoyo pueden jugar un papel crucial en su recuperación a largo plazo. Para más información, consulte Cómo ayudar a alguien con un problema con la bebida.

Consumo compulsivo del alcohol e intoxicación por alcohol

El consumo compulsivo del alcohol se define como beber tanto en un periodo breve de tiempo (aproximadamente dos horas) que su nivel de alcohol en la sangre alcanza el límite legal de intoxicación. Para niños y adolescentes, por lo general eso significa tomar tres o más bebidas de un tirón. Las personas jóvenes que tienen un consumo compulsivo de alcohol tienen más probabilidades de faltar a la escuela, atrasarse con su trabajo de la escuela, dañar la propiedad, tener lesiones o convertirse en víctimas de violencia.

Los cuerpos de los adolescentes son menos capaces de procesar el alcohol, por lo que tienden a ponerse ebrios más rápido y mantenerse ebrios durante más tiempo que las personas mayores. Y, debido a que las personas menores de edad que beben aún no conocen sus límites con el alcohol, tienen mucho mayor riesgo de beber más de lo que sus cuerpos pueden soportar, dando lugar a una sobredosis de alcohol o intoxicación etílica al tener un consumo compulsivo de alcohol. Mezclar bebidas, tomar shots, participar en juegos con bebidas y la impulsividad natural de los adolescentes puede contribuir a un consumo compulsivo de alcohol y aumentar el riesgo de una intoxicación etílica en una persona joven.

[Lea: Consumo compulsivo del alcohol: efectos, causas y ayuda]

La intoxicación etílica puede ocasionar vómitos, confusión, un deterioro del juicio, respiración lenta o irregular, una pérdida de conciencia, una caída en la temperatura corporal y el nivel de azúcar en la sangre, e incluso convulsiones o la muerte.

Qué hacer si su hijo tiene una intoxicación etílica

Puede ser muy angustiante como padre presenciar los efectos del consumo compulsivo de alcohol de su adolescente. Si su adolescente está inconsciente o semiconsciente, su respiración es lenta, su piel está fría y húmeda, y hay un fuerte olor a alcohol, es posible que tenga una intoxicación etílica.

  • No lo deje solo para que «se duerma».
  • Gire a su hijo de lado para evitar que se ahogue si vomita.
  • Llame al número de servicios de emergencia de su país (911 en los EE. UU.) y espere con la persona a que llegue la ayuda médica.

La adolescencia no dura para siempre

Cuando su adolescente abusa del alcohol, es fácil juzgarse a sí mismo o comparar a su familia de manera negativa con otras. Pero vale la pena recordar que la adolescencia no dura para siempre. Con su orientación y apoyo, su hijo puede aprender a resistirse a la tentación de consumir alcohol siendo menor de edad, así como desarrollar una relación sana y responsable con el alcohol cuando llegue a la adultez.

Si eres adolescente y tienes un problema

Si eres un niño o adolescente y te preocupa tu consumo o el consumo de alcohol de un amigo, es importante buscar ayuda con un adulto en quien confíes. Si sientes que no puedes hablar con tus padres, busca ayuda con un amigo familiar, un hermano mayor o un consejero escolar, por ejemplo, o llama a una de las líneas de ayuda que se mencionan a continuación.

Reconocer que tienes un problema con el alcohol no es una señal de debilidad o un tipo de defecto de carácter. De hecho, requiere mucha fortaleza y valor admitir que tienes un problema y decidir enfrentarlo. Por lo general, la adolescencia puede ser difícil y estresante, y no es inusual que las personas recurran al alcohol como una manera para afrontar sus problemas. Pero, sin importar cuáles sean tus dificultades en este momento, hay ayuda disponible, así como maneras más sanas y eficaces de resolverlas. El primer paso es buscar ayuda.

Líneas de ayuda

Última actualización o revisión el febrero 21, 2024