Donativo
Nuestro sitio web aún no está totalmente disponible en español y algunos enlaces se dirigen a contenidos en inglés. Para recibir una notificación cuando se lance el sitio completo en español, regístrese aquí.
TDAH

TDAH en adultos y relaciones

El trastorno por déficit de atención con hiperactividad puede provocar malentendidos, frustraciones y resentimientos en sus relaciones más cercanas. Pero hay formas de construir una relación más sana y feliz.

¿Cómo afecta el TDAH o el TDA en sus relaciones?

Aunque la distracción, desorganización e impulsividad del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH o TDA) pueden causar problemas en muchas áreas de la vida adulta, estos síntomas pueden ser particularmente perjudiciales cuando se trata de sus relaciones más cercanas. Esto es especialmente cierto si los síntomas del TDAH nunca se han diagnosticado o tratado adecuadamente.

Si usted es una persona con TDAH, puede tener la sensación de que se le critica, reprocha y microgestiona constantemente. Haga lo que haga, nada parece complacer a su cónyuge o pareja. No se siente respetado como adulto, así que evita a su pareja o dice lo que sea para que lo deje tranquilo. Le gustaría que su pareja se relajara aunque sea un poco y dejara de intentar controlar cada aspecto de su vida. Se pregunta qué le pasó a la persona de la que se enamoró.

Si está en una relación con alguien que tiene TDAH, puede sentirse solo, ignorado y poco apreciado. Está cansado de ocuparse de todo solo y de ser el único responsable de la relación. No siente que pueda confiar en su pareja. Parece que nunca cumple sus promesas y usted se ve obligado a recordárselas y exigirle constantemente, o a hacer las cosas usted mismo. A veces parece como si a su pareja no le importara.

Es fácil ver cómo los sentimientos de ambas partes pueden contribuir a un ciclo destructivo en la relación. La pareja sin TDAH se queja, reprocha y se vuelve cada vez más resentida, mientras que el que tiene TDAH, al sentirse juzgado e incomprendido, se pone a la defensiva y se aleja. Al final, ninguno está contento. Pero no tiene que ser así. Puede construir una relación más sana y feliz si conoce el papel que desempeña el TDAH en su relación y cómo ambos pueden elegir formas más positivas y productivas de responder a los retos y para comunicarse entre sí. Con estas estrategias pueden comprender mejor su relación y acercarse más entre ustedes.

Hable con un terapeuta certificado

BetterHelp es un servicio de terapia en línea que le conecta con terapeutas acreditados y certificados que pueden ayudarle con la depresión, la ansiedad, las relaciones y más. Realice la evaluación y póngase en contacto con un terapeuta en tan solo 48 horas.

Realice la evaluación HelpGuide es un apoyo para el usuario. Ganamos una comisión si se registra en los servicios de BetterHelp después de hacer clic en este sitio. Obtenga más información

Comprensión del papel del TDAH en las relaciones entre adultos

Para transformar su relación, hay que empezar por comprender el papel que desempeña el TDAH. Una vez que identifiquen cómo los síntomas del TDAH influyen en sus interacciones de pareja, podrán aprender mejores formas de responder. En el caso de la persona con TDAH, esto significa aprender a controlar sus síntomas. En el caso de la persona sin TDAH, esto significa aprender a reaccionar ante las frustraciones de forma que anime y motive a su pareja.

Síntomas del TDAH que pueden causar problemas de pareja

Dificultad para prestar atención. Si tiene TDAH, es posible que se desconecte durante las conversaciones, lo que puede hacer sentir a su pareja ignorada y menospreciada. También puede pasar por alto detalles importantes o aceptar por descuido algo que luego no recuerde, lo que puede ser frustrante para su ser querido.

Olvidos. Incluso cuando una persona con TDAH presta atención, puede olvidar más tarde lo que prometió o dijo. Cuando se trata del cumpleaños de su cónyuge o de la leche de fórmula que dijo que recogería, su pareja puede empezar a sentir que no le importa o que no es confiable.

Mala capacidad de organización. Esto puede provocar dificultades para terminar las tareas, así como caos general en el hogar. Las parejas pueden sentir que siempre están limpiando lo que ensucia la persona con TDAH y asumiendo una cantidad desproporcionada de los deberes familiares.

Impulsividad. Si tiene TDAH, es posible que diga cosas sin pensar, lo que puede herir sentimientos. Esta impulsividad también puede llevar a comportamientos irresponsables e incluso imprudentes (por ejemplo, hacer una gran compra que no estaba en el presupuesto y provocar peleas por cuestiones económicas).

Arrebatos emocionales. Muchas personas con TDAH tienen problemas para moderar sus emociones. Puede perder los estribos con facilidad y le resulta difícil hablar sobre los problemas con calma. Es posible que su pareja sienta que tiene que tratar todo con pinzas para evitar estallidos.

Póngase en los zapatos de su pareja

El primer paso para dar un giro a su relación es aprender a ver las cosas desde la perspectiva de su pareja. Si llevan mucho tiempo juntos o han tenido las mismas peleas una y otra vez, es posible que piense que ya entiende los motivos de su pareja. Pero no subestime lo fácil que es malinterpretar las acciones e intenciones de su pareja. Usted y su pareja son más diferentes de lo que cree, sobre todo si solo uno de los dos tiene TDAH. Y el hecho de que lo haya oído todo antes no significa que haya asimilado realmente lo que está diciendo su pareja. Cuando las emociones se disparan, como suele ocurrir en torno a los problemas de pareja relacionados con el TDAH, resulta especialmente difícil mantener la objetividad y perspectiva.

La mejor manera de ponerse en los zapatos de su pareja es preguntarle y luego simplemente escuchar. Encuentren un momento para sentarse y hablar cuando no estén molestos. Deje que su pareja describa cómo se siente sin que usted interrumpa para explicar o defenderse. Cuando su pareja termine, repita los puntos principales de lo que escuchó y pregúntele si entendió bien. Quizá desee anotar los puntos para poder reflexionar sobre ellos más tarde. Cuando su pareja termine, es su turno. Pídale que haga lo mismo con usted y que realmente escuche sin prejuicios y con una mente abierta.

Consejos para aumentar la comprensión en su relación

Infórmese sobre el TDAH. Entre más conozcan ambos acerca del TDAH y sus síntomas, más fácil les será ver cómo está influyendo en su relación. Es posible que se encienda un foco. ¡Y muchos de sus problemas de pareja por fin tengan sentido! Recordar que un cerebro con TDAH está estructurado de forma diferente a un cerebro sin TDAH puede ayudar a la pareja sin TDAH a tomarse los síntomas de manera menos personal. Para la pareja con TDAH, puede ser un alivio entender qué hay detrás de algunos de sus comportamientos y saber que hay medidas que puede tomar para controlar sus síntomas.

Reconozca el impacto que su comportamiento tiene en su pareja. Si usted es quien tiene TDAH, es importante reconocer cómo afectan a su pareja sus síntomas no tratados. Si usted es la persona sin TDAH, piense en cómo le hacen sentir a su cónyuge sus reproches y críticas. No descarte ni ignore las quejas de su pareja porque no le guste su forma de plantearlas o de reaccionar ante usted.

Separe quién es su pareja de sus síntomas o comportamientos. En lugar de etiquetar a su pareja de «irresponsable», reconozca que sus olvidos y falta de seguimiento son síntomas del TDAH. Recuerde, los síntomas no son rasgos de personalidad. Lo mismo aplica para la persona sin TDAH. Reconozca que los reproches normalmente se deben a sentimientos de frustración y estrés, no a que su pareja sea una arpía antipática.

Cómo se siente con frecuencia la persona con TDAH:
Diferente. Su cerebro muchas veces está acelerado y las personas con TDAH experimentan el mundo de un modo que los demás no comprenden o con el que no se relacionan fácilmente.
Abrumada, en secreto o abiertamente, por el estrés constante causado por los síntomas del TDAH. Mantener la vida diaria bajo control requiere mucho más trabajo del que los demás creen. Aunque no siempre sea evidente, el TDAH puede hacer que alguien sienta que lucha por mantenerse a flote.
Subordinada a su cónyuge. Sus parejas pasan mucho tiempo corrigiéndoles o dirigiendo las cosas. Las correcciones hacen que se sientan incompetentes y con frecuencia contribuyen a crear una dinámica padre e hijo. Los hombres pueden describir estas interacciones como algo que los hace sentirse humillados.
Avergonzada. Suelen ocultar una gran vergüenza, que a veces compensan con desplantes o retraimiento.
No querida ni deseada. Los constantes recordatorios de cónyuges, jefes y otras personas de que deberían «cambiar» refuerzan el hecho de que no se sienten queridos tal y como son.
Con miedo a fallar de nuevo. A medida que empeoran sus relaciones, aumenta la posibilidad de castigo en caso de fracaso. Pero sus inconsistencias derivadas del TDAH significan que esta pareja fracasará en algún momento. Anticipar el fracaso provoca renuencia a intentarlo.
Con anhelo a ser aceptada. Uno de los deseos emocionales más fuertes de las personas con TDAH es que las quieran tal como son, a pesar de sus imperfecciones.
Cómo se siente con frecuencia la persona sin TDAH:
No deseada ni querida. La falta de atención se interpreta como falta de interés y no como distracción. Uno de sus sueños más comunes es ser «apreciada» y recibir la atención del cónyuge que esto implica.
Enojada y bloqueada emocionalmente. El enojo y el resentimiento impregnan muchas interacciones con el cónyuge con TDAH. A veces este enojo se expresa como desconexión. En un esfuerzo por controlar las interacciones de enojo, algunos cónyuges sin TDAH intentan bloquear sus sentimientos reprimiéndolos en su interior.
Increíblemente estresadas. Los cónyuges sin TDAH con frecuencia cargan con la mayor parte de las responsabilidades familiares y nunca pueden bajar la guardia. La vida podría derrumbarse en cualquier momento debido a la inconsistencia del cónyuge con TDAH.
Ignorada y ofendida. Para un cónyuge sin TDAH, no tiene sentido que el cónyuge con TDAH no actúe con más frecuencia según su experiencia y sus consejos cuando está «claro» lo que hay que hacer.
Exhausta y agotada. El cónyuge sin TDAH carga con demasiadas responsabilidades y ningún esfuerzo parece arreglar la relación.
Frustrada. Un cónyuge sin TDAH puede sentir que los mismos problemas se repiten una y otra vez (un tipo de efecto búmeran).
Adaptado de The ADHD Effect on Marriage: Understand and Rebuild Your Relationship in Six Steps (El efecto del TDAH en el matrimonio: Comprenda y reconstruya su relación en seis pasos), de Melissa C. Orlov

Asuma la responsabilidad de su papel

Una vez que se haya puesto en los zapatos de su pareja, es hora de aceptar la responsabilidad de su papel en la relación. El progreso comenzará una vez que sea consciente de su propia contribución a los problemas que tienen como pareja. Esto también aplica para la pareja sin TDAH.

Aunque los síntomas de TDAH de la pareja pueden desencadenar un problema, los síntomas por sí solos no son los culpables del problema de la relación. La forma en que la pareja sin TDAH responda al síntoma que le molesta puede abrir la puerta a la cooperación y el compromiso o provocar malentendidos y herir sentimientos. Si usted es quien tiene TDAH, también es responsable de su forma de reaccionar ante las preocupaciones de su pareja. Su reacción puede hacer que su pareja se sienta validada y escuchada o menospreciada e ignorada.

Libérese de la dinámica padre e hijo

Muchas parejas se sienten atrapadas en una relación insatisfactoria de tipo padre e hijo, con la pareja sin TDAH en el papel de padre o madre y la pareja con TDAH en el papel de hijo o hija. Con frecuencia empieza cuando la pareja con TDAH no realiza sus deberes, como olvidar pagar la factura de la televisión por cable, dejar la ropa limpia amontonada en la cama u olvidar a los niños después de haber prometido recogerlos. La pareja sin TDAH asume cada vez más responsabilidades del hogar.

Entre más desequilibrada es la relación, más resentidos se sienten. Resulta más difícil apreciar las cualidades y contribuciones positivas del cónyuge con TDAH. Por supuesto, la pareja con TDAH lo percibe. Empiezan a sentir que ni siquiera tiene sentido intentarlo y tachan al cónyuge sin TDAH de controlador e imposible de complacer. ¿Qué puede hacer para romper este patrón?

Consejos para la persona sin TDAH:

  • No puede controlar a su cónyuge, pero sí controlar sus propias acciones. Acabe de inmediato con los ataques verbales y los reproches. Ninguno da resultados.
  • Anime a su pareja cuando haga progresos y reconozca sus logros y esfuerzos.
  • Cuando sea posible, trate de enfocarse en las intenciones de su pareja, más que en lo que realmente hace. Puede que pierda la concentración al escucharle, por ejemplo, pero eso no significa que no le interese lo que dice.
  • Deje de intentar «educar» a su pareja. Es destructivo para su relación y desmotivador para su cónyuge.

Consejos para la persona con TDAH:

  • Reconozca el hecho de que sus síntomas de TDAH están interfiriendo en su relación. No es solo que su pareja sea poco razonable.
  • Explore opciones de tratamiento. A medida que aprenda a controlar sus síntomas y a ser más confiable, su pareja empezará a relajarse.
  • Si las emociones fuertes entorpecen las conversaciones con su pareja, acuerden de antemano que necesitan tomarse un tiempo para calmarse y volver a enfocarse antes de continuar.
  • Encuentre formas de consentir a su cónyuge. Si su pareja siente que le importa a usted, aunque sea con pequeños detalles, se sentirá menos como su padre o madre.

Dejen de pelear y empiecen a comunicarse

Como ya habrán visto, la comunicación con la pareja suele romperse cuando hay TDAH de por medio. Uno se siente abrumado. El otro se siente atacado. Acaban peleándose entre ellos en lugar de afrontar el problema.

Para mejorar la comunicación, haga lo posible por disminuir la volatilidad emocional. Si es necesario, tómense un tiempo para calmarse antes de hablar de un asunto. Cuando tengan la conversación, escuchen atentamente a su pareja. Pregúntense sobre qué están discutiendo realmente. ¿Cuál es el problema de fondo?

Por ejemplo: una pareja se pelea porque la cena se atrasó una hora. El esposo, que no tiene TDAH, está molesto por algo más que su estómago vacío. Se siente frustrado por la falta de confiabilidad y atención de su mujer (¡Trabajo duro para darle lo que necesita! ¿Por qué nunca recibo algo de cariño y atención? ¡Si le importara, se esforzaría más!). La esposa con TDAH se siente agobiada e injustamente juzgada (Tengo muchas cosas que atender en la casa. Me cuesta trabajo tener todo controlado y perdí la noción del tiempo. ¿Cómo me convierte eso en una mala esposa?).

Una vez que identifiquen el verdadero problema, es mucho más fácil resolverlo. En este ejemplo, el esposo estaría menos molesto si se diera cuenta de que la impuntualidad y desorganización crónicas de su esposa no son personales. Es un síntoma de TDAH no tratado. Por su parte, una vez que la esposa comprenda que tener la cena a tiempo hace que su esposo se sienta querido y apreciado, estará más motivada para hacerlo.

No repriman sus emociones. Confiesen sus sentimientos, no importa lo feos que sean. Sáquelos a la luz para que puedan superarlos como pareja.

Ustedes no son adivinos. No hagan suposiciones sobre las motivaciones de su pareja. Eviten caer en la trampa de «si mi cónyuge me quisiera de verdad…». Si su pareja hace algo que a usted le molesta, aborde el asunto directamente en lugar de quedarse en silencio.

Cuiden lo que dicen y cómo lo dicen. Eviten palabras críticas y preguntas que pongan a su pareja a la defensiva (¿por qué nunca puedes hacer lo que dices que vas a hacer? o ¿cuántas veces tengo que decírtelo?).

Encuentren el humor en la situación. Aprendan a reírse de los inevitables malentendidos y la mala comunicación. La risa libera tensiones y los une más.

Mejorar la capacidad de comunicación cuando se tiene TDAH

Los síntomas del TDAH pueden interferir en la comunicación. Los siguientes consejos pueden ayudarle a tener conversaciones más satisfactorias con su pareja y otras personas.

Comuníquese en persona siempre que sea posible. Las señales no verbales, como el contacto visual, el tono de voz y los gestos, comunican mucho más que solo las palabras. Para entender la emoción que hay detrás de las palabras, necesita comunicarse con su pareja en persona, en lugar de por teléfono, mensaje de texto o correo electrónico.

Escuche activamente y no interrumpa. Mientras la otra persona habla, esfuércese por mantener el contacto visual. Si se distrae, repita mentalmente sus palabras para seguir la conversación. Haga un esfuerzo por evitar las interrupciones.

Haga preguntas. En lugar de decir cualquier cosa que le pase por la cabeza, o lo mucho que tiene en la cabeza, hágale una pregunta a la otra persona. Así esa persona sabrá que le está prestando atención.

Pida que repita lo que dijo. Si su atención se desvía, dígaselo a la otra persona en cuanto se dé cuenta y pídale que repita lo que acaba de decir. Si deja que la conversación continúe demasiado cuando su mente está en otra parte, solo conseguirá que sea más difícil volver a conectarse.

Controle sus emociones. Si no puede hablar de ciertos temas sin enojarse o dejar de decir cosas de las que luego se arrepiente, considere la posibilidad de practicar la meditación de atención plena. Además de ayudar a reducir la impulsividad y mejorar la concentración, la meditación de atención plena regular puede ofrecerle un mayor control sobre sus emociones y evitar los arrebatos emocionales que pueden ser tan perjudiciales para una relación. El Kit de herramientas de inteligencia emocional gratuito de HelpGuide puede mostrarle cómo.

Trabajen juntos como un equipo

Solo porque un miembro de la pareja tenga TDAH no significa que no puedan tener una relación equilibrada y mutuamente satisfactoria. La clave es aprender a trabajar en equipo. Una relación sana implica dar y recibir, y ambas personas participan plenamente y buscan formas de apoyarse mutuamente.

Dediquen tiempo para identificar en qué son buenos y qué tareas les resultan más desafiantes. Si su cónyuge es fuerte en un área en la que usted es débil, quizá pueda asumir esa responsabilidad, y viceversa. Debe sentirse como un intercambio equitativo. Si los dos son débiles en algún área, piensen en cómo conseguir ayuda externa. Por ejemplo, si ninguno de los dos es bueno con el dinero, podrían contratar a un contador o buscar aplicaciones de administración del dinero que faciliten la elaboración de presupuestos.

Dividan las tareas y cúmplanlas. La persona sin TDAH puede ser más apta para ocuparse de las facturas y hacer las compras, mientras usted cuida a los niños y cocina.

Programen reuniones semanales. Reúnanse una vez a la semana para tratar los problemas y evaluar los progresos que han hecho como pareja.

Evalúen la división del trabajo. Hagan una lista de tareas y responsabilidades y equilibren la carga de trabajo si alguno de los dos asume la mayor parte.

Deleguen, contraten y automaticen. Usted y su pareja no tienen que hacerlo todo solos. Si tienen hijos, asígnenles tareas. También pueden considerar contratar un servicio de limpieza, suscribirse a un servicio de entrega de alimentos o establecer el pago automático de facturas.

Dividan las tareas individuales, si es necesario. Si a la persona con TDAH se le complica realizar una tarea, la que no tiene TDAH puede intervenir para finalizarla. Ténganlo en cuenta en su acuerdo para evitar resentimientos.

Creen un plan práctico

Si tiene TDAH, probablemente no se le dé muy bien organizar o establecer sistemas. Pero eso no significa que no pueda seguir un plan una vez establecido. Esta es un área en la que la pareja sin TDAH puede proporcionar una ayuda muy valiosa. Le puede ayudar a establecer un sistema y una rutina en los que pueda apoyarse y que le ayuden a tener bajo control sus responsabilidades.

Empiecen por analizar las cosas por las que se pelean con más frecuencia, como los quehaceres domésticos o la impuntualidad crónica. Luego piensen en cosas prácticas que pueden hacer para resolverlas. En el caso de las tareas olvidadas, pueden utilizar un gran calendario de pared con casillas de verificación junto a las tareas diarias de cada persona. En el caso de la impuntualidad crónica, pueden crear un calendario en sus teléfonos con temporizadores que le recuerden los próximos eventos.

Cómo ayudar a su pareja con TDAH

Desarrolle una rutina. Su pareja se beneficiará de la nueva estructura. Programe las cosas que ambos necesitan hacer y considere horarios fijos para comer, hacer ejercicio y dormir.

Establezca recordatorios externos. Puede ser con un pizarrón blanco, notas adhesivas o una lista de tareas pendientes en su teléfono.

Controle el desorden. A las personas con TDAH les cuesta trabajo organizarse y mantenerse organizadas, y el desorden aumenta la sensación de que sus vidas están fuera de control. Ayude a su pareja a establecer un sistema para ocuparse del desorden y mantener todo organizado.

Pida a su pareja con TDAH que repita lo que le pidió. Para evitar malentendidos, haga que su pareja repita lo que acordaron.

Líneas directas y asistencia

Última actualización o revisión el febrero 19, 2024