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TDAH

TDAH en adultos: Síntomas, efectos y autoayuda

El trastorno por déficit de atención con hiperactividad no es solo un problema infantil. Conozca cómo son los síntomas del TDAH en hombres y mujeres, y qué puede hacer al respecto.

Comprensión del TDAH (o TDA) en adultos

La vida puede ser un acto de malabares para cualquier adulto, pero si constantemente llega tarde, es desorganizado, olvidadizo y está abrumado por sus responsabilidades, es posible que padezca el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), antes conocido como TDA (ADD, por sus siglas en inglés). El TDAH afecta a muchos adultos, y su amplia variedad de síntomas frustrantes puede dificultarlo todo, desde sus relaciones hasta su carrera profesional.

Aunque los científicos no están seguros de qué causa exactamente el TDAH, creen que es probable que se deba a una combinación de genes, entorno y ligeras diferencias en la forma en que está programado el cerebro. Si le diagnosticaron TDAH o TDA en la infancia, lo más probable es que haya conservado al menos algunos de los síntomas hasta la adultez. Pero incluso si nunca le diagnosticaron TDAH en la infancia, eso no significa que no pueda afectarle en la adultez.

El TDAH suele pasar desapercibido durante la infancia. Esto era especialmente frecuente en el pasado, cuando muy pocas personas eran conscientes de ello. En lugar de reconocer sus síntomas e identificar el verdadero problema, es posible que su familia, maestros u otras personas le hayan etiquetado como soñador, holgazán, vago, conflictivo o simplemente un mal estudiante. Otra posibilidad es que haya sido capaz de compensar los síntomas del TDAH cuando era joven, solo para encontrarse con problemas a medida que aumentaban sus responsabilidades como adulto. Entre más pelotas esté tratando de mantener en el aire (hacer una carrera, formar una familia, llevar una casa) mayor será la demanda de su capacidad para organizarse, concentrarse y mantener la calma. Esto puede ser un reto para cualquiera, pero si tiene TDAH, puede parecerle francamente imposible.

La buena noticia es que, por abrumadores que parezcan, los retos del trastorno por déficit de atención son superables. Con educación, apoyo y un poco de creatividad, puede aprender a controlar los síntomas del TDAH en la adultez, incluso convertir algunas de sus debilidades en fortalezas. Nunca es demasiado tarde para darle la vuelta a las dificultades del TDAH en la adultez y empezar a tener éxito en sus propios términos.

Mitos y realidades sobre el trastorno por déficit de atención en adultos

Mito: El TDAH es solo falta de fuerza de voluntad. Las personas con TDAH se concentran bien en las cosas que les interesan; podrían concentrarse en cualquier otra tarea si realmente quisieran.

Realidad: El TDAH se parece mucho a un problema de fuerza de voluntad, pero no lo es. Es esencialmente un problema químico en los sistemas de control del cerebro.

Mito: Las personas con TDAH nunca pueden prestar atención.

Realidad: Las personas con TDAH con frecuencia pueden concentrarse en las actividades que les gustan. Pero por mucho que lo intenten, tienen problemas para mantener la concentración cuando la tarea a realizar es aburrida o repetitiva.

Mito: Todos tenemos síntomas de TDAH, y cualquier persona con una inteligencia adecuada puede superar estas dificultades.

Realidad: El TDAH afecta a personas de todos los niveles de inteligencia. Y aunque todos presentan a veces síntomas de TDAH, solo aquellos con trastornos crónicos derivados de estos síntomas justifican un diagnóstico de TDAH.

Mito: No se puede tener TDAH junto con depresión, ansiedad u otros problemas psiquiátricos.

Realidad: Una persona con TDAH tiene seis veces más probabilidades de tener otro trastorno psiquiátrico o del aprendizaje que la mayoría de las demás personas. El TDAH normalmente se combina con otros trastornos.

Mito: A menos que le hayan diagnosticado TDAH o TDA en la niñez, no puede tenerlo de adulto.

Realidad: Muchos adultos luchan toda su vida con síntomas no identificados de TDAH. No han recibido ayuda porque suponían que sus dificultades crónicas, como la depresión o ansiedad, se debían a otras alteraciones que no respondían al tratamiento habitual.

Fuente: Dr. Thomas E. Brown, Attention Deficit Disorder: The Unfocused Mind in Children and Adults
(Trastorno por déficit de atención: La mente desenfocada en niños y adultos)

Signos y síntomas del TDAH en adultos

En los adultos, el trastorno por déficit de atención con frecuencia se ve muy diferente al de los niños, y sus síntomas son diferentes dependiendo de la persona. Las siguientes categorías destacan los síntomas comunes del TDAH en adultos. Haga todo lo posible por identificar las áreas en las que experimenta dificultades. Una vez identificados los síntomas más problemáticos, puede empezar a adoptar estrategias para tratarlos.

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Dificultad para concentrarse y mantenerse enfocado

«Déficit de atención» puede ser una etiqueta engañosa. Los adultos con TDAH son capaces de concentrarse en tareas que les parecen estimulantes o atractivas, pero tienen dificultades para mantener la concentración y atender a tareas cotidianas. Pueden distraerse fácilmente con imágenes y sonidos irrelevantes, saltar de una actividad a otra o aburrirse rápidamente. Los síntomas de esta categoría a veces se pasan por alto porque son menos disruptivos en apariencia que los síntomas del TDAH de hiperactividad e impulsividad, pero pueden ser igual de problemáticos:

  • Distraerse fácilmente con actividades de baja prioridad o acontecimientos externos que los demás tienden a ignorar.
  • Tener tantos pensamientos simultáneos que es difícil seguir solo uno.
  • Dificultad para prestar atención o concentrarse, por ejemplo, al leer o escuchar a otras personas.
  • Soñar despierto con frecuencia o «desconectarse» sin darse cuenta, incluso en medio de una conversación.
  • Dificultad para completar tareas, incluso las que parecen sencillas.
  • Tendencia a pasar por alto detalles, lo que provoca errores o trabajos incompletos.
  • Poca capacidad para escuchar; por ejemplo, le cuesta recordar conversaciones y seguir instrucciones.
  • Aburrirse rápidamente y buscar nuevas experiencias estimulantes.

Hiperconcentración: El otro lado de la moneda

Aunque probablemente sepa que las personas con TDAH tienen problemas para concentrarse en tareas que no les parecen interesantes, quizá no sepa que existe otra vertiente: la tendencia a quedarse absortas en tareas que son estimulantes y gratificantes. Este síntoma paradójico se llama hiperconcentración.

En realidad, la hiperconcentración es una estrategia de afrontamiento para la distracción, una forma de desconectarse del caos. Puede ser tan fuerte que se olvida de todo lo que ocurre a su alrededor. Por ejemplo, puede estar tan absorto en un libro, un programa de televisión o su computadora que pierda completamente la noción del tiempo y descuide sus responsabilidades. La hiperconcentración puede ser una ventaja cuando se canaliza hacia actividades productivas, pero también puede ocasionar problemas laborales y relacionales si no se controla.

Síntomas de desorganización y olvido

Cuando se tiene TDAH en la adultez, la vida con frecuencia parece caótica y fuera de control. Mantenerse organizado y tener todo bajo control puede ser un reto enorme, como lo es clasificar la información que es relevante para la tarea que está realizando, priorizar su lista de tareas pendientes, hacer un seguimiento de las tareas y responsabilidades, y administrar su tiempo. Entre los síntomas comunes de desorganización y olvido se incluyen:

  • Poca capacidad de organización (casa, oficina, escritorio o automóvil desordenado).
  • Tendencia a posponer las cosas.
  • Dificultad para iniciar y finalizar proyectos.
  • Impuntualidad crónica.
  • Olvido frecuente de citas, compromisos, fechas límite.
  • Perder o extraviar cosas constantemente (llaves, cartera, teléfono, documentos, facturas).
  • Subestimar el tiempo necesario para completar las tareas.

Síntomas de la impulsividad

Si padece síntomas de esta categoría, es posible que tenga problemas para reprimir sus conductas, comentarios y respuestas. Puede que actúe antes de pensar o reaccione sin tener en cuenta las consecuencias. Es posible que interrumpa a los demás, se le escapen comentarios y se apresure a realizar las tareas sin leer las instrucciones. Si tiene problemas de impulsividad, mantenerse paciente es extremadamente difícil. Para bien o para mal, puede precipitarse en situaciones y encontrarse en circunstancias potencialmente arriesgadas. Los síntomas incluyen:

  • Interrumpir con frecuencia a los demás o hablar por encima de ellos.
  • Poco autocontrol, tendencias adictivas.
  • Decir pensamientos groseros o inapropiados sin pensar.
  • Actuar de forma imprudente o espontánea sin tener en cuenta las consecuencias.
  • Dificultad para comportarse de forma socialmente apropiada (como permanecer sentado durante una reunión larga).

Síntomas emocionales

Muchos adultos con TDAH tienen dificultades para controlar sus sentimientos, especialmente cuando se trata de emociones como la ira o la frustración. Los síntomas emocionales comunes del TDAH en adultos incluyen:

  • Ponerse nervioso y estresarse con facilidad.
  • Irritabilidad o carácter irascible, con frecuencia explosivo.
  • Baja autoestima y sensación de inseguridad o bajo rendimiento.
  • Dificultad para mantener la motivación.
  • Hipersensibilidad a las críticas.

Hiperactividad o agitación en adultos con TDAH

La hiperactividad en los adultos con TDAH puede parecer la misma que en los niños. Puede que tenga mucha energía y esté siempre «en marcha», como si le impulsara un motor. Sin embargo, para muchas personas con TDAH, los síntomas de hiperactividad se vuelven más sutiles e internos a medida que se vuelven mayores. Los síntomas comunes de la hiperactividad en adultos incluyen:

  • Sentimientos de inquietud interior, agitación, pensamientos apresurados.
  • Aburrirse con facilidad, ansias de emociones, tendencia a correr riesgos.
  • Hablar en exceso, hacer un millón de cosas al mismo tiempo.
  • Dificultad para mantenerse sentado, estar inquieto constantemente.

No hace falta ser hiperactivo para tener TDAH

Los adultos con TDAH son mucho menos propensos a mostrar hiperactividad que sus contrapartes más jóvenes. De hecho, solo una pequeña parte de los adultos con TDAH presentan síntomas notables de hiperactividad. Recuerde que los nombres pueden ser engañosos y que podría tener TDAH si presenta uno o más de los síntomas anteriores, aunque no tenga hiperactividad.

TDAH en mujeres

Con frecuencia, las mujeres no son diagnosticadas o reciben diagnósticos erróneos debido a las diferencias en los síntomas con los hombres. Es más probable que los síntomas del TDAH en mujeres se manifiesten como falta de atención, en lugar de hiperactividad o impulsividad. Si es una mujer con TDAH, es posible que le cueste trabajo mantenerse organizada o concentrada en casa o el trabajo. Puede tener dificultades para recordar citas, por ejemplo, sentir que siempre llega tarde o subestimar el tiempo que necesita para completar una tarea.

Las mujeres también tienden a ocultar mejor que los hombres los síntomas del TDAH. Así que puede que esté acostumbrada a disimular su falta de atención o recurrir a herramientas para compensar su mala organización o su dificultad para administrar el tiempo. Aunque esto puede ser útil en algunos aspectos, también puede dificultar el diagnóstico. En ausencia de un diagnóstico, es posible que se pregunte por qué le resulta tan difícil organizarse y concentrarse. También puede dudar de su competencia o tener problemas de baja autoestima y confianza. De hecho, las mujeres con TDAH tienen más probabilidades de experimentar también ansiedad y depresión.

Efectos del TDAH en adultos

Si acaba de descubrir que tiene TDAH en la adultez, lo más probable es que haya sufrido durante años debido a que este problema pasó desapercibido. Es posible que sienta que ha estado luchado por mantenerse a flote y que se sienta abrumado por el estrés constante causado por la procrastinación, la desorganización y el manejo de exigencias en el último minuto. La gente puede haberle tachado de «flojo», «irresponsable» o «tonto» por sus olvidos o dificultad para realizar ciertas tareas, y usted puede haber empezado también a pensar en sí mismo en estos términos negativos.

El TDAH no diagnosticado ni tratado puede tener efectos de gran alcance y causar problemas en prácticamente todos los ámbitos de su vida.

Problemas de salud físicos y mentales. Los síntomas del TDAH pueden contribuir a diversos problemas de salud, como alimentación compulsiva, abuso de sustancias, ansiedad, estrés y tensión crónicos y baja autoestima. También puede tener problemas por olvidar revisiones médicas importantes, faltar a las citas con el doctor, ignorar las instrucciones médicas y olvidarse de tomar medicamentos importantes.

Dificultades laborales y financieras. Los adultos con TDAH con frecuencia experimentan dificultades profesionales y tienen una fuerte sensación de bajo rendimiento. Es posible que tenga dificultades para mantener un trabajo, seguir las reglas de la empresa, cumplir las fechas límite y ajustarse a una rutina de 9 a 5. Administrar sus finanzas también puede ser un problema: puede que tenga que lidiar con facturas sin pagar, documentos perdidos, recargos por pagos atrasados o deudas por gastos impulsivos.

Problemas en las relaciones. Los síntomas del TDAH pueden poner a prueba sus relaciones laborales, amorosas y familiares. Puede que esté cansado de que sus seres queridos le insistan constantemente que ordene, escuche con más atención o se organice. Por otra parte, las personas cercanas a usted pueden sentirse heridas y resentidas por lo que perciben como «irresponsabilidad» o «insensibilidad».

Los amplios efectos del TDAH pueden provocar vergüenza, frustración, desesperanza, decepción y pérdida de confianza. Quizá sienta que nunca podrá controlar su vida ni desarrollar todo su potencial. Por eso, un diagnóstico de TDAH en adultos puede ser una enorme fuente de alivio y esperanza. Le ayuda a entender a qué se enfrenta por primera vez y a darse cuenta de que usted no tiene la culpa. Las dificultades que ha experimentado se derivan del trastorno por déficit de atención: no son el resultado de una debilidad personal ni de un defecto de personalidad.

El TDAH en la adultez no tiene por qué ser un impedimento

Cuando se tiene TDAH, es fácil acabar pensando que algo no está bien con uno mismo. Pero está bien ser diferente. El TDAH no es un indicador de inteligencia o capacidad. Puede que experimente más dificultades en determinadas áreas, pero eso no significa que no pueda encontrar su área de especialidad y alcanzar el éxito. La clave está en descubrir sus fortalezas y sacarles provecho.

Puede ser útil pensar en el trastorno por déficit de atención como un conjunto de rasgos que son tanto positivos como negativos, al igual que cualquier otro conjunto de cualidades que pueda tener. Junto con la impulsividad y la desorganización del TDAH, por ejemplo, con frecuencia vienen una creatividad increíble, pasión, energía, pensamiento fuera de lo común y un flujo constante de ideas originales. Descubra sus fortalezas y prepare su entorno de modo que las apoye.

Autoayuda para el TDAH en adultos

Con el conocimiento de los retos del TDAH y la ayuda de estrategias estructuradas, puede realizar cambios reales en su vida. Muchos adultos con trastorno por déficit de atención han encontrado formas significativas para controlar sus síntomas, aprovechar sus talentos y llevar una vida productiva y satisfactoria. No necesita forzosamente una intervención externa, al menos no de inmediato. Hay muchas cosas que puede hacer para ayudarse a sí mismo y controlar sus síntomas.

Hacer ejercicio y comer de forma saludable. Haga ejercicio vigorosa y regularmente: ayuda a liberar el exceso de energía y agresividad de forma positiva al mismo tiempo que relaja y calma al cuerpo. Coma una amplia variedad de alimentos saludables y limite los alimentos azucarados para equilibrar los cambios de humor.

Duerma mucho. Cuando está cansado, es aun más difícil concentrarse, controlar el estrés, mantenerse productivo y cumplir con sus responsabilidades. Ayúdese apagando las pantallas al menos una hora antes de acostarse y durmiendo entre 7 y 9 horas cada noche.

Mejore su administración del tiempo. Establezca fechas límite para todo, incluso para las tareas aparentemente pequeñas. Utilice temporizadores y alarmas para mantener el rumbo. Tome descansos en intervalos regulares. Evite los montones de papeles o la procrastinación al ocuparse de cada asunto conforme va llegando. Priorice las tareas urgentes y anote cada tarea, mensaje o pensamiento importante.

Trabaje en sus relaciones. Programe actividades con sus amigos y mantenga sus compromisos. Manténgase atento en las conversaciones y la comunicación en línea: escuche cuando hablan los demás e intente no hablar (ni enviar mensajes de texto o correos electrónicos) demasiado rápido. Establezca una relación con personas que sean amables y comprensivas con sus dificultades con el TDAH.

Cree un entorno de trabajo solidario. Utilice con frecuencia listas, códigos de colores, recordatorios, notas para sí mismo, rituales y archivos. Si es posible, elija un trabajo que le motive y le interese. Observe cómo y cuándo trabaja mejor e implemente estas condiciones en su entorno laboral lo mejor que pueda. Puede ayudarle formar equipo con personas menos creativas y más organizadas, una asociación que puede ser mutuamente beneficiosa.

Practique la atención plena. Aunque a algunas personas con TDAH les parezca difícil siquiera contemplarlo, la meditación de atención plena regular puede ayudarle a calmar su mente ocupada y a controlar mejor sus emociones. Intente meditar durante un breve periodo y aumente el tiempo a medida que se sienta más cómodo con el proceso.

Culpe al TDAH, no a usted mismo. Los adultos diagnosticados con TDAH con frecuencia se culpan a sí mismos de sus problemas o se ven a sí mismos de forma negativa. Esto puede provocar problemas de autoestima, ansiedad o depresión. Pero no es su culpa tener TDAH y, aunque no puede controlar cómo está configurado, puede tomar medidas para compensar sus debilidades y aprender a prosperar en todas las áreas de su vida.

Cuándo buscar ayuda externa para el TDAH en la adultez

Si los síntomas del TDAH siguen interfiriendo en su vida, a pesar de los esfuerzos de autoayuda para controlarlos, puede que haya llegado el momento de buscar apoyo externo. Los adultos con TDAH pueden beneficiarse de numerosos tratamientos, como asesoramiento conductual, terapia individual, grupos de autoayuda, orientación profesional, asistencia educativa y medicamentos.

En el tratamiento de los adultos con trastorno por déficit de atención, al igual que en el de los niños, debe participar un equipo de especialistas, junto con los familiares y el cónyuge de la persona.

Los especialistas con formación en TDAH pueden ayudarle a controlar los comportamientos impulsivos, administrar su tiempo y dinero, organizarse y mantenerse organizado, aumentar la productividad en casa y el trabajo, controlar el estrés y la ira, y comunicarse con más claridad.

Líneas directas y asistencia

Última actualización o revisión el febrero 19, 2024