TDAH en adultos: Síntomas, efectos y autoayuda
Cómo reconocer las señales y los síntomas, y qué puede hacer al respecto

El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH o ADHD, por sus siglas en inglés) puede presentarse de forma diferente en las mujeres y niñas adolescentes, lo que dificulta su diagnóstico. Pero siempre hay maneras de afrontar los síntomas y superar los desafíos únicos.
El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH o ADHD, por sus siglas en inglés) es un trastorno común del neurodesarrollo que interfiere con el desempeño diario y puede ocasionar problemas en el trabajo, la escuela y en sus relaciones. Generalmente, los síntomas del TDAH en las mujeres y niñas adolescentes involucran una mayor dificultad para poner atención, a diferencia de los síntomas del TDAH “clásicos” de hiperactividad e impulsividad que a menudo presentan los hombres y niños. Las mujeres con TDAH también tienden a informar más síntomas de ansiedad y depresión.
Como mujer con TDAH, es posible que a menudo extravíe cosas, olvide detalles o instrucciones, o se le dificulte mantenerse enfocada y organizada. Pero también es probable que sea mejor en ocultar sus síntomas y encontrar maneras de cubrir su falta de concentración. Es posible que invierta horas adicionales en el trabajo o la escuela, por ejemplo, y compense su falta de concentración al aparentar ser sumamente concienzuda o perfeccionista. Es posible que dependa de aplicaciones y otras herramientas de productividad para compensar sus habilidades de organización y gestión de tiempo deficientes.
En lugar de sobresalir debido a sus síntomas del TDAH, también intenta copiar lo que otros hacen como modelo de cómo actuar en ciertas situaciones. Muchas mujeres incluso recurren a maneras nocivas para afrontar la situación, como el consumo excesivo de alcohol y sustancias, especialmente en la adolescencia.
En algunos casos, es posible que no reconozca cómo el TDAH le genera problemas. En general, la vida puede parecer tan estresante que sentirse ansiosa, sin concentración y desorganizada parece “normal”. Todos estos factores pueden afectar la confianza en usted misma, lo que hace más difícil que otros noten que está teniendo dificultades y retrasa un diagnóstico preciso.
La buena noticia es que las disparidades de género en el TDAH actualmente se entienden mejor, y se están abordando las mejoras en el diagnóstico y las opciones de tratamiento para las mujeres. Los retos del TDAH no tienen que afectar su funcionamiento o su calidad de vida. Si es una mujer o niña adolescente con TDAH, hay esperanza, ayuda y apoyo disponibles. Y hay herramientas que puede usar para controlar sus síntomas del TDAH y vivir una vida más satisfactoria y productiva.
Aunque algunos síntomas del TDAH generalmente comienzan en la niñez, es posible que no se reconozcan en muchas mujeres hasta la adolescencia o adultez. Tal vez hayan diagnosticado recientemente a su hijo y reconozca los mismos síntomas en usted. O tal vez las frustraciones ocasionadas por vivir con un trastorno no tratado haya llegado tan lejos que no se puede ignorar.
Igual que con las niñas, es posible que las mujeres con TDAH no parezcan tan hiperactivas, impulsivas o disruptivas como los hombres con TDAH, lo que significa que los síntomas se pueden pasar por alto o diagnosticar erróneamente con frecuencia. Sin embargo, eso no significa que algunas veces estos síntomas no estén presentes en las mujeres.
Estos incluyen:
Dificultad para terminar las tareas. El TDAH puede dificultar completar las tareas en la escuela o el trabajo, o ser productiva y desempeñarse como integrante de un equipo. Es posible que cometa errores por descuido o pase por alto detalles importantes con frecuencia.
Problemas de administración del tiempo. Se le dificulta ser puntual en la escuela, el trabajo o en compromisos sociales, o subestima el tiempo que tardará en llegar a los lugares o en completar tareas. A menudo olvida citas, pasa mucho tiempo procrastinando o tiene problemas para cumplir las fechas límite.
Perder o extraviar cosas constantemente. Sus olvidos y sus habilidades de organización deficientes pueden resultar en tener una casa, un auto y una oficina desordenados, así como en una tendencia a perder siempre las cosas que necesita para el trabajo o la escuela. Es posible que se frustre cuando no encuentra las cosas que usa con regularidad, como la cartera, el teléfono o las llaves del auto.
Tener dificultad para escuchar cuando le hablan directamente. Tiene dificultad para enfocarse en lo que le están diciendo o pierde fácilmente el hilo de la conversación. Esto puede dificultar seguir las conversaciones, recordar instrucciones o formar relaciones laborales o sociales sólidas.
Distraerse con facilidad. Con frecuencia se le dificulta concentrarse, sueña despierta con regularidad o se aburre con facilidad, especialmente al realizar tareas mundanas o poco estimulantes. Es posible que revise sus redes sociales compulsivamente cuando se le dificulta concentrarse en el trabajo o la escuela. A su vez, la constante avalancha de información hace que se le dificulte aún más mantener la concentración.
Concentrarse en exceso en ciertas tareas. Este es el lado opuesto de la falta de atención. Puede ensimismarse o “hiperenfocarse” en las cosas que considera estimulantes, y tener dificultades en detenerse o concentrarse en otras tareas más importantes.
En las mujeres, es posible que los síntomas de hiperactividad no sean tan obvios como en los niños con TDAH, pero pueden incluir:
Inquietud. No quedarse quieta, tener problemas para permanecer sentada, sentirse agitada, impacientarse al esperar en una fila o estar en espera.
Pensamientos acelerados. Tener muchos pensamientos diferentes al mismo tiempo, con la mente acelerada, lo que dificulta concentrarse en una sola cosa.
Hablar en exceso. Intentar expresar muchos pensamientos diferentes al mismo tiempo.
Uso de redes sociales de forma obsesiva. Revisar y responder constantemente las publicaciones en redes sociales, mensajes de texto o aplicaciones de mensajería.
Aburrirse con facilidad. Cambiar de una actividad a otra, desear estimulación o emoción, incluso tener conductas riesgosas.
El comportamiento impulsivo incluye decir o hacer cosas sin considerar las posibles consecuencias negativas.
Tener problemas para controlar las emociones puede afectar tanto a los hombres como a las mujeres con TDAH, pero es posible que se manifieste de diferentes maneras. Los hombres con TDAH tienen más probabilidad de tornarse agresivos o incluso físicamente violentos. Por otro lado, las mujeres con TDAH tienen más probabilidad de sentirse irritables, se frustren con facilidad o sean sensibles ante la crítica.
Al ser una mujer con TDAH, otras personas pueden malinterpretar sus cambios de humor con frecuencia, especialmente las parejas o colegas masculinos. Los estereotipos relacionados con el género pueden significar que con frecuencia sea incomprendida y se le desestima al considerarle impredecible o una mujer muy emocional. De manera justificada, esto solo aumenta su sentimiento de frustración.
Si bien los síntomas del TDAH tienden a disminuir a medida que envejece, los tipos y la gravedad de los síntomas también pueden variar en diferentes momentos de la vida de una mujer. Por ejemplo, como resultado de los cambios hormonales, algunos síntomas del TDAH pueden empeorar durante el ciclo menstrual, el embarazo o la menopausia. Esto puede detonar o exacerbar los síntomas emocionales, como la irritabilidad, los cambios de humor y la insatisfacción de la vida en general.
Tener TDAH, especialmente cuando no está diagnosticado o tratado, puede hacer que se sienta preocupada o estresada la mayoría del tiempo. Es posible que esto explique por qué tanto la ansiedad como la depresión son más comunes en las mujeres con TDAH que en los hombres.
Ansiedad. A veces es difícil notar la diferencia entre la ansiedad y el TDAH. Algunos de los síntomas coinciden, como la dificultad para concentrarse, sentirse inquieta y tener problemas de sueño. Sin embargo, también hay una serie de diferencias claras. El olvido, la desorganización y el estar inquieto del TDAH no están comúnmente presentes en la ansiedad. De manera similar, los sentimientos constantes de preocupación, angustia, nerviosismo y respiración acelerada en los trastornos de ansiedad no son sellos distintivos del TDAH.
Depresión. La depresión y el TDAH también tienen similitudes. Las dos afecciones le hacen más olvidadiza, desmotivada e incapaz de concentrarse. La diferencia principal es que los estados de ánimo y síntomas depresivos son más graves y duran más que los síntomas del TDAH.
Trastornos alimenticios. Si bien los hombres y las mujeres con TDAH tienen un mayor riesgo de desarrollar desórdenes alimenticios, las mujeres tienden a tener una incidencia más alta de anorexia y bulimia. Es posible que el comportamiento impulsivo contribuya a tener hábitos alimenticios poco saludables. Al mismo tiempo, la alimentación poco saludable puede empeorar los síntomas del TDAH.
Las autolesiones no suicidas (ALNS o NSSI, por sus siglas en inglés) también son comunes en niñas jóvenes y adolescentes con TDAH. Esto puede consistir en cortarse, quemarse, rasparse a sí mismas o conductas similares. También puede estar relacionado con otros comportamientos nocivos, como el abuso del alcohol o sustancias.
Es empoderador tomar el control de su propia salud, y ser su propia defensora. Es usted quien está más familiarizada con su cuerpo, lo que necesita para funcionar mejor y cómo puede sentir que tiene más control.
Sin importar si busca opciones de tratamiento profesional o no, hay estrategias más importantes que puede usar en este momento para comenzar a controlar los síntomas del TDAH y hacer cambios benéficos en su vida.
Además de mejorar su estado de ánimo, la actividad física también puede ayudar a controlar los síntomas del TDAH. Hacer ejercicio con regularidad puede liberar neurotransmisores como la dopamina, que ayuda a aumentar la atención y la concentración. El ejercicio también puede quemar el exceso de energía, así como aliviar el estrés y la ansiedad, otros problemas comunes en las mujeres con TDAH.
Tenga como objetivo realizar de 4 a 5 sesiones a la semana de alrededor de 30 minutos cada día. No tiene que ir al gimnasio. Puede intentar hacer entrenamientos aeróbicos o cardiovasculares en casa o caminar, correr, nadar o practicar ciclismo en el exterior. Para que sea una experiencia más sociable, intente bailar, hacer yoga, asistir a clases grupales como pilates o practicar deportes en equipo.
Añada un elemento de conciencia plena para mejorar aún más su memoria, capacidad de atención y capacidad de enfocarse. Cuando haga ejercicio, en lugar de enfocarse en la música o en ver la televisión, intente enfocarse en su cuerpo mientras se mueve (la forma en que balancea sus brazos cuando camina, por ejemplo, o la sensación del viento en su rostro). Manténgase presente en el momento, y tómese el tiempo de notar por completo lo que está haciendo. A menudo, se incorpora la consciencia plena a las rutinas de yoga y tai chai.
La meditación de conciencia plena puede ser una manera extremadamente efectiva no solo para mejorar su concentración, atención y su capacidad de resistir a las distracciones, sino que también reduce la impulsividad y hace que controle mejor sus emociones.
[Escuche: Meditación de respiración consciente]
Ya que la hiperactividad puede hacer que la meditación sea un reto para algunas mujeres con TDAH, comience su práctica con meditaciones breves y gradualmente vaya aumentando el tiempo. Mientras más practique la meditación, mejor podrá incorporar la conciencia plena a su vida diaria para ayudarle a calmar su mente y cuerpo, bloquear las distracciones y controlar su impulsividad.
Si bien la dieta no ocasiona el TDAH, algunos alimentos pueden mejorar o empeorar los síntomas de impulsividad, distracción e inquietud.
Si bien la idea de organizarse puede parecer una tarea abrumadora cuando tiene TDAH, no tiene que ser una “maniática del orden” para empezar a poner en orden su vida.
Hay una notable conexión entre el sueño y el TDAH. El insomnio y otros problemas de sueño son comunes en las mujeres con TDAH. Generalmente comienzan en la pubertad y empeoran con la edad. Pero sentir que no ha dormido lo suficiente solo exacerbará los síntomas como la irritabilidad, la falta de atención y la ansiedad.
Practicar una buena higiene del sueño es invaluable para mejorar tanto la cantidad como la calidad de su sueño.
Ya sea que trabaje de forma remota o se traslade a su trabajo, tener TDAH puede representar una serie de desafíos en el trabajo. Los correos electrónicos, las llamadas telefónicas, las reuniones y otras interrupciones a lo largo del día pueden interferir en su concentración y capacidad de atención. Incluso solo tener que sentarse en un escritorio y enfocarse en varios proyectos puede parecer una carga insuperable cuando tiene TDAH.
Sin importar lo que le parezca más desafiante en el trabajo, intente no ser muy dura consigo misma ni se castigue por cualquier falla percibida. Con frecuencia, puede darse cuenta de que con algunos ajustes sencillos puede hacer su jornada laboral más controlable y productiva.
Los síntomas del TDAH pueden aumentar la frustración y los malos entendidos en sus relaciones, sin importar si son con una pareja romántica, amigos, familia o colegas del trabajo. Su lucha con la atención y concentración, por ejemplo, puede parecerles a otros desinterés, aburrimiento o incluso una falta de compromiso con la relación. Mientras que es posible que usted, la persona con TDAH, sienta que los demás siempre le están criticando, controlando de forma excesiva o siendo irrespetuosos con usted.
Pero tener TDAH no significa que no pueda mantener relaciones saludables y satisfactorias con las personas más cercanas a usted. Se necesita tiempo y paciencia para formar relaciones sólidas, pero existen muchas soluciones y recursos para fomentar este proceso.
Entender el papel del TDAH en sus relaciones. Esto puede ayudar a ver qué tan ignorada u ofendida tal vez se sienta la otra persona cuando parece que usted está distraída o es olvidadiza. Intente ser honesta con aquellos más cercanos a usted sobre cómo se siente y las dificultades que pueden tener los síntomas del TDAH en lugar de solo culpar a la otra persona.
[Lea: TDAH en adultos y relaciones]
Mejore sus habilidades de comunicación. Intente mantener el contacto visual cuando otros estén hablando y evite interrumpir. Cuando empiece a perder la concentración, repita las palabras de la persona en su cabeza para que pueda seguir mejor la conversación y recuerde lo que dijeron. Hacer preguntas también puede ayudar a transmitir a la otra persona que está poniendo atención.
Controle sus emociones. Decir cosas de manera impulsiva de las que después se arrepiente o perder los estribos con facilidad pueden dañar gravemente cualquier relación. Si las emociones fuertes amenazan con arruinar la conversación, especialmente una con su pareja, tome un momento para calmarse y vuelva a enfocarse antes de continuar. El Kit de herramientas de inteligencia emocional gratuito de HelpGuide puede enseñarle cómo controlar mejor sus emociones en momentos de estrés.
Reparta las tareas entre usted y su pareja. Si la desorganización, el desorden o la falta de atención crea problemas en casa, trabaje con su pareja para dividir y repartir las tareas domésticas. Si se le dificulta pagar las facturas a tiempo, por ejemplo, es posible que sea mejor su pareja se encargue de eso y que usted acepte mejor ir al supermercado.
Tener problemas para mantenerse organizada, concentrada y controlar sus emociones puede hacer que la crianza de los hijos sea aún más difícil, especialmente si su hijo también tiene TDAH. Esforzarse para ayudar a su hijo a superar los mismos problemas que usted también enfrenta puede parecer algo abrumador por momentos.
Controlar sus propios síntomas del TDAH le ayudará a mitigar algunas de las presiones familiares. También puede ayudar:
Programar horarios regulares para pasar con su hijo. Ya sea para jugar juntos, ayudarle con su tarea o simplemente conversar durante una comida, es importante evitar las distracciones y pasar tiempo a solas con su hijo de forma regular.
Establezca reglas y consecuencias consistentes. Si tiene problemas para controlar su impulsividad, cualquier inconsistencia de su parte pude ser confusa para su hijo. Con su pareja, establezca reglas claras para que todos en su casa entiendan lo que es aceptable, así como lo que pasa si se rompen las reglas.
Tome un descanso cuando se sienta abrumada. Cuando tiene dificultades para controlar sus propias emociones, afrontar a un niño que se porta mal o a un adolescente petulante puede llevar a que se agrave el conflicto. En lugar de decir o hacer de forma impulsiva algo de lo que se arrepentirá después, tómese un momento para alejarse y tranquilizarse.
Reparta las responsabilidades de la crianza de los hijos entre usted y su pareja. Si su lucha con la organización le dificulta ciertas tareas, intercambie las responsabilidades con su cónyuge o pareja. Su pareja puede hacer que sus hijos se preparen a tiempo para ir a la escuela en la mañana, por ejemplo, mientras que usted hace la cena en la noche. Si es madre soltera, acuda a su familia o seres queridos para obtener ayuda.
Existen varios tratamientos que una mujer adulta puede recibir para el TDAH, incluidos medicamentos. Sin embargo, tenga en cuenta que los medicamentos estimulantes y no estimulantes no son una cura para el TDAH. Los medicamentos por sí solos no son suficientes para corregir los problemas de administración del tiempo, de organización y los problemas en las relaciones en su vida diaria. Como resultado, el TDAH generalmente se controla con una combinación de tratamientos.
[Lea: Tratamiento para el TDAH en adultos]
Es crucial encontrar los mejores tratamientos que se ajusten a sus necesidades específicas, su etapa en la vida, sus responsabilidades principales y el tipo de síntomas. Este proceso puede ser más complejo para las mujeres debido a las fluctuaciones hormonales durante el ciclo menstrual, el embarazo y la menopausia.
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Llame a ADDISS al 020 8952 2800 o consulte la lista de grupos de apoyo de AADD-UK.
Llame a la línea de asesoramiento las 24 horas del día de Health Direct al 1800 022 222 o consulte la lista de grupos de apoyo de ADHD Australia.
Encuentre grupos de apoyo y otros recursos. (CADDAC)
Llame a la línea de ayuda de la Fundación Vandrevala al 1860 2662 345 o 1800 2333 330.
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