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Problemas de la adolescencia

Ayuda para padres de adolescentes problemáticos

¿Su hijo adolescente se muestra violento o depresivo, abusa del alcohol o las drogas, o enfrenta otro tipo de problemas? A continuación le decimos cómo aliviar la tensión que hay en su casa y cómo ayudar a que su hijo se convierta en un adulto feliz y exitoso.

¿Por qué los adolescentes se comportan de la manera en que lo hacen?

Ser padre de un adolescente nunca es fácil. Es posible que se sienta exhausto por quedarse despierto por las noches preocupándose por dónde, con quién y qué está haciendo su hijo. Es posible que usted se desespere por los intentos fallidos de comunicación, las peleas interminables y la clara desobediencia, sin mencionar el mal humor, las emociones intensas y la conducta impulsiva e imprudente.

Aunque, en ocasiones, puede parecer difícil de creer, su hijo adolescente no es un extraterrestre de un lejano planeta; sin embargo, está programado de una forma diferente. El cerebro de un adolescente sigue desarrollándose activamente, por lo que procesa la información de una forma diferente a como lo hace el cerebro de un adulto maduro. La corteza frontal (la parte del cerebro encargada de controlar las emociones, tomar decisiones, razonar y controlar las inhibiciones) se reestructura durante los años de la adolescencia, lo que forma nuevas sinapsis a una velocidad increíble, además de que el cerebro completo no alcanza toda su madurez sino hasta alrededor de los 25 años.

Es posible que su hijo adolescente sea más alto que usted y que parezca ser maduro en ciertos aspectos, pero, a menudo, no puede pensar las cosas con el mismo detenimiento que lo haría un adulto. Las hormonas que se producen durante los cambios físicos de la adolescencia pueden complicar aún más las cosas. Ahora bien, estas diferencias biológicas no son una excusa para el mal comportamiento de los adolescentes ni los absuelven de responsabilizarse de sus acciones, pero podrían explicar el por qué los adolescentes se comportan con tanta impulsividad o por qué frustran a sus padres y maestros con sus malas decisiones, ansiedad social y rebeldía. Comprender el desarrollo de un adolescente puede ayudarle a encontrar maneras de mantener el vínculo con su hijo adolescente y a superar juntos los problemas.

Es importante recordar que, si bien los adolescentes son individuos con personalidades únicas y con sus propios gustos y aversiones, algunos rasgos son universales. Sin importar cuan desapegado esté de usted, cuán independiente parezca ser o cuan problemático su hijo adolescente se vuelva, seguirá necesitando su atención y amor.

Los adolescentes interpretan las emociones de forma diferente

Los adolescentes difieren de los adultos en su habilidad para interpretar y entender las emociones en los rostros de los demás. Los adultos usan la corteza prefrontal para leer las señales emocionales, pero los adolescentes dependen de la amígdala, la parte del cerebro responsable de las reacciones emocionales. Una investigación demostró que los adolescentes a menudo malinterpretan las expresiones faciales. Al mostrarles imágenes de rostros adultos expresando diferentes emociones, los adolescentes a menudo los interpretaron como que estaban enojados.

Fuente: ACT for Youth (Assets Comming Together for Youth [Recursos Unidos a Favor de la Juventud])

Cuando el comportamiento típico de los adolescentes se convierte en un comportamiento problemático

A medida que los adolescentes comienzan a afirmar su independencia y a encontrar su propia identidad, muchos experimentan cambios de comportamiento que pueden parecer extraños e impredecibles para los padres. Su dulce y obediente hijo que antes no soportaba estar separado de usted ahora no será visto a menos de 20 metros de usted, y responderá a todo lo que usted diga poniendo los ojos en blanco o azotando la puerta. Por más difícil que sea para los padres soportarlo, estas son las acciones de un adolescente normal.

Por otro lado, un adolescente problemático exhibe problemas de comportamiento, emocionales o de aprendizaje que van más allá de los problemas típicos de la adolescencia. Puede repetir conductas de riesgo, como beber, consumir drogas, tener relaciones sexuales, ejercer violencia, faltar a la escuela, autolesionarse, robar en tiendas u otros actos delictivos. O puede presentar síntomas de problemas de salud mental como depresión, ansiedad o trastornos alimentarios. Si bien cualquier comportamiento negativo que se repita una y otra vez puede ser un signo de un problema subyacente, es importante que los padres comprendan qué comportamientos son normales durante el desarrollo adolescente y cuáles pueden indicar problemas más graves.

Diferencias entre comportamientos típicos y comportamientos problemáticos en adolescentes
Cambiar de aspecto
Comportamiento típico de los adolescentes: mantenerse al día con la moda es importante para los adolescentes. Eso puede significar usar ropa provocativa o que llame la atención, o teñirse el cabello. A menos que su hijo adolescente quiera hacerse tatuajes, evite criticar y guarde sus protestas para los problemas más importantes. Las modas cambian, y también lo hará su hijo adolescente.
Señales de advertencia de un adolescente con problemas: el cambio de apariencia puede ser una señal de alerta si va acompañado de problemas en la escuela u otros cambios negativos de comportamiento. Los indicios de cortes y autolesión, o la pérdida o el aumento de peso extremos también son señales de alerta.
Peleas más frecuentes y comportamiento rebelde
Comportamiento típico de los adolescentes: a medida que los adolescentes comienzan a buscar la independencia, es frecuente que peleen y discutan.
Señales de advertencia de un adolescente problemático: el aumento constante de discusiones, la violencia en el hogar, faltar a la escuela, pelear o tener altercados con la ley son todos comportamientos de alerta que van más allá de la norma de la rebelión adolescente.
Cambios de humor
Comportamiento típico de los adolescentes: las hormonas y los cambios en el desarrollo suelen hacer que su hijo adolescente experimente cambios de humor, comportamiento irritable y dificultades para controlar sus emociones.
Señales de advertencia de un adolescente con problemas: los cambios rápidos en la personalidad, las notas bajas, la tristeza persistente, la ansiedad o los problemas de sueño podrían indicar depresión, acoso escolar u otro problema de salud emocional. Tómese en serio cualquier conversación sobre el suicidio.
Experimentar el consumo de alcohol y drogas
Comportamiento típico de los adolescentes: la mayoría de los adolescentes probarán el alcohol, fumarán un cigarrillo o vapearán en algún momento. Muchos incluso probarán la marihuana. Hablar con sus hijos con franqueza y abiertamente sobre las drogas y el alcohol es una forma de asegurarse de que el problema no avance más.
Señales de advertencia de un adolescente con problemas: cuando el consumo de alcohol o drogas se vuelve habitual, especialmente cuando está acompañado de problemas en la escuela o en el hogar, puede indicar un problema de abuso de sustancias u otros problemas subyacentes.
Mayor influencia de parte de los amigos que de los padres
Comportamiento típico de los adolescentes: los amigos se vuelven extremadamente importantes para los adolescentes y pueden tener una gran influencia en sus decisiones. A medida que un adolescente se centra más en sus compañeros, significa que, inevitablemente, se aleje de usted. Es posible que esto le hiera, pero no significa que su hijo adolescente no necesite su amor.
Señales de advertencia de un adolescente con problemas: las señales de alerta incluyen un cambio repentino en el grupo de compañeros (especialmente si los nuevos amigos fomentan un comportamiento negativo), negarse a cumplir con reglas y límites razonables o mentir para evitar las consecuencias del mal comportamiento. De manera similar, si su hijo adolescente pasa demasiado tiempo solo, eso también puede indicar problemas.

Busque ayuda profesional para un adolescente con problemas

Si identifica comportamientos de alerta en su hijo adolescente, consulte al médico, consejero, terapeuta o cualquier otro profesional de salud mental para que le ayude a encontrar el tratamiento adecuado.

Sin embargo, incluso cuando busque ayuda profesional, eso no significa que su trabajo haya terminado: apenas comienza. Como se detalla a continuación, hay muchas medidas que puede implementar en casa para ayudar a su hijo adolescente y para mejorar la relación entre ustedes. Además, no necesita esperar a obtener un diagnóstico para comenzar a implementar estas medidas.

Tenga en mente que, sin importar los problemas que su hijo adolescente esté experimentando, no significa que usted haya fallado como padre o madre. En lugar de buscar a quién culpar por la situación, enfóquese en las necesidades actuales de su hijo adolescente. El primer paso es encontrar la manera de conectar con lo que su hijo adolescente está experimentando a nivel social y emocional.

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Consejo 1: establezca un vínculo con su hijo adolescente.

Puede ser difícil de creer, dado el enojo y la indiferencia que su hijo muestra hacia usted, pero los adolescentes siguen buscando el amor, la aprobación y la aceptación de sus padres. Tener comunicación cara a cara y positiva es la manera más rápida y eficiente de reducir el estrés, ya que calma y enfoca el sistema nervioso. Esto significa que, probablemente, tendrá mucha más influencia en su hijo adolescente de la que piensa.

Cómo abrir las vías de comunicación:

Esté consciente de su propio nivel de estrés. Si siente enojo o molestia, entonces no es un buen momento para intentar comunicarse con su hijo adolescente. Espere hasta que se sienta en calma y con energía antes de iniciar una comunicación. Es probable que necesite toda la paciencia y energía positiva que pueda reunir.

Esté ahí para su hijo adolescente. Una oferta para charlar con su hijo adolescente mientras toman un café probablemente será recibida con un gesto sarcástico o despectivo, pero es importante demostrar que está disponible. Insista en sentarse a comer juntos sin encender la televisión, usar teléfonos o tener otras distracciones. Mire a su hijo adolescente cuando le hable e invítele a mirarle también. No se frustre si sus esfuerzos no son recibidos con nada más que gruñidos monosilábicos o encogimientos de hombros. Es posible que tengan que tener muchas cenas en silencio, pero cuando su hijo adolescente quiera abrirse, sabrá que siempre tendrá la oportunidad de hacerlo.

Encuentre un punto en común. Intentar hablar sobre la apariencia o la ropa de su hijo adolescente puede ser una forma segura de desencadenar una discusión acalorada, aun así pueden encontrar algunos puntos en común. Los padres y los hijos a menudo se conectan a través de los deportes; las madres y las hijas, a través de los chismes o las películas. El objetivo no es ser el mejor amigo o la mejor amiga de su hijo adolescente, sino encontrar intereses comunes que puedan discutir con tranquilidad. Una vez que estén hablando, su hijo adolescente podría sentirse más cómodo al abrirse con usted sobre otros temas.

Escuche sin juzgar ni dar consejos. Cuando su hijo adolescente le hable, es importante que le escuche sin juzgar, burlarse, interrumpir, criticar ni ofrecer consejos. Su hijo adolescente quiere sentir que usted le comprende y le valora, así que mantenga el contacto visual y concéntrese en su hijo, incluso cuando no le esté mirando. Si está revisando su correo electrónico o leyendo el periódico, su hijo adolescente sentirá que no es importante para usted.

Espere un rechazo. Su hijo adolescente a menudo podría responder a sus intentos por conversar con enojo, irritación u otras reacciones negativas. Mantenga la calma y dele a su hijo adolescente espacio para calmarse. Vuelva a intentar después ya que ambos estén calmados. Conectarse con éxito con su hijo adolescente tomará tiempo y esfuerzo. No se desanime. Persevere y verá que habrá progreso.

Obstáculos que impiden establecer una conexión

Si su hijo adolescente está bajo la influencia de alcohol o drogas, su habilidad para conectar a nivel emocional puede verse afectada. Puede pasar lo mismo si toma medicamentos recetados. Por ejemplo, si su hijo adolescente toma antidepresivos, asegúrese de que la dosis no sea mayor a la absolutamente necesaria.

Consejo 2: cómo tratar con el enojo y la violencia de un adolescente

Si es padre o madre de un niño adolescente que se muestra enojado, agresivo o violento, es posible que usted viva en constante miedo. Cada vez que suena el teléfono o que tocan a la puerta podrían ser noticias de que su hijo ha sido herido o de que hirió a otras personas.

Claro que las adolescentes también se enojan, pero suelen expresar su enojo de manera verbal en vez de física. Es más probable que los chicos adolescentes arrojen objetos, golpeen puertas o den puñetazos a las paredes cuando están enojados. Algunos incluso podrían dirigir su ira contra usted. Esto podría ser una experiencia sumamente inquietante y molesta para cualquier padre, en especial para las madres solteras. Sin embargo, no tiene que vivir bajo la amenaza de la violencia. Tolerar la violencia es tan perjudicial para su hijo adolescente como para usted.

Si se siente amenazado por su hijo adolescente

Todos tienen derecho a sentirse seguros físicamente. Si su hijo adolescente se comporta de manera violenta con usted, busque ayuda de inmediato. Llame a un amigo, un familiar o a la policía si es necesario. Esto no significa que no quiera a su hijo, pero la seguridad de usted y la de su familia siempre deben ser la prioridad.

Cómo afrontar la ira en la adolescencia

La ira puede ser una emoción difícil para muchos adolescentes, ya que suele enmascarar otras emociones subyacentes, como frustración, vergüenza, tristeza, dolor, miedo, culpa o vulnerabilidad. Cuando los adolescentes no pueden afrontar estos sentimientos, pueden atacar, poniéndose a sí mismos y a los demás en riesgo. Durante la adolescencia, muchos chicos tienen dificultades para identificar lo que sienten, y aún más para expresarlo o pedir ayuda.

El desafío para los padres es ayudar a su hijo adolescente a afrontar las emociones y lidiar con la ira de una manera más constructiva:

Establezca límites, reglas y consecuencias. En un momento en que tanto usted como su hijo adolescente estén tranquilos, explíquele que no hay nada de malo en sentir ira, pero que hay formas inaceptables de expresarla. Si su hijo adolescente se enoja, por ejemplo, tendrá que afrontar las consecuencias: pérdida de privilegios o incluso la intervención de la policía. Los adolescentes necesitan límites y reglas, ahora más que nunca.

Trate de entender qué hay detrás de la ira. ¿Su hijo adolescente está triste o deprimido? Por ejemplo, ¿se siente incompetente porque sus compañeros tienen cosas que él o ella no tiene? ¿Su hijo adolescente solo necesita que alguien le escuche sin juzgarle?

Preste atención a las señales de advertencia y los desencadenantes de la ira. ¿Su hijo adolescente tiene dolores de cabeza o empieza a caminar de un lado a otro antes de estallar de ira? ¿O una determinada clase en la escuela siempre le provoca ira? Cuando los adolescentes pueden identificar las señales de advertencia de que su temperamento está por estallar, les permite tomar medidas para calmar la ira antes de que se salga de control.

Ayude a su hijo adolescente a encontrar formas saludables de aliviar la ira. El ejercicio es especialmente eficaz: correr, andar en bicicleta, escalar o practicar deportes en equipo. Incluso tan solo golpear un saco de boxeo o una almohada puede ayudar a aliviar la tensión y la ira. Bailar o tocar música fuerte y agresiva también puede brindar alivio. Algunos adolescentes también usan el arte o la escritura para expresar su ira de forma creativa.

Dele a su hijo adolescente un espacio para retirarse. Cuando su hijo adolescente esté enojado, permítale retirarse a un lugar donde sea seguro calmarse. No siga a su hijo adolescente ni le exija disculpas o explicaciones mientras todavía está furioso; esto solo prolongará o intensificará la ira, o incluso provocará una respuesta física.

Tome medidas para controlar su propia ira. No podrá ayudar a su hijo si usted también pierde los estribos. Por difícil que parezca, debe mantener la calma y el equilibrio sin importar cuánto le provoque su hijo. Si usted u otros miembros de su familia gritan, se golpean o tiran cosas, su hijo dará por sentado que también son formas apropiadas de expresar su ira.

Señales de alerta de conducta violenta en adolescentes

Basta con echar un vistazo a los titulares de las noticias para saber que la violencia adolescente es un problema creciente. Las películas y los programas de televisión glorifican todo tipo de violencia, muchos sitios web promueven puntos de vista extremistas que instan a la acción violenta, y jugar videojuegos violentos horas enteras puede desensibilizar a los adolescentes a las consecuencias reales de la agresión y la violencia. Por supuesto, no todos los adolescentes expuestos a contenido violento se volverán violentos, pero para un adolescente con problemas emocionales o que sufre problemas de salud mental, las consecuencias pueden ser trágicas.

Señales de advertencia de que un adolescente puede volverse violento:

  • Jugar con armas de cualquier tipo.
  • Jugar obsesivamente videojuegos violentos, mirar películas violentas o visitar sitios web que promueven o glorifican la violencia.
  • Amenazar o acosar a otras personas.
  • Fantasear sobre actos de violencia que el adolescente quisiera cometer.
  • Ser agresivo o cruel con las mascotas u otros animales.

Consejo 3: reconozca las señales de depresión en adolescentes

Muchas conductas problemáticas en los adolescentes pueden ser indicios de depresión. Estos pueden incluir:

Problemas en la escuela. La falta de energía y los problemas de concentración asociados con la depresión en adolescentes pueden llevar a una disminución de la asistencia a la escuela y una baja en las calificaciones.

Intenta escaparse. Muchos adolescentes deprimidos se escapan o hablan de escaparse de casa, a menudo como un grito de ayuda.

Abuso de drogas y alcohol. Los adolescentes pueden consumir alcohol o drogas en un intento por automedicar su depresión.

Baja autoestima. La depresión puede desencadenar o intensificar sentimientos de vergüenza, fracaso e inquietud social y hacer que los adolescentes sean extremadamente sensibles a las críticas.

Adicción al teléfono inteligente. Los adolescentes deprimidos pueden conectarse a Internet para escapar de sus problemas, pero el uso excesivo de teléfonos inteligentes e Internet tiende a aumentar los sentimientos de aislamiento y empeorar la depresión.

Comportamiento imprudente. Los adolescentes con depresión pueden adoptar comportamientos peligrosos o de alto riesgo, como conducir de forma imprudente, beber en exceso o tener relaciones sexuales sin protección.

Violencia. Algunos adolescentes (por lo general varones), pueden volverse agresivos y violentos al estar deprimidos.

Para obtener más información sobre las señales de depresión en adolescentes…

Y cómo puede ayudar a su hijo a superar el problema y volver a encaminar su vida, lea nuestra Guía para padres sobre la depresión en adolescentes.

Consejo 4: aporte equilibrio a la vida de su hijo adolescente

Sin importar la razón exacta de los problemas de su hijo adolescente, puede restablecer el equilibrio en su vida ayudándole a hacer cambios saludables en su estilo de vida.

Establezca una estructura. Los adolescentes pueden gritar y discutir con usted sobre las reglas y la disciplina, o rebelarse contra la estructura diaria, pero eso no significa que no las necesiten. La estructura, como los horarios regulares para comer y dormir, hace que un adolescente se sienta seguro y protegido. Sentarse a desayunar y cenar juntos todos los días también puede brindar una gran oportunidad para hablar con su hijo adolescente al principio y al final de cada día.

Reduzca el tiempo frente a las pantallas. Parece haber una relación directa entre los programas de televisión, las películas, el contenido de Internet y los videojuegos violentos y el comportamiento violento en los adolescentes. Incluso si su hijo adolescente no se siente atraído por el material violento, demasiado tiempo frente a la pantalla puede afectar el desarrollo cerebral. Limite el tiempo que su hijo adolescente tiene acceso a dispositivos electrónicos y restrinja el uso del teléfono después de cierta hora de la noche para garantizar que duerma lo suficiente.

Fomente el ejercicio. Incluso un poco de ejercicio regular puede ayudar a reducir la depresión, aumentar la energía y mejorar el estado de ánimo, aliviar el estrés, regular los patrones de sueño y mejorar la autoestima de su hijo adolescente. Si le cuesta conseguir que su hijo adolescente haga algo más que jugar a videojuegos, anímelo a jugar a videojuegos basados en actividades o «ejercicios» que se juegan de pie e implican estarse moviendo, por ejemplo, simular bailar, andar en patineta, fútbol o tenis. Una vez que el ejercicio se convierta en un hábito, anime a su hijo adolescente a probar el deporte real o a unirse a un club o equipo.

Coma bien. Una alimentación saludable puede ayudar a estabilizar la energía de un adolescente, agudizar su mente y equilibrar su estado de ánimo. Sea un modelo a seguir para su hijo adolescente. Cocine más comidas en casa, coma más frutas y verduras, y reduzca la comida chatarra y los refrescos.

Asegúrese de que su hijo adolescente duerma lo suficiente. La falta de sueño puede hacer que un adolescente se estrese, esté de mal humor, irritable y letárgico, además de causar problemas de peso, memoria, concentración, toma de decisiones e inmunidad contra las enfermedades. Es posible que usted pueda arreglárselas con dormir seis horas por noche y seguir funcionando en el trabajo, pero su hijo adolescente necesita entre 8.5 y 10 horas de sueño por noche para estar mentalmente alerta y emocionalmente equilibrado. Fomente un mejor sueño estableciendo horarios de acostarse constantes y retirando televisores, computadoras y otros aparatos electrónicos de la habitación de su hijo adolescente: la luz de estos dispositivos suprime la producción de melatonina y estimula la mente, en lugar de relajarla. Sugiérale que, en lugar de eso, intente escuchar música o audiolibros antes de acostarse.

Consejo 5: cuídese

El estrés de tratar con un adolescente, especialmente con uno que tiene problemas de conducta, puede afectar su propia salud, por lo que es importante que se cuide. Eso significa que debe ocuparse de sus necesidades emocionales y físicas y aprender a manejar el estrés.

Tómese un tiempo para relajarse todos los días y aprenda a regularse y a desestresarse cuando empiece a sentirte abrumado. Aprender a usar sus sentidos para aliviar rápidamente el estrés y practicar técnicas de relajación con regularidad son excelentes puntos de partida.

Hable al respecto. Es normal sentir agobio, impotencia, enojo o frustración cuando se trata con un adolescente con problemas. Hablar sobre cómo se siente puede ayudar a calmar la intensidad, así que comparta sus sentimientos con un amigo de confianza o busque un terapeuta.

No resista solo, especialmente si es padre soltero o madre soltera. Busque el apoyo de familiares, amigos, un consejero escolar, un entrenador deportivo, un líder religioso o cualquier otra persona que tenga una relación con su hijo adolescente. Las organizaciones como Boys and Girls Clubs, YMCA y otros grupos de jóvenes también pueden ayudar a brindar estructura y orientación.

No olvide a sus otros hijos. Tratar con un adolescente con problemas puede perturbar a toda la familia.  Puede ser especialmente difícil para los otros niños, así que asegúrese de no ignorarlos. Los hermanos pueden incluso necesitar atención especial individual o ayuda profesional propia para manejar sus sentimientos ante la situación.

Esta situación no durará para siempre

Vale la pena recordarle a su hijo adolescente que, sin importar cuánto dolor o confusión esté experimentando en este momento, con el amor y apoyo de usted, y con ayuda profesional (cuando sea necesaria), la situación puede mejorar y lo hará, para ambos. Su hijo adolescente puede superar los problemas de la adolescencia y convertirse en un joven adulto feliz y equilibrado.

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Última actualización o revisión el agosto 21, 2025