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Comunicación

Comunicación efectiva

¿Quiere comunicarse mejor? Estos consejos le ayudarán a evitar malentendidos, captar el verdadero significado de lo que se comunica y mejorar enormemente sus relaciones laborales y personales.

¿Qué es la comunicación efectiva?

La comunicación efectiva es algo más que el simple intercambio de información. Se trata de comprender la emoción y las intenciones detrás de la información. Además de poder transmitir un mensaje con claridad, también es necesario escuchar de una manera en la que se capte el significado completo de lo que se dice y haga que la otra persona se sienta escuchada y comprendida.

Pareciera que la comunicación efectiva debe ser instintiva. Pero muy frecuentemente, cuando intentamos comunicarnos con los demás, algo sale mal. Decimos una cosa, la otra persona escucha algo más y se producen malentendidos, frustraciones y conflictos. Esto puede causar problemas en sus relaciones en el hogar, la escuela y el trabajo.

Pero al aprender habilidades de comunicación efectivas, puede profundizar sus conexiones con los demás, generar mayor confianza y respeto, y mejorar el trabajo en equipo, la resolución de problemas y su salud social y emocional en general.

Consejos para mejorar tus habilidades de comunicación

Ya sea que esté tratando de mejorar la comunicación con su pareja romántica, sus hijos, su jefe o sus compañeros de trabajo, aprender las siguientes habilidades de comunicación puede ayudar a fortalecer sus relaciones interpersonales.

Consejo 1: Comprenda qué le impide comunicarse bien

Las barreras comunes para una comunicación efectiva son:

Estrés y emociones fuera de control. Cuando está estresado o emocionalmente abrumado, es más probable que malinterprete a otras personas, que envíe señales no verbales confusas o desagradables, y que caiga en patrones de comportamiento instintivos y poco saludables. Para evitar conflictos y malentendidos, puede aprender a calmarse rápidamente antes de continuar una conversación.

Falta de concentración. No puede comunicarse de manera efectiva cuando hace varias cosas al mismo tiempo. Si está revisando su teléfono, planeando lo que va a decir a continuación o soñando despierto, es casi seguro que pasará por alto las señales no verbales de la conversación. Para comunicarse de manera efectiva, es necesario evitar distracciones y mantener la concentración.

Lenguaje corporal inconsistente. La comunicación no verbal debe reforzar lo que se dice, no contradecirlo. Si dice una cosa, pero su lenguaje corporal dice otra, es probable que quien lo escucha sienta que usted está siendo deshonesto. Por ejemplo, no puede decir «sí» mientras mueve la cabeza en señal de «no».

[Lea: Comunicación no verbal y lenguaje corporal]

Lenguaje corporal negativo. Si no está de acuerdo o no le gusta lo que se dice, podría usar un lenguaje corporal negativo para rechazar el mensaje de la otra persona, como cruzar los brazos, evitar el contacto visual o dar pequeños golpes con los pies. No es necesario que esté de acuerdo con lo que se dice, ni siquiera que le guste, pero, para comunicarse de manera efectiva y no poner a la otra persona a la defensiva, es importante evitar enviar señales negativas.

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Consejo 2: Conviértase en un oyente activo

Cuando nos comunicamos con los demás, frecuentemente nos enfocamos en lo que debemos decir. Sin embargo, la comunicación efectiva se trata de hablar menos y escuchar más. Escuchar bien no solo significa comprender las palabras o la información que se comunica, sino también comprender las emociones que intenta transmitir quien está hablando.

Hay una gran diferencia entre escuchar con atención y simplemente escuchar. Cuando escucha realmente, cuando está involucrado en lo que se dice, escuchará las entonaciones sutiles en la voz de alguien que le dicen cómo se siente esa persona y las emociones que está tratando de comunicar. Cuando usted es un oyente comprometido, no solamente comprenderá mejor a la otra persona, sino que también hará que esa persona se sienta escuchada y comprendida, lo que puede ayudar a construir una conexión más fuerte y profunda entre ustedes.

Al comunicarse de esta manera, también experimentará un proceso que reduce el estrés y favorece el bienestar físico y emocional. Si la persona con la que está hablando está tranquila, por ejemplo, escuchar con atención también le ayudará a calmarse. Del mismo modo, si la persona está agitada, puede ayudar a calmarla escuchándola con atención y haciendo que se sienta comprendida.

Si su objetivo es entender completamente y conectar con la otra persona, escuchar de manera comprometida frecuentemente surgirá de forma natural. Si no es así, pruebe los siguientes consejos. Cuanto más los practique, más satisfactorias y gratificantes serán sus interacciones con los demás.

Consejos para convertirse en un oyente comprometido

Enfóquese completamente en la persona que está hablando. No puede escuchar de manera comprometida si está constantemente revisando su teléfono o pensando en otra cosa. Debe mantener la concentración en la experiencia en todo momento para captar los matices sutiles y las señales no verbales importantes de una conversación. Si le resulta difícil concentrarse en algunas personas que están hablando, intente repetir sus palabras mentalmente; esto reforzará su mensaje y le ayudará a mantener la concentración.

Escuche con el oído derecho. Por extraño que parezca, el lado izquierdo del cerebro contiene los centros de procesamiento primarios tanto para la comprensión del habla como para las emociones. Dado que el lado izquierdo del cerebro está conectado con el lado derecho del cuerpo, escuchar con el oído derecho puede ayudarle a detectar mejor los matices emocionales de lo que alguien dice.

Evite interrumpir o intentar redirigir la conversación hacia sus preocupaciones. Al decir algo como «Si crees que eso es malo, déjame contarte lo que me pasó». Escuchar no es lo mismo que esperar su turno para hablar. No puede concentrarse en lo que alguien dice si está pensando en lo que va a decir a continuación. Frecuentemente, la persona que está hablando puede leer sus expresiones faciales y saber que su mente está en otra parte.

Muestre su interés en lo que se dice. Asienta de vez en cuando, sonría a la persona y asegúrese de que su postura sea abierta y cómoda. Anime a la persona que está hablando a continuar con pequeños comentarios verbales como «sí» o «ajá».

Trate de dejar a un lado el juicio. Para comunicarse efectivamente con alguien, no es necesario que le guste ni que esté de acuerdo con sus ideas, valores u opiniones. Sin embargo, debe dejar a un lado sus juicios y abstenerse de culpar y criticar para poder comprender completamente a la persona. La comunicación más difícil, cuando se lleva a cabo con éxito, frecuentemente puede conducir a una conexión improbable con alguien.

[Lea: Cómo mejorar la inteligencia emocional (IE)]

Proporcione retroalimentación. Si parece haber una desconexión, refleje lo que se ha dicho parafraseándolo. «Lo que estoy escuchando es» o «Parece que estás diciendo» son excelentes formas de reflejar lo que se ha dicho. Sin embargo, no se limite a repetir palabra por palabra lo que la persona que está hablando ha dicho: parecerá poco sincero o poco inteligente. En su lugar, exprese lo que significan para usted las palabras de la persona que está hablando. Haga preguntas para aclarar ciertos puntos: «¿Qué quieres decir cuando dices…?» o «¿Es esto lo que quieres decir?».

Escuche la emoción detrás de las palabras. Las frecuencias más altas del habla humana son las que transmiten emoción. Puede estar más en sintonía con estas frecuencias y, por lo tanto, ser más capaz de comprender lo que los demás realmente dicen, ejercitando los diminutos músculos del oído medio (los más pequeños del cuerpo). Puede hacerlo cantando, tocando un instrumento de viento o escuchando ciertos tipos de música de alta frecuencia (una sinfonía de Mozart o un concierto para violín, por ejemplo, en lugar de rock, pop o hip-hop de baja frecuencia).

Habilidad 2: Preste atención a las señales no verbales

La forma en que mira, escucha, se mueve y reacciona ante otra persona le dice más sobre cómo se siente que las palabras por sí solas. La comunicación no verbal, o lenguaje corporal, incluye expresiones faciales, movimientos y gestos corporales, contacto visual, postura, tono de voz e incluso la tensión muscular y la respiración.

Desarrollar la capacidad de comprender y utilizar la comunicación no verbal puede ayudarle a conectarse con los demás, expresar lo que realmente quiere decir, afrontar situaciones desafiantes, y construir mejores relaciones en el hogar y el trabajo.

  • Puede mejorar la comunicación efectiva utilizando un lenguaje corporal abierto: no cruzar los brazos, pararse con una postura abierta o sentarse en el borde de su asiento y mantener contacto visual con la persona con la que está hablando.
  • También puede utilizar el lenguaje corporal para enfatizar o mejorar su mensaje verbal: darle una palmada en la espalda a un amigo mientras le felicita por su éxito, por ejemplo, o golpear sus puños para resaltar su mensaje.

Mejore su forma de leer la comunicación no verbal

Sea consciente de las diferencias individuales. Las personas de diferentes países y culturas tienden a utilizar diferentes gestos de comunicación no verbal, por lo que es importante tener en cuenta la edad, la cultura, la religión, el género y el estado emocional al leer las señales del lenguaje corporal. Un adolescente de Estados Unidos, una viuda afligida y un hombre de negocios asiático, por ejemplo, probablemente utilicen las señales no verbales de manera diferente.

Mire las señales de comunicación no verbal como grupo. No preste demasiada importancia a un solo gesto o señal no verbal. Considere todas las señales no verbales que recibe, desde el contacto visual hasta el tono de voz y el lenguaje corporal. Cualquiera puede cometer un error de vez en cuando y dejar de mirar a los ojos, por ejemplo, o cruzarse de brazos brevemente sin querer. Considere las señales en su conjunto para obtener una mejor «lectura» de una persona.

Mejore su forma de transmitir comunicación no verbal

Utilice señales no verbales que coincidan con sus palabras en lugar de contradecirlas. Si dice una cosa, pero su lenguaje corporal dice otra, es probable que quien lo escucha sienta confusión o sospeche que está siendo deshonesto. Por ejemplo, sentarse con los brazos cruzados y sacudir la cabeza no coincide con las palabras que le dicen a la otra persona que está de acuerdo con lo que dice.

Adapte sus señales no verbales según el contexto. El tono de su voz, por ejemplo, debe ser diferente cuando se dirige a un niño que cuando se dirige a un grupo de adultos. De manera similar, tenga en cuenta el estado emocional y el panorama cultural de la persona con la que interactúa.

Evite el lenguaje corporal negativo. En lugar de eso, utilice el lenguaje corporal para transmitir sentimientos positivos, incluso cuando en realidad no los esté sintiendo. Si siente nervios por una situación —una entrevista de trabajo, una presentación importante o una primera cita, por ejemplo— puede utilizar un lenguaje corporal positivo para indicar confianza, aunque no la sienta. En lugar de entrar tímidamente a una habitación con la cabeza agachada, la mirada perdida y sentarse inmediatamente en una silla, intente pararse erguido con los hombros hacia atrás, sonreír y mantener el contacto visual y dar un apretón de manos firme. Le hará sentir más seguridad y confianza en usted y le ayudará a tranquilizar a la otra persona.

Habilidad 3: Mantenga el estrés bajo control

¿Cuántas veces ha sentido estrés durante un desacuerdo con su cónyuge, hijos, jefe, amigos o compañeros de trabajo, y después dijo o hizo algo de lo que luego se arrepintió? Si puede aliviar rápidamente el estrés y volver a un estado de calma, no solamente evitará esos arrepentimientos, sino que en muchos casos también ayudará a calmar a la otra persona. Únicamente cuando esté en un estado de calma y relajación, podrá saber si la situación requiere una respuesta o si las señales de la otra persona indican que sería mejor guardar silencio.

En situaciones como una entrevista de trabajo, una presentación de negocios, una reunión con mucha presión o la presentación a la familia de un ser querido, por ejemplo, es importante manejar sus emociones, pensar rápidamente y comunicarse de manera efectiva bajo presión.

Comuníquese de manera efectiva manteniendo la calma bajo presión

Utilice tácticas de demora para tener tiempo para pensar. Pida que le repitan una pregunta o que le aclaren una frase antes de responder.

Haga una pausa para ordenar sus pensamientos. El silencio no es necesariamente algo malo; hacer una pausa puede hacer que parezca que tiene más control que una respuesta precipitada.

Destaque un punto y proporcione un ejemplo o información de apoyo. Si su respuesta es demasiado larga o duda sobre varios puntos, corre el riesgo de perder el interés de la persona que está escuchando. Siga un punto con un ejemplo y luego evalúe la reacción de la persona que está escuchando para saber si debe exponer un segundo punto.

Exprese sus palabras con claridad. En muchos casos, la manera en la que usted dice algo puede ser tan importante como lo que dice. Hable con claridad, mantenga un tono uniforme y haga contacto visual. Mantenga su lenguaje corporal relajado y abierto.

Concluya con un resumen y luego deténgase. Resuma su respuesta y luego deje de hablar, incluso si esto provoca un silencio en la sala. No es necesario seguir hablando para llenar el silencio.

Alivio rápido del estrés para una comunicación efectiva

Cuando una conversación empieza a subir de tono, necesita algo rápido e inmediato para reducir la intensidad emocional. Si aprende a reducir rápidamente el estrés en el momento, podrá evaluar de forma segura cualquier emoción fuerte que esté experimentando, regular sus sentimientos y comportarse apropiadamente.

Reconozca cuándo se está estresando. Su cuerpo le avisará si está estresado mientras se comunica. ¿Tiene los músculos o el estómago tensos? ¿Tiene las manos apretadas? ¿Su respiración es poco profunda? ¿Se le «olvida» respirar?

Tómese un momento para calmarse antes de decidir continuar una conversación o posponerla.

Use sus sentidos para aliviar el estrés. La mejor manera de aliviar el estrés de forma rápida y confiable es a través de los sentidos (vista, oído, tacto, gusto, olfato) o con el movimiento. Por ejemplo, podría llevarse una menta a la boca, apretar una pelota antiestrés en el bolsillo, respirar profundamente unas cuantas veces, apretar y relajar los músculos, o simplemente recordar una imagen relajante y rica en sensaciones. Cada persona responde de manera diferente a los estímulos sensoriales, por lo que necesita encontrar un mecanismo de afrontamiento que le resulte relajante.

[Lea: Alivio rápido del estrés]

Encuentre el humor en la situación. Cuando se usa adecuadamente, el humor es una gran forma de aliviar el estrés al comunicarse. Cuando usted o los que le rodean empiecen a tomarse las cosas demasiado en serio, encuentre la forma de aligerar el ambiente contando un chiste o una historia divertida.

Tenga disposición para llegar a acuerdos. A veces, si ambos pueden ceder un poco, podrán encontrar un feliz término medio que reduzca los niveles de estrés de todos los involucrados. Si se da cuenta de que a la otra persona le importa un tema mucho más que a usted, el compromiso puede ser más fácil para usted y una buena inversión para el futuro de la relación.

Acepte no estar de acuerdo, si es necesario, y tómese un tiempo alejado de la situación para que todos puedan calmarse. Si es posible, salga a dar un paseo o dedique unos minutos para meditar. El movimiento físico o encontrar un lugar tranquilo para recuperar el equilibrio puede reducir rápidamente el estrés.

Consejo 5: Hágase valer

La expresión directa y asertiva genera una comunicación clara y puede ayudar a aumentar su autoestima y sus habilidades para tomar decisiones. Tener asertividad significa expresar sus pensamientos, sentimientos y necesidades de una manera abierta y honesta, manteniendo su postura y respetando a los demás. NO significa ser hostil, agresivo o exigente. La comunicación efectiva siempre consiste en comprender a la otra persona, no en ganar una discusión o imponer sus opiniones a los demás.

Para mejorar su asertividad

Valórese y valore sus opciones. Son tan importantes como las de los demás.

Conozca sus necesidades y deseos. Aprenda a expresarlos sin transgredir los derechos de los demás.

Exprese los pensamientos negativos de forma positiva. Está bien sentir enojo, pero debe también mantener el respeto.

Reciba los comentarios de forma positiva. Acepte los elogios con amabilidad, aprenda de sus errores y pida ayuda cuando sea necesario.

Aprenda a decir «no.» Conozca sus límites y no deje que los demás se aprovechen de usted. Busque alternativas para que todos se sientan bien con el resultado.

Cómo desarrollar técnicas de comunicación asertiva

La afirmación empática transmite sensibilidad hacia la otra persona. Primero, reconozca la situación o los sentimientos de la otra persona y luego exprese sus necesidades u opinión. «Sé que has estado muy ocupado en el trabajo, pero quiero que también nos dediques tiempo a nosotros».

La afirmación escalonada puede emplearse cuando sus primeros intentos no tienen éxito. Usted se vuelve cada vez más firme a medida que avanza el tiempo, lo que puede incluir describir las consecuencias si sus necesidades no son satisfechas. Por ejemplo, «si no cumple con el contrato, me veré obligado a emprender acciones legales».

Practique la asertividad en situaciones de menor riesgo para ayudar a desarrollar su confianza. O pregúnteles a sus amigos o familiares si puede practicar técnicas de asertividad con ellos primero.

Última actualización o revisión el agosto 21, 2025