Habilidades de resolución de conflictos
Tips for handling conflicts, arguments, and disagreements

La empatía le ayuda a ver las cosas desde la perspectiva de otra persona, a simpatizar con sus emociones y a construir relaciones más sólidas en el trabajo, en la escuela y en su vida personal. Aquí le mostramos cómo tener más empatía.
La empatía es la capacidad de ver las cosas desde la perspectiva de la otra persona y sentir sus emociones. Ponerse en el lugar de otra persona puede llevarle a actuar con compasión y hacer todo lo posible para mejorar su situación. Al hacerlo, puede reducir la angustia de la otra persona así como la suya.
Imagínese que llega a casa y se encuentra con que su cónyuge o pareja está enfermo. Incluso si hubiera teniendo un buen día, de repente sentiría su angustia y atendería sus necesidades. Si un amigo está enojado por la forma en que lo trató su jefe, probablemente usted compartirá su sentimiento de frustración. Tal vez no pueda resolver su problema, pero puede entender que necesita desahogar sus emociones.
La empatía no solo se trata de las dificultades. Cuando su hijo está emocionado por algo, usted siente su alegría. Cuando su amigo se ríe de un chiste, usted experimenta su diversión. La empatía le permite profundizar en sus relaciones a medida que se conecta con los pensamientos y sentimientos de amigos y seres queridos, y ellos se conectan con los suyos.
La empatía también puede extenderse a las personas que no conoce. Si vio a alguien sentado a solas en una fiesta, por ejemplo, usted podría empatizar con su soledad y platicar con esa persona. Si ve imágenes de otras personas sufriendo al otro lado del mundo, es posible que se sienta impulsado a donar recursos para ayudar a aliviar su sufrimiento. Por otro lado, cuando vea una multitud en la televisión gritando de alegría, es posible que sienta que se le levanta el ánimo. Su deleite se convierte en el suyo.
Si bien las dos palabras frecuentemente se usan de manera indistinta, existe una diferencia entre simpatía y empatía. A diferencia de la empatía, la simpatía no implica compartir lo que siente otra persona. Cuando usted siente simpatía, se preocupa por el problema o la desgracia de la persona y siente pena por su sufrimiento, pero no siente plenamente su dolor.
Cuando un amigo sufre una pérdida, por ejemplo, si usted siente simpatía, entenderá por qué se siente triste y afligido, y sentirá pena por su pérdida. Sin embargo, si usted es empático, también puede sentir el dolor por el que está pasando su amigo. La simpatía es más un sentimiento de lástima por la persona, mientras que la empatía es más un sentimiento de compasión por ella.
Los investigadores tienden a reconocer al menos dos componentes de la empatía: afectivo y cognitivo.
La empatía afectiva (o emocional) es la capacidad de sentir lo que sienten los demás. Si su cónyuge siente estrés y tristeza, usted podría reflejar esas emociones. Si un amigo está jovial y animado, es posible que usted sonría, ya que su felicidad parece contagiosa.
La empatía cognitiva es la capacidad de reconocer y comprender el estado mental de otra persona. Le da una idea de la perspectiva y las emociones de la otra persona. Si reconoce que su cónyuge está enojado, puede predecir que su broma no le va a caer bien. Si puede darse cuenta de que su amigo se siente impotente, no le sorprenderá su repentino arrebato.
Estos dos componentes de la empatía requieren diferentes redes neuronales en su cerebro. Entonces, es posible tener una alta empatía cognitiva pero una baja empatía emocional y viceversa.
Las investigaciones muestran que es más probable que las mujeres se sientan tristes cuando escuchan sobre el sufrimiento de los demás. Esto coincide con los resultados de un estudio reciente de imágenes por resonancia magnética funcional (IRM o MRI, por sus siglas en inglés) que mostró que el cerebro femenino parece más receptivo a sentir el dolor de otras personas. Sin embargo, el estudio no mostró diferencias entre sexos en la empatía cognitiva.
La empatía desempeña un papel importante en su vida. Primero, puede fortalecer los vínculos con las personas con las que interactúa. Cuando intenta comprender a los demás, también los hace sentir escuchados y comprendidos. Entonces es más probable que ellos también se tomen el tiempo para sentir empatía con usted. Esto profundiza su relación y promueve ese sentimiento de conexión que todos deseamos.
Las investigaciones muestran que tener una red de apoyo social sólida tiende a aumentar la felicidad de una persona. Dado que la empatía conduce a tener mejores relaciones, puede ser un componente clave para construir una vida más satisfactoria.
La empatía también puede:
Motivar un comportamiento prosocial. La empatía puede motivarle a tomar acciones que mejoren la vida de los demás. Estas acciones pueden incluir cualquier cosa, desde donar a una organización benéfica hasta alentar a un amigo a buscar ayuda por abuso de alcohol o simplemente consolar a alguien con un abrazo.
Guiar en la toma de decisiones. En situaciones sociales, la empatía puede ayudarle a decidir cuál es el curso de acción más inteligente. Si su cónyuge parece sentir estrés por el trabajo, puede inferir que no es el mejor momento para pedirle que asuma más responsabilidades.
Reducir el agotamiento. Los resultados de un estudio sugieren que la empatía podría ser útil para reducir el agotamiento. Esto se debe a que la empatía permite una comunicación y colaboración más efectivas, incluso en entornos laborales difíciles.
Ayudar a disipar un conflicto. Si está en una discusión acalorada con su compañero de trabajo, por ejemplo, empatizar con él puede evitar que usted sea demasiado crítico o innecesariamente cruel. Una vez que comprende mejor la perspectiva de otra persona, es más fácil pasar a proponer un acuerdo.
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Realice la evaluación HelpGuide es un apoyo para el usuario. Ganamos una comisión si se registra en los servicios de BetterHelp después de hacer clic en este sitio. Obtenga más informaciónLa empatía no es algo que se tiene o no se tiene. Algunas personas tienen un alto grado de empatía, mientras que otras tienen un nivel de empatía menor.
Si sus habilidades de empatía están en el extremo inferior del espectro, es posible que se sienta indiferente ante el dolor de otras personas. Por ejemplo, si roban la casa de un amigo, podría decir o pensar: «Bueno, eso no habría sucedido si hubieras sido más cuidadoso». O tal vez menosprecia a los miembros de su familia que están pasando por dificultades financieras y lo atribuye a que no han trabajado duro. Incluso podría tener la creencia equivocada de que cosas malas como esas nunca le sucederían a usted.
La baja empatía también puede llevarle a creer que las personas que le rodean son demasiado sensibles. Es posible que se sorprenda constantemente de que sus amigos se sientan ofendidos por sus bromas. Tal vez usted no comprenda cómo sus palabras y acciones hieren a sus seres queridos. Esto puede dar lugar a todo tipo de discusiones y malentendidos.
Si tiene poca empatía, es posible que le falte paciencia al tratar con personas en apuros. Quizá su consejo habitual para otras personas sea: “Ya supéralo”. A pesar de esto, tiende a guardar rencor y no perdona a las personas por sus errores. Parece que nunca tiene el tiempo o la capacidad de escuchar las perspectivas de otras personas o reflexionar sobre sus estados emocionales.
Si un ser querido carece de empatía, es probable que usted tenga interacciones turbulentas. Es posible que sea impaciente y demasiado crítico, lo que lo hará ser más cauteloso.
[Lea: Cómo afrontar relaciones familiares difíciles]
Es posible que note que constantemente ignoran sus problemas o que se desentienden cuando habla de sus sentimientos. Es posible que sienta que no le escuchan o comience a preguntarse si realmente está siendo demasiado sensible. Dese cuenta de que su falta de empatía es un problema que solamente ellos pueden corregir.
En algunas circunstancias, es natural sentir poca empatía. Es posible que le resulte difícil empatizar con alguien que le intimidó o que maltrató a sus seres queridos. Podría tratarse simplemente de una falta de empatía circunstancial y no reflejar lo bien que empatiza con la gente en general.
Ciertas experiencias pueden disminuir su empatía. Por ejemplo, algunas investigaciones indican que la empatía puede disminuir a medida que los estudiantes de medicina avanzan en su educación. Esto podría deberse al agotamiento, ya que los estudiantes de medicina luchan con cargas de trabajo estresantes y un aumento de las responsabilidades. Los estudiantes de medicina también pueden utilizar el desapego emocional para protegerse de la angustia psicológica en el trabajo o para mantener el profesionalismo al tratar con pacientes.
Sin embargo, no está escrito que las experiencias vayan a tener este efecto. Otros estudios muestran que los niveles de empatía en los estudiantes de medicina aumentan o permanecen sin cambios.
Varias afecciones de salud mental, trastornos del desarrollo y trastornos de la personalidad pueden implicar poca empatía:
Trastorno límite de la personalidad (TLP o BPD, por sus siglas en inglés). El TLP implica una intensa inseguridad, cambios emocionales extremos y una autoimagen inestable. Las personas con TLP pueden tener un nivel normal de empatía cognitiva, pero dificultades con la empatía emocional.
Trastorno de personalidad narcisista (TPN o NPD, por sus siglas en inglés). Los narcisistas frecuentemente exhiben un patrón de extremo egocentrismo y arrogancia, así como una gran necesidad de admiración. Algunas investigaciones muestran que las personas con TPN pueden tener poca empatía, quizá específicamente empatía emocional. También es posible que tengan cierto grado de empatía pero poca motivación para actuar de acuerdo con esos sentimientos.
[Lea: Trastornos de la personalidad]
Maquiavelismo. Este es un rasgo de personalidad que implica una tendencia a ser manipulador y a ignorar la moralidad. Las personas con este rasgo pueden tener poco impulso para actuar con empatía.
Psicopatía. La psicopatía es un trastorno caracterizado por la insensibilidad y un comportamiento antisocial. La falta de empatía emocional, pero no necesariamente de empatía cognitiva, es un sello distintivo de este trastorno.
Existe un mito común de que las personas autistas carecen de empatía. Algunas personas autistas, pero no todas, pueden tener dificultades con la empatía cognitiva. Por ejemplo, una persona autista podría tener problemas para identificar inmediatamente por qué otra persona está molesta. Incluso podrían tener dificultades para expresar una respuesta que coincida con las normas sociales. Esto no debe confundirse con una falta de interés.
La empatía no es un rasgo fijo. Piense en ella como un músculo que se puede desarrollar con ejercicio. Desarrollar sus habilidades para escuchar, prestar atención al lenguaje corporal y aumentar la inteligencia emocional puede aumentar su capacidad para empatizar con los demás. Aceptar su propia vulnerabilidad y explorar nuevas perspectivas también puede ayudar.
No puede ponerse en el lugar de otra persona si usted no tiene disposición para escuchar lo que tiene que decir. Es por eso que las habilidades para escuchar son una parte vital para desarrollar la empatía.
Tendrá que ir más allá de solo fingir que escucha. Trate de escuchar con tanta atención que pueda comprender la situación, los puntos de vista y las emociones de la persona.
Identifique y elimine las barreras para escuchar. Si tiene estrés, le resultará más difícil enfocarse en la otra persona. Considere abordar el factor estresante (ya sea una fecha límite inminente o un dolor de muelas) antes de continuar con la conversación. Hacer varias cosas al mismo tiempo es otra barrera común para la escucha activa. Guarde el teléfono y deje de hacer cualquier otra cosa para poder prestar toda su atención a la otra persona. Esto es especialmente importante durante los desacuerdos o cuando se abordan temas delicados o complejos.
No interrumpa. Cuando interrumpe a las personas, no solamente interrumpe su línea de pensamiento sino que también corre el riesgo de malinterpretar el punto que intentaban transmitir. Además, si está formulando su siguiente oración mientras la otra persona sigue hablando, usted no está escuchando completamente.
Absténgase de juzgar. Si usted sabe que no está de acuerdo con alguien, es posible que desacredite mentalmente sus palabras mientras habla. Es mejor escuchar con la mente abierta. No critique ni culpe de inmediato mientras están hablando. Haga un esfuerzo real por entender de qué se trata.
Hágale saber a la otra persona que la está escuchando. Las señales no verbales, como mantener el contacto visual, asentir con la cabeza y las señales verbales, como un rápido “ajá”, le permiten a la otra persona saber que tiene su atención. Básicamente la está invitando a continuar. Si parece como que está soñando despierto o pensando en otra cosa, la persona que está hablando podría interpretarlo como una señal de que a usted no le importa.
Proporcione retroalimentación. Si cree que ha escuchado o entendido mal algo, plantee algunas preguntas de seguimiento. Entonces, la persona puede aclarar su punto si es necesario.
Escuchar no se trata solo de recibir mensajes verbales. Las personas también transmiten información sobre su estado emocional a través de señales corporales no verbales. La capacidad de leer el lenguaje corporal es útil en todo tipo de situaciones sociales.
Quizá tenga un amigo que dice con frecuencia: “Estoy bien”, pero por su expresión de desagrado puede darse cuenta de que algo anda mal. O tal vez pueda medir el interés en usted de una persona con quien sale según su nivel de contacto visual.
Las personas suelen transmitir mensajes a través de:
[Lea: Comunicación no verbal y lenguaje corporal]
Leer el lenguaje corporal puede ser complicado. No todos utilizan exactamente las mismas señales no verbales. Y ciertas señales pueden significar varias cosas. Por ejemplo, ¿una persona golpea la mesa con el dedo porque se siente impaciente o porque está disfrutando de la canción que suena de fondo? Esto es lo que se debe considerar al intentar comprender el lenguaje corporal de alguien:
Busque coherencia. Las señales no verbales deben coincidir con lo que está diciendo la otra persona. Si su cónyuge dice que está ansioso, su inquietud o su ceño fruncido podrían reforzar este mensaje. En situaciones en las que el lenguaje corporal no coincide con lo que se dice, es posible que tenga que hacer un mayor esfuerzo para comprender cómo se siente la otra persona.
No dé demasiada importancia a las señales individuales. Si se concentra demasiado en una señal, es probable que malinterprete a la otra persona. Por ejemplo, solo porque una persona mire hacia otro lado no significa que esté desinteresada. Es posible que simplemente esté ordenando sus pensamientos. Al leer el lenguaje corporal, observe múltiples señales para obtener una comprensión más completa.
Recuerde que sus señales no verbales también transmiten mensajes a las personas que le rodean. Si está sentado con los brazos cruzados y mirando hacia otro lado, es posible que lo tomen como una señal de que no quiere hablar.
Si quiere animar a la persona a interactuar con usted, use señales positivas, como una sonrisa suave y contacto visual relajado, para proyectar calidez. Aprender formas de controlar el estrés puede ayudarle a evitar señales negativas inconscientes, como fruncir el ceño y mantener una postura rígida.
Ser empático requiere que se vuelva vulnerable. Cuando se esconde detrás de un aire de indiferencia, hace más difícil que otras personas confíen en usted o le comprendan. También evita que usted sienta y comprenda toda la gama de emociones de otras personas. Estos son algunos consejos para abrirse:
Cambie su concepto de vulnerabilidad. Quizá le hayan enseñado que es una señal de debilidad. Abrirse a los demás y confiar en que le escucharán y les aceptarán a usted y a sus defectos requiere valor.
Diga lo que piensa. Dígales a sus seres queridos cómo se siente realmente. Esto requiere que reflexione sobre su propio estado emocional y que practique abrirse con los demás. Esté preparado para aceptar y comunicar emociones intensas, como vergüenza, celos y dolor. Cuanto más hable de emociones, más comodidad sentirá. También notará que otras personas estarán más dispuestas a abrirse con usted a cambio.
Diga lo que necesita. Adquiera el hábito de expresar sus necesidades. ¿Necesita alguien con quien desahogarse? O tal vez necesite ayuda física con algo. Hablar de sus necesidades es más saludable que sufrir en silencio. No solo le hace la vida más fácil, sino que también hace que sus seres queridos se sientan confiados y necesitados.
Vaya poco a poco. Si le resulta difícil hablar sobre sus emociones o expresar sus necesidades, simplemente vaya con un paso a la vez. Tal vez pueda contarle a su amigo algo que le frustró de su día de trabajo. También puede contarle sobre partes de su día que le hicieron sentir emoción y alegría. O empiece por hacerle una pequeña petición a su pareja: “¿Podemos salir a caminar juntos esta noche? Caminar me ayuda a sentir menos estrés”.
No se preocupe demasiado por su reputación o perfección. Si se concentra demasiado en cómo le perciben otras personas, es posible que dude en ser comunicativo. Tal vez sienta que necesita aparentar fuerza y despreocupación. Intente hacer a un lado esa idea y comience a aceptar sus imperfecciones. La honestidad le acercará a las personas que le importan.
La inteligencia emocional (a veces llamada coeficiente emocional o IE) es su capacidad para identificar emociones y utilizarlas de manera que mejoren su vida. Por ejemplo, alguien con una IE alta sabe cómo aliviar su propio estrés y cómo reducir las discusiones intensas. La IE también mejora su capacidad para empatizar con los demás, ya que implica reconocer y comprender sus emociones.
La inteligencia emocional frecuentemente se define por cuatro atributos: autocontrol, autoconciencia, conciencia social y manejo de las relaciones. Estos son consejos para aprovechar cada uno de ellos:
Mejore el autocontrol aprendiendo formas de afrontar el estrés. El estrés puede dificultarle estar presente, al perjudicar su capacidad para evaluar emociones y situaciones sociales. Por lo tanto, aprender algunas estrategias para aliviar el estrés es un paso importante para mejorar su IE. Practique técnicas de relajación, como la respiración profunda, para ayudarle a mantener la calma al momento. Otras prácticas, como el ejercicio y la meditación, son acciones que puede realizar todos los días para reducir el estrés en general.
Aumente la autoconciencia con prácticas de atención plena. La atención plena implica enfocarse en el momento presente pero abstenerse de juzgar. Puede usar esto para conectarse y aceptar cualquier emoción que esté sintiendo actualmente. ¿Siente molestia? ¿Siente ansiedad? En lugar de etiquetar estas emociones como «malas» o «negativas», fomente la curiosidad por ellas. ¿Qué las causó? ¿Cómo se sienten físicamente? ¿Están afectando sus interacciones con los demás? Además de hacerlo más autoconsciente, esta práctica puede mejorar su capacidad para procesar emociones y aumentar el bienestar emocional.
[Lea: Kit de herramientas de inteligencia emocional]
Incremente la conciencia social enfocándose en otras personas. La atención plena también puede ayudarle con esta tarea. Trate de estar presente con quien sea que esté interactuando. ¿Cómo es su lenguaje corporal? ¿Hay algún tema al que le sigue dando vueltas? Conecte esta conciencia social con su autoconciencia. ¿La persona está diciendo o haciendo algo que despierte sus emociones? Quizá su lenguaje corporal le tranquilice. O tal vez está diciendo algo que le causa ansiedad.
Utilice las habilidades de resolución de conflictos para manejar las relaciones. Incluso cuando interactúa con su mejor amigo o su familiar más cercano, es probable que surjan desacuerdos. Es posible que tengan opiniones diferentes sobre la política. O quizá sus planes para unas vacaciones compartidas no coincidan. Quizá uno de ustedes ofenda accidentalmente al otro. Saber cómo elegir sus batallas, hacer concesiones y practicar el perdón puede ayudarle a afrontar estos conflictos inevitables.
Es más probable que las personas sientan empatía hacia personas parecidas a ellas. Es posible que sienta más inclinación a sentir empatía y ayudar a alguien que se parece a usted, se comporta como usted, comparte sus objetivos o experimenta dificultades similares. Desafortunadamente, esto puede generar prejuicios de empatía cuando se trata de diferencias en factores como raza, religión o cultura. Estas son algunas maneras de contrarrestar eso.
Expóngase activamente a nuevas perspectivas. Si usted es ateo, vaya a una ceremonia religiosa. Si es conservador en temas políticos, escuche podcasts que presenten una perspectiva liberal. Si está acostumbrado a la vida en la ciudad, pase algún tiempo en comunidades rurales. Busque puntos en común, pero también reconozca las diferencias. No necesariamente tiene que estar de acuerdo con todas las perspectivas con las que se encuentre. Sin embargo, tomarse el tiempo para simplemente escuchar con la mente abierta puede ayudarle a ver la humanidad en personas con diferentes orígenes o puntos de vista.
Disfrute de la ficción. Incluso interactuar con las perspectivas de personajes de ficción puede mejorar su empatía. Al leer una novela, usted intenta comprender los motivos, las metas y los estados emocionales de un personaje. En otras palabras, está ejercitando su capacidad de empatizar. Lo mismo ocurre cuando ve un programa de televisión o una película centrada en los personajes. Considere la posibilidad de abrirse a novelas, películas y otras obras de arte realizadas por personas de distintos orígenes culturales. Por ejemplo, si usted es blanco, lea más libros de autores latinos.
Esté dispuesto a cuestionar sus suposiciones. Al relacionarse con personas de distintos orígenes, es probable que descubra que muchas de las ideas que tenía sobre ellas eran erróneas. Está bien admitir que está equivocado. Considérelo como una experiencia de aprendizaje. También puede empezar a cuestionar sus suposiciones en situaciones cotidianas. Tal vez su amigo tiene una buena razón para llegar tarde. Quizá ese taxista fue grosero porque estaba bajo mucho estrés. Practique el uso de “y si…” para considerar otras perspectivas.
Es cierto que generar empatía es una forma de ampliar su círculo social y aumentar su felicidad. Pero no pase por alto los beneficios que tiene también para las personas con las que se encuentra. La empatía puede generar una reacción en cadena. Al tomarse el tiempo para escuchar verdaderamente a los demás, les brindará cierto nivel de consuelo emocional. Y es posible que les esté facilitando confiar, confortar y empatizar con aun más personas.
Última actualización o revisión el agosto 21, 2025Millones de lectores confían en HelpGuide.org para obtener recursos gratuitos basados en evidencia para comprender y afrontar los desafíos de la salud mental. Haga su donación hoy para ayudarnos a salvar, apoyar y cambiar vidas.
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