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Trastornos de la personalidad

Trastorno de la personalidad antisocial (TPA)

¿Conoce a alguien que constantemente no muestra consideración por los demás y siente poco remordimiento por sus acciones destructivas? Estos consejos pueden ayudarle a identificar el comportamiento antisocial y a lidiar con un sociópata.

¿Qué es el trastorno de la personalidad antisocial?

El trastorno de la personalidad antisocial (TPA o ASPD, por sus siglas en inglés), también conocido como sociopatía, implica un patrón persistente de insensibilidad hacia los demás y un incumplimiento de las normas y leyes sociales. A las personas con este trastorno a veces se les llama sociópatas.

Dependiendo de la gravedad del trastorno, las personas con TPA tienden a tener dificultades para mostrar empatía o preocuparse por los demás. Una conciencia o moral débil les permite engañar y manipular a quienes les rodean. También pueden ser hostiles e impulsivos, y es posible que no sientan remordimiento por sus acciones. Las personas con TPA son propensas a cometer actos autodestructivos y pueden tener problemas legales frecuentes.

Como es de esperar, las personas consideradas sociópatas también tienden a tener malas relaciones con sus amigos, familiares y parejas sentimentales. Si su ser querido tiene TPA, es posible que usted se sienta constantemente herido por su falta de interés. Por ejemplo, puede mentir sobre sus finanzas o robarle cada vez que le conviene. Es posible que le resulte difícil saber cuándo confiar en la persona y cuándo alejarla. Incluso puede vivir con miedo de que sus acciones puedan causarle daño físico.

Es improbable que una persona con TPA busque ayuda para su afección. Es más común que se niegue a asumir la responsabilidad de su comportamiento y que simplemente ignore el daño que ha causado a los que le rodean. Sin embargo, puede buscar tratamiento como parte de un castigo ordenado por un tribunal o si experimenta dificultades debido a su comportamiento autodestructivo.

Si conoce más sobre el TPA, podrá aprender a identificar a los sociópatas, establecer límites para protegerse a usted mismo y ofrecer orientación a un ser querido que busque ayuda.

Síntomas del trastorno de la personalidad antisocial

Algunas estimaciones muestran que el TPA se presenta en el 1 al 4 por ciento de la población. Pero, ¿cómo puede saber si alguien es un sociópata? Según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5, por sus siglas en inglés), si alguien tiene este trastorno, presentará tres o más de los siete síntomas siguientes antes de los 15 años de edad:

  1. Un incumplimiento de las normas sociales en lo que se refiere a las leyes. Alguien con TPA puede robar o infringir las normas de tráfico con regularidad sin preocuparse.
  2. Engaño. Les miente con facilidad a usted y a los demás. Puede estafar a la gente con dinero o simplemente ocultar información, sin informarle sobre sus acciones.
  3. Comportamiento impulsivo. Una persona con TPA puede abandonar un trabajo de manera repentina por capricho o tener un consumo compulsivo de alcohol y un comportamiento sexual arriesgado, por ejemplo.
  4. Agresividad. Con frecuencia, puede parecer irritable o agredir verbal o físicamente y de forma abusiva. Quizá le vea arrojar objetos contra las paredes o estallar en ataques de insultos y groserías.
  5. Desconsideración por su propia seguridad y la de los demás. Una persona con TPA puede tener el hábito de conducir de forma imprudente o manejar armas de fuego sin cuidado.
  6. Irresponsabilidad. Es posible que no se moleste en devolver dinero prestado o en presentarse ante un tribunal, y que se aleje de tales responsabilidades con una sensación de arrogancia o de que tiene derecho a hacerlo.
  7. Falta de remordimiento. Parece indiferente al dolor o las molestias que cualquiera de los síntomas anteriores ha causado a los demás.

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Trastornos similares y concurrentes

El TPA se clasifica como un trastorno de la personalidad del grupo B, junto con:

  • Trastorno de la personalidad histriónica (TPH o HPD, por sus siglas en inglés).
  • Trastorno límite de la personalidad (TLP o BPD, por sus siglas en inglés).
  • Trastorno de personalidad narcisista (TPN o NPD, por sus siglas en inglés).

Estos trastornos de la personalidad se caracterizan por emociones volátiles y un comportamiento impredecible. Pueden concurrir entre sí, lo que complica el diagnóstico y la trayectoria del tratamiento.

Por ejemplo, las personas con trastorno límite de la personalidad con frecuencia tienen un miedo intenso al abandono. Pero, al igual que las personas con TPA, también tienen dificultades para controlar sus impulsos.

Las personas con trastorno de la personalidad narcisista tienen poca empatía y pueden explotar a los demás, problemas que también están presentes en el TPA. Sin embargo, los narcisistas tienden a ser menos agresivos en apariencia y a enfocarse más en conseguir la admiración de los demás que los sociópatas.

Otros trastornos concurrentes

Además de otros trastornos de la personalidad, el TPA puede concurrir con afecciones como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH o ADHD, por sus siglas en inglés) y el abuso de sustancias. Los trastornos concurrentes pueden hacer que el comportamiento de un sociópata sea aún más impredecible.

TDAH. Por supuesto, la mayoría de las personas con diagnóstico de TDAH no son sociópatas. Sin embargo, tener TDAH puede ser un factor de riesgo para desarrollar este trastorno de la personalidad, y la impulsividad puede ser una característica importante de ambas afecciones.

Adicciones y abuso de sustancias. Las investigaciones muestran que tener TPA aumenta significativamente el riesgo de experimentar un trastorno por consumo de sustancias. Los individuos sociópatas son más propensos a ignorar las consecuencias legales y de salud del consumo excesivo de drogas y alcohol.

[Lea: Diagnóstico doble: Abuso de sustancias y salud mental]

Trastornos de ansiedad. Muchas personas con TPA también padecen un trastorno de ansiedad. Cuando estos trastornos concurren, es más probable que la persona experimente angustia e ideas suicidas.

Trastorno por estrés postraumático (TEPT o PTSD, por sus siglas en inglés). La toma de decisiones imprudente que acompaña al TPA aumenta el riesgo de experimentar un incidente traumático, como un accidente o un altercado violento. El TEPT se desarrolla cuando la mente y el cuerpo tienen dificultades para superar un evento traumático.

Esquizofrenia. El TPA puede concurrir con la esquizofrenia, un trastorno que afecta la forma en que una persona percibe la realidad. Sin embargo, como en el caso del TDAH, es importante señalar que la mayoría de las personas que padecen esquizofrenia no son violentas ni sociópatas.

El TPA frente a la psicopatía

Aunque a veces los términos se utilizan de manera indistinta, el TPA figura en el DSM-5 y la psicopatía no. Existe una lista de verificación que puede utilizarse para etiquetar a una persona como psicópata, que no coincide totalmente con los criterios del TPA. Los signos psicopáticos incluyen elementos como la simpatía superficial y autoestima alta, por ejemplo. Los psicópatas también pueden parecer más controlados y experimentar menos ansiedad que las personas con TPA. Aun así, existe una gran coincidencia entre la psicopatía y la sociopatía, ya que ambos trastornos implican insensibilidad, impulsividad y engaño. Solo una pequeña parte, aproximadamente un tercio, de las personas con TPA pueden ser consideradas psicópatas. Por otra parte, la mayoría de las personas etiquetadas como psicópatas también cumplen los requisitos para el diagnóstico de TPA. Algunos investigadores creen que la psicopatía es simplemente una forma más grave de TPA.

¿Qué causa el trastorno de la personalidad antisocial?

Una combinación de factores genéticos y ambientales puede aumentar el riesgo de que una persona padezca TPA o sociopatía.

No parece haber un gen específico que convierta a alguien en sociópata. Algunas investigaciones muestran que los genes que afectan a la serotonina y la dopamina, sustancias químicas asociadas a la felicidad y el placer, pueden ser un factor. Las variaciones en estos genes podrían provocar agresividad, impulsividad y disfunción emocional.

Los hombres tienen entre tres y cinco veces más probabilidades de recibir un diagnóstico de TPA que las mujeres. Al igual que el género, las experiencias de vida también pueden influir. Los antecedentes de haber sufrido abuso físico pueden aumentar su riesgo de desarrollar rasgos antisociales.

Los trastornos de la personalidad del grupo B, incluido el TPA, también pueden estar relacionados con un estilo de apego inseguro. Su estilo de apego es el resultado de experiencias tempranas con su cuidador principal, y esto repercute en su forma de abordar y pensar sobre las relaciones. Si tiene un apego inseguro, es probable que su cuidador no fuera capaz de proporcionarle un consuelo constante o de satisfacer sus necesidades con regularidad.

Tratamiento profesional

Debido a la naturaleza del trastorno, es posible que alguien con TPA no reconozca que tiene un problema ni adopte una actitud activa para encontrar tratamiento profesional. Sin embargo, si decide buscar ayuda, hay opciones disponibles, como la terapia y los medicamentos para las afecciones relacionadas.

La terapia cognitivo-conductual (TCC o CBT, por sus siglas en inglés) puede ser muy útil para mejorar su funcionamiento social, fortalecer las relaciones y reducir la agresividad. Este tipo de terapia consiste en explorar cómo sus pensamientos y sentimientos influyen en el comportamiento y luego hacer los ajustes adecuados. Por ejemplo, durante las sesiones de TCC, una persona con TPA puede aprender a cuestionar la suposición arraigada de que no se puede confiar en los demás.

Mentalización. Un enfoque pensado originalmente para tratar el trastorno límite de la personalidad también podría disminuir la agresividad en el trastorno de la personalidad antisocial. La mentalización involucra pensar en cómo los diferentes estados mentales afectan al comportamiento. Durante el tratamiento, un profesional clínico puede pedirle que relate una confrontación pasada y que describa su estado emocional durante la misma. Luego puede animarle a reflexionar sobre cómo la otra persona pudo haber visto y sentido el conflicto. Este tipo de ejercicio puede ser útil para desarrollar la empatía. Las sesiones basadas en la mentalización también pueden realizarse en un entorno grupal, lo que puede ayudar a los participantes a sentirse menos aislados y fomentar la compasión.

Tratamiento de los trastornos concurrentes. Las variaciones de la TCC pueden ser útiles para tratar el TDAH en adultos, los trastornos por consumo de sustancias y el TEPT. Sin embargo, también pueden incorporarse otras soluciones terapéuticas, como la terapia de desensibilización y el reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR, por sus siglas en inglés) para la ansiedad, el TEPT y el trauma. Las clases para el control de la ira también pueden ayudar a una persona con TPA a controlar su temperamento.

Medicamentos

No hay medicamentos que traten específicamente el TPA. Sin embargo, algunos medicamentos pueden ayudarle a controlar ciertos síntomas:

  • Los anticonvulsivos, que suelen utilizarse para tratar las convulsiones, pueden ayudar a reducir el comportamiento impulsivo en las personas con TPA.
  • Los antipsicóticos, como la risperidona y la quetiapina, pueden utilizarse para tratar la agresividad.
  • Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS o SSRI, por sus siglas en inglés), un tipo de antidepresivo, también pueden recetarse para reducir el comportamiento agresivo de una persona.

Los medicamentos también pueden ayudar a tratar las comorbilidades. El TDAH concurrente, por ejemplo, puede tratarse con medicamentos como la atomoxetina y el bupropión. Sin embargo, dado que las personas con TPA presentan un mayor riesgo de abuso de sustancias, el proveedor de atención médica debe tener especial cuidado al prescribir medicamentos potencialmente adictivos.

Cómo afrontar la situación si un ser querido tiene TPA

Si su ser querido padece TPA, es posible que viva con constante miedo por su comportamiento impredecible. ¿Estallará en un ataque de ira durante una conversación? ¿Le robará el auto y desaparecerá durante días? ¿Recibirá una llamada de la policía o de un hospital con malas noticias? Aunque no puede controlar el comportamiento volátil o errático de su ser querido, hay algunas medidas que pueden ayudarle a sobrellevar la situación.

No tome sus acciones de manera personal. El trastorno de la personalidad de su ser querido no está relacionado con usted. No le miente porque usted sea ingenuo ni le dice cosas hirientes porque usted se lo merezca. Reconozca que padece un trastorno de la personalidad e intente no tomarse sus acciones de manera personal. Haga todo lo posible por separar su propia autoestima del comportamiento de su ser querido.

Reconozca y escape del abuso. Es fundamental reconocer el abuso en una relación y tomar medidas para mantenerse seguro. Recuerde que el abuso no siempre involucra violencia física. Los abusos emocionales y verbales pueden presentarse al insultar, avergonzar, intimidar y con un comportamiento controlador.

Anímela a buscar tratamiento. Es poco probable que una persona con TPA busque tratamiento por sí misma, pero puede intentar impulsarla en esa dirección. Señale las formas en que su trastorno está afectando de forma negativa su vida, ya sea la carga económica de los asuntos legales o los efectos sobre la salud de su comportamiento impulsivo. Según la situación, podría ser mejor evitar hablar sobre el trastorno de la personalidad en sí y, en su lugar, animarle a buscar ayuda para los problemas relacionados, como el abuso de sustancias.

[Lea: Cómo ayudar a alguien con una enfermedad mental a aceptar el tratamiento]

Establezca límites. Los límites pueden ayudarle a protegerse de las malas decisiones y el comportamiento imprudente de su ser querido. Sea claro al establecer los límites y hágale saber las acciones que no tolerará y por qué. Puede decir: siento que me faltas al respeto cuando me gritas. Por favor, no vuelvas a levantarme la voz.

Haga cumplir los límites. No basta con poner límites, también necesita hacerlos cumplir. Comunique a su ser querido las consecuencias de sobrepasar un límite. Puede decirle: Si vuelves a mentirme, me tomaré un descanso de esta relación. Diga solo las consecuencias que esté dispuesto a cumplir.

Encuentre apoyo. Si solo cuenta con el apoyo de su ser querido con TPA, es posible que se esté exponiendo a una decepción o un dolor continuos. Reconozca las áreas en las que la persona le ha defraudado repetidamente, como al manejar el dinero o respetar sus sentimientos. Modere sus expectativas en esas áreas y recurra a otros amigos o familiares que puedan satisfacer esas necesidades.

Si necesita ampliar su red de apoyo, tome medidas para relacionarse con gente nueva. Los grupos de apoyo pueden ayudarle a conocer a personas que se enfrentan a problemas similares, lo que puede ayudarle a sentirse comprendido y recibir consejos para mejorar sus estrategias de afrontamiento.

Si necesita ayuda para el TPA

No todas las personas con TPA desconocen su afección. Si reconoce los síntomas en usted mismo y quiere mejorar su vida y sus relaciones, hablar con un terapeuta profesional debería ser una prioridad. Sin embargo, también hay medidas que puede tomar por su cuenta para mejorar su forma de afrontar el TPA.

Además de seguir los consejos, es importante construir relaciones de apoyo que le ayuden a abordar cualquier problema de apego inseguro, que a menudo contribuye a los trastornos de la personalidad.

[Lea: Cómo afectan los estilos de apego en las relaciones adultas]

Formar vínculos con personas con apego seguro puede ayudarle a reconocer sus propios comportamientos negativos y a adoptar hábitos más saludables.

Consejo 1: Practique la empatía

La empatía le permite comprender mejor la perspectiva de otra persona y a estar en contacto con sus emociones.

Aprenda a escuchar mejor. Durante la conversación, intente comprender realmente la situación y las emociones de la otra persona. Intente ponerse en su lugar y ver el mundo desde su perspectiva. Pida aclaraciones y ofrezca su opinión, cuando sea necesario.

[Lea: Empatía: Cómo sentir y responder a las emociones de los demás]

Practique leer las señales no verbales. Las personas pueden comunicar mucho a través de su lenguaje corporal. ¿Muestran una sonrisa falsa? ¿Están tensos? Aprender a interpretar las señales no verbales también es una forma de sintonizar mejor con el estado emocional de otra persona.

Sea vulnerable. Quizá haya aprendido a protegerse escondiéndose tras la barrera de la indiferencia. Esa barrera también le impide conectarse plenamente con los demás. Esté dispuesto a compartir sus miedos, ansiedades y dificultades con personas en las que confía.

Consejo 2: Mejore su inteligencia emocional (IE)

La IE es la capacidad de comprender y manejar sus emociones de forma sana y constructiva. Al trabajar su inteligencia emocional, también puede fortalecer sus relaciones y la toma de decisiones.

Utilice la conciencia plena para cultivar la autoconciencia. La conciencia plena consiste en reconocer las sensaciones y emociones presentes sin juzgarlas. Puede ayudarle a evaluar mejor sus sentimientos y a identificar patrones de pensamiento negativos que conducen a comportamientos destructivos. Reconocer la inseguridad y la vergüenza, por ejemplo, puede ayudarle a afrontar mejor los ataques de ira derivados de esas emociones.

Adopte un enfoque consciente de las interacciones. También puede utilizar la conciencia plena para mejorar su concentración durante las conversaciones con los demás. Deje a un lado los juicios personales y las críticas mientras la otra persona habla. En su lugar, manténgase presente y preste atención a su lenguaje corporal, su tono y sus palabras. 

Practique las habilidades de resolución de conflictos. No siempre estará de acuerdo con las personas que le rodean. Por ejemplo, podría no estar de acuerdo con la manera de realizar una tarea, o incluso tener deseos y necesidades opuestos. Aprender a llegar a acuerdos y a perdonar a los demás por sus acciones puede ayudar a resolver conflictos de forma eficaz y a fortalecer las relaciones.

Consejo 3: Aborde los problemas de abuso de sustancias

Con frecuencia, el abuso de sustancias va de la mano con el TPA. Las drogas y el alcohol pueden empeorar su salud física y mental, así como debilitar sus relaciones.

Aprenda a identificar los desencadenantes. Son situaciones o sentimientos que le llevan a abusar de sustancias. Por ejemplo, podría ser más propenso a beber cuando está cerca de ciertas personas. Una vez que conozca sus desencadenantes, podrá predecirlos mejor y prepararse para resistir los deseos de beber.

Intente controlar el estrés. En lugar de recurrir a las drogas o el alcohol para relajarse de las situaciones estresantes, busque formas más saludables de controlar el estrés, como las prácticas de relajación: la meditación, la respiración profunda o el ejercicio.  

Encuentre un propósito. Dedique tiempo a pasatiempos e intereses significativos, ya sea hacer deporte, practicar un instrumento o desarrollar habilidades prácticas. El aburrimiento y la sensación de vacío pueden desencadenar o mantener el abuso de sustancias.

Consejo 4: Calme la ira y la impulsividad

Los arrebatos de ira y las acciones impulsivas pueden ponerle a usted y a los demás en peligro. Tanto si provoca peleas que acaban en lesiones como si pierde sus ahorros por una decisión financiera arriesgada, su comportamiento puede ser muy perjudicial. También puede afectar en sus relaciones, haciendo más difícil que sus amigos y familiares confíen en usted.

Identifique sus señales de advertencia de la ira. Es probable que experimente ciertos síntomas físicos antes de un arrebato emocional. Por ejemplo, puede sentir que aprieta la mandíbula, notar tensión en los hombros o sentir opresión en el pecho. Una vez que reconozca sus señales de advertencia, podrá tomar medidas para calmar su ira.

Tome medidas para calmarse. Tenga en mente un plan de acción para cuando note sus señales de advertencia de la ira. Este plan podría incluir desde un ejercicio de respiración profunda para calmarse hasta una caminata enérgica que le ayude a liberar la energía reprimida. Experimente con distintas estrategias para determinar qué le funciona mejor.

[Lea: Control de la ira]

Retrase la toma de decisiones. Establézcase una regla que consista en esperar una cierta cantidad de tiempo antes de tomar decisiones importantes. Por ejemplo, si está pensando en renunciar a su trabajo, en lugar de marcharse en un momento de frustración, comprométase a reflexionar sobre sus opciones durante 24 horas completas.

Sobrellevar el TPA involucra reconocer y abordar sus debilidades, así como encontrar el apoyo adecuado. No es fácil, pero las cosas pueden cambiar. A pesar de los síntomas del trastorno de la personalidad antisocial, puede recibir y dar amor, dominar sus vicios y construir vínculos significativos con los demás.

Líneas de ayuda y apoyo

Última actualización o revisión el febrero 22, 2024