Las bendiciones de los nuevos bebés

Este es un extracto tomado de la obra del autor Robert C. Hamilton, M.D., 7 Secrets of the Newborn: Secrets and (Happy) Surprises of the First Year. (Los 7 secretos del recién nacido: Secretos y sorpresas [felices] del primer año).

Todos los futuros papás y mamás tienen preocupaciones. Buscar la confirmación de que todo va a estar bien es normal. Como pediatra con más de treinta años de experiencia, escuchar a parejas jóvenes preguntarse en voz alta si estarán a la altura de la tarea de ser padres es algo que espero. De hecho, un poco de angustia me indica que están tomando en serio sus futuras responsabilidades. Pero las preocupaciones de los futuros papás y mamás de hoy se han elevado a nuevos niveles, reflejando el mundo caótico en el que todos vivimos.

No hay padres perfectos

La vida actual parece estar llena de más incertidumbre e inseguridad para los padres jóvenes. La vida también parece llegar a nosotros cada vez más rápido. Estamos bombardeados con más información contradictoria de la que podemos clasificar o digerir. Económicamente, también tenemos desafíos. Cada vez más familias necesitan dos ingresos solo para llegar a fin de mes y, además de todo, el mundo parece un lugar más peligroso para vivir, y mucho más para criar hijos.

Es normal actuar con precaución en estos tiempos, pero muchos padres de hoy parecen tener un exceso de precaución, una búsqueda de perfección y una necesidad de planes infalibles para mitigar todas las variables. Las parejas que acaban de quedar embarazadas están abordando la paternidad como una clase universitaria con tareas, exámenes finales y sin margen de error. Están haciendo todo lo que está a su alcance para hacerlo bien y aprobar el examen de la crianza. Más que nada, esperan ser mamás y papás “perfectos”, pero, como todos sabemos, esas personas no existen en nuestro mundo.

Este es mi primer secreto, basado en muchos años como padre y abuelo: no importa cómo sea el mundo hoy, las delicias y los placeres infinitos que los hijos aportan a la vida de los padres siguen estando ahí para disfrutarse. Nada de lo bueno ha disminuido, ni se ha perdido la satisfacción. La cultura moderna está tratando de acorralar a los jóvenes, pero no tienen por qué dejarse llevar. Comience atravesando y desmontando el siempre exigente velo materialista que se cierne sobre nuestras cabezas. Decida mantener las cosas simples. La crianza es su derecho de nacimiento, así que no deje que el dinero, seguir el ritmo de los demás o los desafíos de la vida cotidiana nublen el camino.

La verdad sobre la crianza de los hijos

Algunas lecciones de crianza las he aprendido por hacer las cosas mal. Sacar tarjetas didácticas para mi hija de menos de un año no la encaminó a convertirse en una lectora precoz. Exigir que todos mis hijos aprendieran a tocar el violín, sin importar cómo se sintieran al respecto, tampoco resultó tan bien. No seguiré más.

También he aprendido mucho de los increíbles y dedicados padres cuyos hijos he tenido el honor de cuidar. He aprendido de papás que enseñan a sus hijos a atrapar una pelota y a nadar, de otros padres (intrépidos y audaces) que llevan a sus hijos a grandes aventuras como visitar los cincuenta estados en unas largas vacaciones de verano, de mamás que suben el Kilimanjaro con sus hijas adolescentes y de otros más que vacacionan con sus hijos en cabañas remotas sin televisores ni teléfonos. El número de padres excelentes que conozco y he conocido es inmenso. Son personas amorosas que han enriquecido mi comprensión de cómo es una crianza saludable y amorosa.

El viaje que les espera

Mi primera responsabilidad es hacerle saber que quienes están a punto de tener un bebé están al borde de enamorarse desesperadamente de un completo desconocido… alguien que nunca han conocido antes. Así que, mamás y papás, ¡tengan cuidado! Este amor profundo y arrebatador los va a tomar por sorpresa.

Los padres están hechos para amar

Hay padres que vienen a diario a mi consultorio y comparten conmigo, sin que yo se los pida, el intenso e inesperado amor que sienten por sus bebés recién nacidos. Es una emoción distinta a todo lo que han conocido. Hablan de estos sentimientos como si los hubiera poseído un extraterrestre, una fuerza externa, pero surge de lo más profundo de ellos.

Estos sentimientos que sienten los nuevos padres son, en efecto, profundos, pero no se basan en la nostalgia ni en emociones aleatorias, ni son mágicos. Son un derivado de cambios fisiológicos ocultos que ocurren dentro de nuestro cuerpo humano.

Para las mamás, estos sentimientos son el resultado de hormonas que provocan cambios físicos y estructurales reales en el cerebro y hacen que la experiencia de ser madre sea maravillosamente deseable y altamente placentera.

Las preocupaciones se desvanecen ante la maravilla de todo esto

Nadie puede describir adecuadamente la maravilla de dar la bienvenida a un bebé al mundo. Se ubica como uno de los verdaderos momentos “¡Guau!” que la vida nos otorga a los simples mortales y nos deja a todos sin palabras.

Los padres de estas pequeñas personas son aún más bendecidos porque, mientras cuidan de su bebé y están completamente comprometidos e inmersos en el proceso, son testigos de muchos otros eventos extraordinarios que se desarrollan cada día ante sus ojos. Desde sus asientos en primera fila, los padres ven a sus pequeños y tiernos recién nacidos transformarse y evolucionar desde su infancia primordial hasta convertirse en niños pequeños balbuceantes, activos y en constante movimiento. ¡Es un primer año glorioso! Y es solo el comienzo de lo que les espera a las mamás y los papás que se han enamorado desesperadamente.

Última actualización o revisión el agosto 21, 2025