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Problemas del envejecimiento

El alcohol y los adultos mayores

Muchas personas mayores beben más alcohol, pero el consumo de alcohol conlleva riesgos únicos a medida que envejece. Incluso si bebe para enfrentar los retos del envejecimiento, hay formas de reducir su consumo.

Envejecimiento y consumo de alcohol

A medida que envejece, es posible que disfrute más del vino, la cerveza o su licor favorito. Quizá con el tiempo vaya sintiendo mayor predilección por el sabor. O quizá su grupo social en su conjunto haya empezado a incorporar más bebidas alcohólicas a sus reuniones habituales.

Por otra parte, algunas personas mayores recurren al alcohol para automedicarse. Esta nueva etapa de la vida puede venir acompañada de todo tipo de nuevos retos y obstáculos, como una reducción de las finanzas, una vida social cada vez más reducida y la disminución de sus capacidades físicas. Y cuando esos cambios parecen abrumadores, el alcohol puede parecer una forma conveniente de afrontarlos.

Aunque no es el único, ya que las investigaciones demuestran que el consumo de alcohol está aumentando entre los adultos mayores, intentar olvidar sus problemas con la bebida solo crea una peligrosa espiral. Aunque su hábito de beber no se convierta en alcoholismo, puede notar las consecuencias físicas, mentales y sociales de sus actos, lo que a su vez le lleva a beber más para aliviar el estrés.

Con la edad llega la sabiduría, pero incluso los adultos mayores pueden verse sorprendidos por un problema de consumo de alcohol. Sin embargo, siempre puede tomar medidas para adoptar una relación más saludable con el alcohol. El primer paso es conocer las razones comunes del consumo de alcohol, las señales de consumo excesivo y los riesgos específicos que el alcohol les plantea a los adultos mayores.

Razones comunes por las que los adultos mayores consumen alcohol

En lugar de abordar las causas de fondo de las emociones negativas, algunas personas consumen alcohol para buscar alivio a sus problemas. Este puede ser un camino tentador, sobre todo ante los nuevos retos que surgen más adelante en la vida. Algunos de estos retos pueden ser:

Aburrimiento o falta de propósito. Muchos de nosotros anhelamos la jubilación. Pero si no tiene actividades o intereses que sustituyan al trabajo, puede ser una época estresante en la que podría sentirse aburrido o sin rumbo. La pérdida de identidad, estatus o propósito puede incluso contribuir a provocar sentimientos de depresión.

Ingresos reducidos. La jubilación o una menor capacidad para trabajar puede afectar a sus ingresos, y la inestabilidad financiera generalmente aumenta el estrés. Beber puede parecer una forma de aliviar la tensión, pero, al final, solo empeora aún más su estado de ánimo y su situación financiera.

Deterioro de la salud. El envejecimiento conlleva un mayor riesgo de padecer afecciones de salud graves, como enfermedades cardiovasculares, deterioro cognitivo o pérdida auditiva. Los problemas de salud pueden llevarle a la desesperación o incluso a pensar obsesivamente sobre su propia mortalidad. Beber puede parecer una forma de escapar de estos sentimientos difíciles.

Soledad. Muchos de nosotros, a medida que envejecemos, empezamos a luchar contra el aislamiento social y la soledad. Esto podría deberse a cualquier cosa, desde vivir solo hasta la jubilación o una movilidad física limitada. Beber puede ser una forma de pasar el tiempo en soledad.

Pérdidas recientes. La pérdida de viejos amigos y familiares puede desencadenar intensos sentimientos de dolor. No es raro que la gente intente «ahogar sus penas».

Con el tiempo, el consumo de alcohol puede hacerle más difícil superar cualquiera de estos retos del envejecimiento. Es posible que el consumo de alcohol limite aún más su presupuesto ya de por sí ajustado, agrave sus sentimientos de dolor, o acelere un problema de salud física o mental.

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Peligros de consumir alcohol en exceso a medida que envejece

Tal vez haya caído en la idea errónea común de que mientras más años tenga, mejor podrá controlar el alcohol. En realidad, a medida que envejece, al cuerpo le cuesta más metabolizar el alcohol, lo que aumenta su sensibilidad. También es probable que tenga menos masa muscular que cuando era más joven, por lo que los efectos del alcohol pueden aparecer más rápido.

Los bebedores de mayor edad tienen más riesgo de:

Lesiones por accidentes relacionados con el alcohol. Si su equilibrio, vista o reflejos no son lo que eran, es más probable que ocurran accidentes como caídas y choques automovilísticos. Además, la reducción de la masa muscular y la densidad ósea aumentan las probabilidades de sufrir lesiones graves.

Complicaciones de salud. El alcohol puede agravar las afecciones que son comunes en las personas mayores, como presión arterial alta, osteoporosis, diabetes, problemas hepáticos, úlceras o problemas de memoria.

Interacciones farmacológicas adversas. A medida que envejecemos, a menudo dependemos de medicamentos recetados o de venta libre para controlar nuestras afecciones de salud, ya sean pastillas para dormir, analgésicos, medicamentos para la depresión u otros trastornos del estado de ánimo. Algunos de estos medicamentos pueden ser peligrosos si se combinan con el alcohol.

Los adultos mayores que beben en exceso también se enfrentan a muchos de los mismos riesgos que los bebedores más jóvenes, lo que incluye:

  • Reducción de la calidad del sueño.
  • Aumento de la ansiedad.
  • Empeoramiento de la depresión.
  • Aumento de peso.
  • Desarrollo de nuevas enfermedades crónicas como cáncer, enfermedades del corazón o enfermedades hepáticas.
  • Problemas sociales, como el deterioro de las relaciones con la familia y los amigos.

Señales de que bebe más de lo saludable

Una encuesta realizada en 2021 sugiere que más de la mitad de los estadounidenses mayores de 50 años consumieron alcohol al menos una vez en el último año. Dado que beber alcohol es una actividad tan común, no siempre es fácil saber cuándo el consumo moderado se convierte en consumo indebido o abuso del alcohol. Estas son algunas señales de que puede estar bebiendo en exceso.

Se toma más copas de las que pretendía. Es posible que planee tomarse una sola bebida alcohólica en la cena, pero se repite a sí mismo: una más no me hará daño. Más tarde, descubre una colección de botellas vacías sobre la mesa.

Experimenta deseos de beber alcohol. Quizá sienta ganas de beber, incluso en momentos inadecuados. Cuando no puede tomar una bebida alcohólica, puede sentirse desconcentrado o irritado.

Sufre un lapsus de memoria mientras bebe. Un lapsus de memoria se produce cuando bebe tanto que experimenta pérdida de la memoria o recuerdos fragmentados. Puede hacer que se sienta preocupado por su salud o que esté nervioso por las cosas que dijo o hizo mientras consumía alcohol.

Se siente avergonzado por beber alcohol. Después de beber demasiado, puede sentirse culpable por su falta de autocontrol. También puede arrepentirse de las cosas que dijo o hizo mientras estaba en estado de ebriedad.

Consumir alcohol empeora su salud mental. Quizá se tome unas cuantas copas con la esperanza de olvidar sus problemas. Sin embargo, más tarde se da cuenta de que beber aumentó su sensación de desesperanza y ansiedad.

[Lea: Alcoholismo y abuso del alcohol]

Beber alcohol afecta a sus relaciones. Aunque su bienestar físico o mental no se vea notablemente afectado, su consumo de alcohol puede ser un punto de conflicto entre usted y sus seres queridos. Tal vez sus hijos adultos se preocupen por su salud o puede ser que a su pareja no le guste cómo se comporta después de unas cuantas copas.

Si alguno de estos signos le suena familiar, es posible que se sienta desesperado. Tal vez tema que este patrón de conducta degrade la calidad de su salud física y mental, así como su vida social. Tenga la seguridad de que hay medidas que puede tomar para recuperar el control, afrontar los retos de formas más saludables y aprovechar al máximo la vida a medida que envejece.

Consejo 1 de autoayuda: Busque formas de reducir su consumo de alcohol

De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EE. UU., los hombres deberían limitar el consumo de alcohol a dos copas o menos al día, y las mujeres a una copa o menos. Si le parece un objetivo difícil, recuerde que reducir el consumo a una sola copa al día podría mejorar su salud cerebral.

Empiece por hacer estos pequeños cambios:

Establezca límites estrictos. Tal vez prefiera limitarse a un cierto número de copas por reunión. Anote su objetivo en algún sitio como recordatorio. Si es necesario, anote la cantidad que bebe para poder supervisar mejor su hábito de consumo. También comparta sus límites con los que le rodean. Ellos no son responsables de su conducta, pero pueden ofrecerle recordatorios amables o evitar animarle a beber más.

Elija días de abstinencia. Si tiene el hábito de beber todos los días, esta puede ser una buena forma de reducir su consumo de alcohol. Elabore una lista de actividades que le distraigan de la bebida durante los días que decida abstenerse. Por ejemplo, dar un paseo nocturno con un amigo, tener una noche de películas con la familia o dedicar tiempo a cuidar su jardín.

Vaya despacio. Cuando tenga una bebida alcohólica, tome pequeños sorbos y perciba el sabor. Esto puede ayudarle a reducir la cantidad que acaba bebiendo al final de la noche. También puede ayudarle beber agua entre sorbo y sorbo de alcohol. Beber agua no evitará la resaca, pero puede ayudarle a llenar el estómago y disuadirle de beberse la cerveza de un trago. Comer entre sorbos puede tener beneficios similares.

Haga más difícil encontrar alcohol. Aunque es cómodo y generalmente más barato que ir a un bar, evite almacenar alcohol en su casa. Si tiene cerveza en el refrigerador o vino en el comedor, es demasiado fácil conseguir una bebida alcohólica al final de un día estresante.

Pruebe alternativas sin alcohol. Si le encanta el sabor de la cerveza o el vino, pruebe los productos sin alcohol. Las alternativas sin alcohol pueden ser especialmente útiles cuando ya alcanzó su límite de alcohol establecido para el día, pero sigue teniendo deseos de beber. Quizá tenga que experimentar con unos cuantos productos antes de encontrar la bebida sin alcohol que más le satisfaga.

Cómo abordar la adicción al alcohol

¿Debería reducir el consumo de alcohol o dejarlo por completo? Es una elección personal, aunque si tiene una adicción al alcohol, abandonar el hábito es la opción más saludable. Pero no siempre es fácil. Los alcohólicos pueden experimentar síntomas de abstinencia severos, como dolores de cabeza, náuseas y aumento del ritmo cardiaco, si dejan de consumir alcohol de repente.

Algunas personas son capaces de superar la adicción al alcohol por sí solas, pero las opciones de tratamiento, como los centros residenciales y la terapia individual o grupal, también pueden ser útiles. Obtenga más información en nuestra guía sobre Cómo superar la adicción al alcohol.

Consejo 2: Reconozca los desencadenantes de su consumo de alcohol

Los desencadenantes son circunstancias familiares que le llevan a realizar una acción específica. Los desencadenantes no le obligan a realizar una conducta, pero pueden provocar inconscientemente una respuesta del comportamiento, en este caso, tomar una bebida alcohólica.

Algunos desencadenantes comunes del consumo de alcohol pueden incluir ubicaciones, como estar sentado en un restaurante o bar. Momentos específicos, como los fines de semana o durante las noches, pueden ser señales de que es hora de beber. Quizá instintivamente busque una cerveza al volver a casa después de hacer mandados. O tal vez se sienta obligado a beber cada vez que está cerca de un amigo al que también le gusta el alcohol.

Los desencadenantes no se limitan a factores externos. Podría sentir el impulso de beber cada vez que experimenta estados emocionales negativos, como ansiedad, frustración o tristeza.

Ponga atención a sus desencadenantes particulares. ¿Qué circunstancias le provocan deseos de beber? Anótelas todas si es necesario. Esta lista puede ayudarle a tomar algunas medidas preventivas. Por ejemplo, podría decidir reducir sus visitas a los restaurantes que sirven alcohol. Si estar cerca de un amigo determinado desencadena su deseo por beber, puede sugerir salidas que no involucren el consumo de alcohol.

[Lea: Cómo seguir siendo sociable cuando se deja de beber]

Si no puede evitar un determinado desencadenante, como pasar fines de semana solo, puede seguir varias estrategias:

  • Enfóquese en las razones por las que quiere evitar beber. Intente recordar lo terrible que se siente una resaca o imagine las consecuencias a largo plazo del abuso del alcohol.
  • Busque una distracción. Piense en actividades que puedan sustituir el consumo de alcohol. Por ejemplo, dar un paseo tranquilo al aire libre o hacer mandados. Si se distrae el tiempo suficiente, se le pasará el deseo de beber.
  • Busque ayuda. Considere llamar a un amigo, familiar u otra persona de confianza en busca de apoyo. Podrían distraerle del deseo de beber o recordarle por qué beber no es la solución.

Consejo 3: Encuentre apoyo social

La soledad es un obstáculo común al que muchos nos enfrentamos al envejecer y puede ir de la mano de la depresión y el consumo excesivo de alcohol. Quizá haya perdido el contacto con un valioso círculo de amigos del trabajo tras la jubilación. O tal vez sus amigos de toda la vida hayan fallecido o se hayan mudado. Si vive en una zona rural o su movilidad física es limitada, también puede tener problemas de aislamiento que le lleven a pasar demasiado tiempo solo, bebiendo y dándole vueltas a sus pensamientos.

Reforzar o crear una red de apoyo social es una excelente forma de superar la soledad que puede desencadenar el consumo de alcohol. Estos son algunos consejos:

Empiece por acercarse a sus conocidos: gente con la que se cruza habitualmente pero que aún no son amigos. Puede ser alguien que vea en una cafetería o biblioteca local. Invítelo a una salida sencilla, como un paseo por el parque, para que se conozcan mejor.

Haga un voluntariado. Busque oportunidades de voluntariado locales que le interesen. Ayude en una campaña de recolección de ropa o un programa de mentores. No solo es una buena manera de hacer amigos, sino que también puede añadir un sentido de propósito y satisfacción a sus días.

Participe en grupos y eventos locales. Únase a un grupo de yoga o taichí, vaya a un museo cuando se inaugure una nueva exposición o busque actividades en centros de cuidado diurnos para adultos. Ábrase a nuevas experiencias y conocerá a gente nueva e interesante. Solo intente evitar grupos o eventos que puedan incitarle a beber.

[Lea: Cómo hacer buenos amigos]

Cómo mantenerse en contacto con la tecnología

Si la distancia o las limitaciones de movilidad le impiden reunirse con regularidad con sus seres queridos, aproveche la tecnología. El correo electrónico y los mensajes de texto son útiles para compartir actualizaciones de la vida diaria y fotografías. O puede programar videollamadas para escuchar y ver a sus amigos y familiares. También puede volver a conectar con viejos amigos mediante las redes sociales y después programar reuniones en línea.

Además, puede ser creativo con la comunicación a larga distancia. En lugar de solo chatear, considere organizar un club de lectura digital o una noche de juegos con amigos mediante una videollamada. Si nunca ha tenido una videoconferencia o utilizado las redes sociales, es posible que al principio se sienta un poco incómodo, pero pronto aprenderá.

Consejo 4: Busque formas más saludables de lidiar con el estrés

A pesar de la sensación de euforia pasajera que produce una borrachera, beber alcohol no le ayudará a lidiar con los retos estresantes que a menudo conlleva el envejecimiento. Sin embargo, hay formas más saludables de controlar el estrés y aumentar su resistencia emocional.

[Lea: Automedicación para la depresión, la ansiedad y el estrés]

Manténgase lo más activo posible. El ejercicio regular es importante para la salud física y mental a medida que envejece. El ejercicio libera endorfinas y favorece la sensación de bienestar. La próxima vez que sienta deseos de beber, o si los está sintiendo ahora, levántese y dé un pequeño paseo para ver si se le pasa el impulso de beber. Incluso si su movilidad es limitada, puede encontrar actividades que se ajusten a sus capacidades. Hacer ejercicio con un amigo o vecino también es una excelente forma de convertir el ejercicio en una actividad social.

Experimente con técnicas de relajación. Prácticas como la meditación de atención plena, la visualización y los ejercicios de respiración profunda pueden ayudar a combatir el estrés sin recurrir al alcohol. También pueden ser útiles los ejercicios que involucran el movimiento rítmico, como nadar o correr, y las actividades que involucran la respiración profunda, como el yoga.

Siga una dieta saludable. Su dieta es otro factor que puede afectar su salud física, así como a su estado de ánimo y sus niveles de energía. Intente comer alimentos nutritivos y bien balanceados.

Duerma lo suficiente. Dormir entre siete y ocho horas por la noche puede ayudar a reducir los sentimientos de ansiedad y depresión. Los cambios hormonales pueden provocar dificultades para dormir a medida que envejece. Sin embargo, identificar y abordar otras causas subyacentes del insomnio puede ayudar a mejorar la calidad del sueño.

Consejo 5: Dele un nuevo sentido a su vida

Acontecimientos como la jubilación o un duelo pueden hacerle cuestionar su propósito en la vida. Tal vez sienta que su sentido de identidad estaba ligado a su trabajo o que su sentido de vida provenía de su relación con su difunto cónyuge. O tal vez un diagnóstico de demencia, cáncer o una enfermedad similar le haya arrebatado su sentido de independencia. Es fácil recurrir al alcohol para llenar ese vacío en su vida. Pero a continuación se presentan algunas formas de renovar su sentido de vida de manera más satisfactoria:

Haga un voluntariado. Piense en formas de servir a su comunidad local o de apoyar causas que le apasionen. Ayude en una campaña de recolección de alimentos, participe en estudios clínicos o trabaje con su iglesia para poner en marcha un programa de verano para niños, por ejemplo.

Asesore a personas más jóvenes. Es probable que haya acumulado años de conocimientos y experiencia a lo largo de su vida y carrera profesional, los cuales puede transmitir para beneficiar a las generaciones más jóvenes. Acérquese a grupos juveniles, centros comunitarios, universidades locales o grupos de voluntarios para encontrar oportunidades para mentores en su zona.

Escriba sus memorias. O un libro práctico sobre algo en lo que sea experto. Si tiene nietos, podría recopilar la historia familiar o hacer álbumes de fotografías para heredárselos. O cree un blog sobre su vida y sus experiencias.

Aprenda nuevas habilidades. No caiga en la creencia de que es demasiado mayor para aprender algo nuevo. Tome clases de baile, experimente con un instrumento musical o inscríbase en un curso en una universidad comunitaria. También es una excelente forma de ampliar su círculo social.

Profundice en sus pasatiempos e intereses. ¿Le encanta cocinar? Empiece a recopilar sus recetas en un libro. ¿Le gusta pasar tiempo en la naturaleza? Únase a un grupo de observación de aves o de senderismo. Si se enfoca más en los intereses que dan sentido y alegría a su vida, empezará a sentirse más realizado y menos dependiente del alcohol. Si las nuevas limitaciones le impiden seguir con sus antiguos pasatiempos, intente dedicarse a algo nuevo.

Añada un compañero peludo a su vida. Si es una persona activa, un perro puede ser un amigo fiel y acompañarle en sus paseos diarios. Los gatos son mejores si tiene una movilidad más limitada. En cualquier caso, cuidar un animal puede hacerle sentir necesario, añadir un nuevo sentido de propósito y beneficiar diversos aspectos de su vida.

Cómo ayudar a un adulto mayor que consume demasiado alcohol

Observar a un padre o madre mayor u otro ser querido luchar contra un hábito de consumo de alcohol puede ser una experiencia dolorosa. Es posible que se sienta frustrado por su abuso del alcohol o angustiado por las posibles consecuencias a largo plazo. Aunque no puede controlar su conducta ni tomar decisiones por ellos, puede abordar el tema y promover el cambio.

Infórmese sobre la adicción al alcohol si es necesario. La adicción no es tan sencilla como podría parecer y existen muchas ideas erróneas. Tómese su tiempo para informarse sobre el alcoholismo y el abuso del alcohol, como las señales, efectos y mitos comunes.

[Lea: Cómo ayudar a alguien con un problema con la bebida]

Hágale saber sus preocupaciones. No sermonee ni amenace a su ser querido. Simplemente hágale saber cómo sus acciones parecen estar afectando su salud o su relación. No le juzgue, pero hágale saber que le importa. Si otros miembros de la familia también se han dado cuenta del problema de consumo de alcohol, puede organizar una reunión familiar para abordar el tema.

Espere que haya negación. Un padre o madre mayor puede rechazar la idea de un problema con el consumo de alcohol. Es posible que diga que sabe lo que es mejor para su salud. Tenga paciencia. Dele tiempo para procesar lo que le dijo. Con el tiempo, quizá pueda ver más allá de su propia negación. Mientras tanto, es importante que no se culpe por las acciones de la otra persona.

Ayúdele a cambiar sus hábitos. Si su ser querido está dispuesto a abordar su problema con el consumo de alcohol, puede apoyarle en sus esfuerzos. De nuevo, no es su trabajo controlar su conducta, pero puede ayudarle a identificar sus desencadenantes y encontrar formas de controlarlos mejor.

  • Si bebe porque se siente solo, por ejemplo, intente programar visitas más frecuentes o llámele por teléfono cuando no sea posible una visita.
  • Anímele a mantenerse en contacto con sus amigos cercanos o a explorar formas de ser más sociable.
  • Considere los servicios de atención a domicilio y los centros de cuidado diurnos para adultos como formas de añadir interacción social a su vida y asegurarse de que coma alimentos más saludables.
  • Si su padre o madre vive en una zona aislada o no puede salir mucho, quizá sea el momento de considerar otras opciones de alojamiento que le ofrezcan mayores oportunidades de conexión social.
  • Si es posible, únase a su ejercicio diario o a sus demás hábitos saludables.

Su apoyo no puede resolver por completo el problema de consumo de alcohol de un adulto mayor, pero puede ser clave para ayudarle a confrontar sus propios asuntos. Con paciencia, esfuerzo y apoyo, puede ayudar a su padre o madre mayor a encontrar salud, alegría y satisfacción en sus últimos años.

Organizaciones de apoyo para controlar su consumo de alcohol

La mayoría de estas organizaciones tienen sedes en todo el mundo:

Women for Sobriety: es una organización dedicada a ayudar a las mujeres a superar las adicciones.

Alcohólicos Anónimos: obtenga más información sobre los 12 pasos y encuentre una reunión de apoyo en su área.

SMART Recovery: el Entrenamiento de Autocontrol y Recuperación (SMART, por sus siglas en inglés) es un programa que tiene como objetivo lograr la abstinencia a través del cambio autodirigido.

Al-Anon y Alateen: son grupos de apoyo para amigos y familiares de bebedores problemáticos.

Ayuda profesional para el tratamiento y recuperación por el alcohol

Última actualización o revisión el febrero 23, 2024