

¿Los alimentos orgánicos en realidad son más saludables? ¿Vale la pena el gasto? Obtenga información sobre lo que quieren decir las etiquetas y sobre qué alimentos le ofrecen más valor por su dinero.
El término «orgánico» se refiere a la manera en que se cultivan y procesan los productos agrícolas. Si bien las regulaciones varían de un país a otro, en los EE. UU., los cultivos orgánicos deben cultivarse sin el uso de herbicidas, pesticidas y fertilizantes sintéticos, u organismos genéticamente modificados (OGM o GMO, por sus siglas en inglés).
El ganado orgánico criado para obtener carne, huevos y productos lácteos debe criarse en condiciones de vida que se adapten a sus comportamientos naturales (como la capacidad de pastar) y alimentarse con alimentos y forrajes orgánicos. No se les debe dar antibióticos, hormonas de crecimiento ni ningún subproducto animal.
Orgánico vs. no orgánico | |
Producto orgánico: | Producto cultivado de la manera convencional: |
Cultivado con fertilizantes naturales (estiércol, composta). | Cultivado con fertilizantes sintéticos o químicos. |
Las malezas se controlan de forma natural (rotación de cultivos, deshierbe manual, acolchado y labranza) o con herbicidas orgánicos aprobados. | Las malezas se controlan con herbicidas químicos. |
Las plagas se controlan con métodos naturales (pájaros, insectos, trampas) y con pesticidas de origen natural. | Las plagas se controlan con pesticidas sintéticos. |
Carne, lácteos y huevos orgánicos: | Carne, lácteos y huevos criados de manera convencional: |
Al ganado se le da alimento orgánico, libre de hormonas y de OGM. | Se le suministran hormonas de crecimiento para un crecimiento más rápido (esto no está permitido para las aves de corral), así como alimentos OGM no orgánicos. |
Las enfermedades se previenen con métodos naturales, como alojamiento limpio, pastoreo rotativo y dieta saludable. | Se utilizan antibióticos y medicamentos para prevenir las enfermedades del ganado. |
El ganado debe poder estar al aire libre. | El ganado puede o no estar al aire libre. |
La forma en que se cultivan o crían los alimentos puede tener un gran impacto en la salud mental y emocional, así como en el medio ambiente. Los alimentos orgánicos suelen tener más nutrientes beneficiosos, como los antioxidantes, que sus contrapartes cultivadas de manera convencional, y las personas con alergias a alimentos, productos químicos o conservantes pueden notar que sus síntomas se reducen o desaparecen cuando comen solo alimentos orgánicos.
Los productos orgánicos contienen menos pesticidas. Los productos químicos, como los fungicidas sintéticos, herbicidas e insecticidas, se utilizan ampliamente en la agricultura convencional y los residuos se quedan en los alimentos que comemos (y también en su interior).
Los alimentos orgánicos suelen ser más frescos porque no contienen conservantes que los hagan durar más. A veces (pero no siempre, así que fíjese de dónde provienen), los productos orgánicos se producen en granjas más pequeñas y cercanas a donde se venden.
La agricultura orgánica tiende a ser mejor para el medio ambiente.Las prácticas agrícolas orgánicas pueden reducir la contaminación, conservar el agua, reducir la erosión del suelo, aumentar la fertilidad del suelo y utilizar menos energía. La agricultura sin pesticidas sintéticos también es mejor para las aves y los animales cercanos, así como para las personas que viven cerca de las granjas. Sin embargo, la agricultura orgánica frecuentemente requiere más tierra para producir la misma cantidad de alimentos que la agricultura convencional, lo que puede aumentar los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera.
A los animales criados de manera orgánica NO se les administran antibióticos, hormonas de crecimiento ni se les alimenta con subproductos animales. Alimentar al ganado con subproductos animales aumenta el riesgo de que contraigan la enfermedad de las vacas locas (EEB o BSE, por sus siglas en inglés), y el uso de antibióticos puede crear cepas de bacterias resistentes a los antibióticos. Los animales criados de manera orgánica tienden a tener más espacio para moverse y acceso al aire libre, lo que ayuda a mantenerlos saludables.
La carne y la leche orgánicas pueden ser más abundantes en ciertos nutrientes. Los resultados de un estudio europeo realizado en el año 2016 muestran que los niveles de ciertos nutrientes, incluidos los ácidos grasos omega-3, eran hasta un 50 % más altos en la carne y la leche orgánicas que en las versiones criadas de manera convencional.
Los alimentos orgánicos están libres de OGM. Los organismos genéticamente modificados (OGM) o alimentos genéticamente modificados (GM o GE, por sus siglas en inglés) son plantas cuyo ADN ha sido alterado de maneras que no pueden ocurrir en la naturaleza o mediante el cruce tradicional, más comúnmente para ser resistentes a pesticidas o producir un insecticida.
A diferencia de los estándares orgánicos, no existe una definición específica de «alimento local». Puede producirse en su comunidad local, en su estado, en su región o en su país. Durante gran parte del año, suele ser posible encontrar alimentos cultivados cerca de casa, en lugares como un mercado de agricultores.
A nivel financiero: el dinero se queda en la economía local. Más dinero va directamente al agricultor, en lugar de a cosas como mercadotecnia y distribución.
Transporte: en los EE. UU., por ejemplo, la distancia promedio que recorre una comida desde la granja hasta el plato es de más de 1,500 millas. Los productos deben recolectarse cuando aún no están maduros y, luego, gasificarse para «madurarlos» después del transporte. O los alimentos se procesan altamente en fábricas que utilizan conservantes, radiación y otros medios para mantenerlos estables para el transporte.
Frescura: los alimentos locales se cosechan cuando están maduros y, por lo tanto, son más frescos y están llenos de sabor.
Algunos pequeños agricultores locales utilizan métodos orgánicos, pero es posible que no puedan permitirse obtener la certificación de producto orgánico. Visite un mercado de agricultores y hable con los agricultores para averiguar qué métodos utilizan.
El debate actual sobre los efectos de los OGM en la salud y el medio ambiente es polémico. En la mayoría de los casos, los OGM están diseñados para hacer que los cultivos alimentarios sean resistentes a los herbicidas o para producir un insecticida. Por ejemplo, gran parte del maíz dulce que se consume en los EE. UU. está modificado genéticamente para que sea resistente al herbicida Roundup y que produzca su propio insecticida, la toxina Bt.
Los OGM también suelen encontrarse en cultivos provenientes de EE. UU. como la soya, la alfalfa, papayaabaza, el calabacín, la papaya y la canola, y están presentes en muchos cereales para el desayuno y en gran parte de los alimentos procesados que comemos. Si los ingredientes de un paquete incluyen jarabe de maíz o lecitina de soya, es probable que contenga OGM.
El uso de herbicidas tóxicos como el Roundup (glifosato) ha aumentado 15 veces desde que se introdujeron los OGM. La Organización Mundial de la Salud anunció que el glifosato es «probablemente carcinógeno para los seres humanos», aunque todavía existe cierta controversia sobre el nivel de riesgos para la salud que plantea el uso de pesticidas.
Aunque la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) y las empresas de biotecnología que modifican los OGM insisten en que son seguros, muchos defensores de la seguridad alimentaria no están de acuerdo y señalan investigaciones anteriores que vinculan los alimentos GM con efectos tóxicos.
Si bien muchas personas creen que alterar el ADN de una planta o un animal puede aumentar el riesgo de cáncer, la Sociedad Americana del Cáncer afirma que los GMO no son perjudiciales para la salud humana, o que no aumentarían o disminuirían el riesgo de cáncer.
Como se mencionó anteriormente, uno de los principales beneficios de comer productos orgánicos es que se utilizan menos pesticidas. Sin embargo, a pesar de la creencia popular, las granjas orgánicas sí utilizan pesticidas. La diferencia es que solo utilizan pesticidas de origen natural, en lugar de los pesticidas sintéticos que se utilizan en las granjas comerciales convencionales. Si bien se cree que los pesticidas naturales son menos tóxicos, se ha descubierto que algunos presentan riesgos para la salud. Dicho esto, es probable que su exposición a pesticidas nocivos sea menor si consume productos orgánicos.
La mayoría de nosotros tenemos una acumulación de exposición a pesticidas en nuestros cuerpos debido a tantos años de exposición. Esta «carga corporal» química, como se le conoce en el entorno médico, podría provocar problemas de salud como dolores de cabeza, defectos de nacimiento y una mayor tensión en los sistemas inmunitarios debilitados.
Algunos estudios han indicado que el uso de pesticidas incluso en dosis bajas puede aumentar el riesgo de ciertos tipos de cáncer, como leucemia, linfoma, tumores cerebrales, cáncer de mama y cáncer de próstata.
Los niños y los fetos son los más vulnerables a la exposición a pesticidas porque sus sistemas inmunitarios, cuerpos y cerebros aún están en desarrollo. La exposición a una edad temprana puede causar retrasos en el desarrollo, trastornos del comportamiento, autismo, daño al sistema inmunitario y disfunción motora.
Las mujeres embarazadas son más vulnerables debido al estrés adicional que los pesticidas imponen a sus órganos ya sobrecargados. Además, los pesticidas pueden transmitirse de madre a hijo en el útero, así como a través de la leche materna.
El uso generalizado de pesticidas también ha provocado la aparición de «supermalezas» y «superbichos», que solo pueden eliminarse con venenos extremadamente tóxicos como el ácido 2,4-diclorofenoxiacético (un ingrediente principal del Agente Naranja).
Enjuagar los productos frescos reduce los pesticidas, pero no los elimina. Pelarlos a veces ayuda, pero los nutrientes valiosos suelen irse con la piel. La mejor estrategia: seguir una dieta variada, lavar y restregar bien todos los productos y, cuando sea posible, comprar productos orgánicos.
Los alimentos orgánicos suelen ser más caros que los alimentos cultivados de manera convencional, pero, si establece algunas prioridades, es posible que pueda comprar alimentos orgánicos y no exceder su presupuesto para alimentos.
Algunos tipos de productos agrícolas cultivados de manera convencional tienen un contenido de pesticidas mucho mayor que otros y se deben evitar siempre que sea posible. Otros tienen un contenido tan bajo que comprar productos no orgánicos es relativamente seguro.
Según el Environmental Working Group, una organización sin fines de lucro que analiza los resultados de las pruebas de pesticidas del gobierno en los EE. UU., las siguientes frutas y verduras (conocidas como la «Docena Sucia») tienen los niveles más altos de pesticidas, por lo que es mejor comprarlas orgánicas:
Conocidas como «las quince limpias», estas frutas y verduras, por lo general, tienen bajos niveles de pesticidas:
En EE. UU., los animales criados industrialmente pueden ser alimentados con maíz, granos, antibióticos, subproductos animales, hormonas de crecimiento, pesticidas y lodos de depuradora. Estas prácticas pueden tener consecuencias para la salud tanto de los propios animales como de las personas que consumen su carne, huevos o leche.
Compre en los mercados de agricultores. Muchas ciudades, así como pueblos pequeños, organizan un mercado agrícola semanal, donde los agricultores locales venden sus productos en un mercado callejero al aire libre, frecuentemente con un descuento, en comparación con las tiendas de comestibles.
Únase a una cooperativa de alimentos. Una cooperativa de alimentos naturales, o tienda de comestibles cooperativa, generalmente ofrece precios más bajos a los miembros, quienes pagan una tarifa anual para pertenecer.
Únase a una granja de Agricultura Apoyada por la Comunidad (CSA, por sus siglas en inglés), en la que las personas y sus familias se unen para comprar «porciones» de productos al por mayor, directamente de una granja local. ¡Productos locales y orgánicos!
Compre productos de temporada. Las frutas y verduras son más baratas y frescas cuando están en temporada. Averigüe cuándo llegan los productos a su mercado para comprar los alimentos más frescos posibles.
Compare precios. Compare el precio de los productos orgánicos en el supermercado, el mercado de agricultores, Internet y otros lugares (incluso en el pasillo de los congelados).
Recuerde que lo orgánico no siempre es sinónimo de saludable. Hacer que la comida chatarra suene saludable es una estrategia de mercadotecnia común en la industria alimentaria, pero los productos horneados, los postres y los bocadillos orgánicos suelen tener un contenido muy alto de azúcar, sal, grasa o calorías. Vale la pena leer atentamente las etiquetas de los alimentos.
Los alimentos orgánicos requieren más mano de obra, ya que los agricultores no utilizan pesticidas sintéticos, fertilizantes químicos ni medicamentos. La certificación de producto orgánico es cara y el alimento orgánico para animales puede costar el doble. Las granjas orgánicas tienden a ser más pequeñas que las granjas convencionales, lo que significa que los costos fijos y los gastos generales deben distribuirse entre volúmenes de producción más pequeños sin subsidios gubernamentales.
Para encontrar mercados de agricultores, granjas orgánicas y cooperativas de comestibles en su área, visite:
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