Donativo
Nuestro sitio web aún no está totalmente disponible en español y algunos enlaces se dirigen a contenidos en inglés. Para recibir una notificación cuando se lance el sitio completo en español, regístrese aquí.
Enfermedad de Alzheimer y demencia

La enfermedad de Parkinson y la demencia de Parkinson

Un diagnóstico de Parkinson puede ser devastador, más aún si corre el riesgo de padecer demencia de Parkinson. Pero hay esperanza y estos consejos pueden ayudarle.

¿Qué es la enfermedad de Parkinson?

La enfermedad de Parkinson (EP o PD, por sus siglas en inglés) es un trastorno progresivo del sistema nervioso central resultante de que las células nerviosas del cerebro no producen suficiente cantidad de la sustancia química dopamina, que regula el movimiento. Se desarrolla gradualmente. A menudo comienza en un lado del cuerpo como un ligero temblor en una mano, por ejemplo. A medida que el trastorno progresa, el temblor puede extenderse a ambos lados del cuerpo e ir acompañado de otros síntomas como rigidez muscular, ralentización de los movimientos y deterioro del equilibrio y la coordinación. Aunque la enfermedad de Parkinson no tiene cura, existen medicamentos y otros tipos de tratamiento para tratar los síntomas.

Aunque la mayoría de los síntomas de la enfermedad de Parkinson implican la alteración de las funciones motoras (musculares y de movimiento), no todo el mundo presenta todos los síntomas, ni siquiera los más comunes como los temblores. La forma en que progresa la enfermedad también varía mucho de una persona a otra. Para algunas personas, la falta de energía, el dolor y los cambios en el estado de ánimo y la memoria también pueden producirse como parte de la enfermedad. Y a medida que la enfermedad avanza, algunas personas acabarán desarrollando demencia de la enfermedad de Parkinson (PDD, por sus siglas en inglés), incluida la pérdida de memoria y de otras funciones cognitivas.

Un diagnóstico de enfermedad de Parkinson puede ser extremadamente angustioso, tanto para usted como para su familia. Puede que le preocupe lo que le deparará el futuro y cómo se las arreglará. La posibilidad de desarrollar demencia de la enfermedad de Parkinson solo aumentará estas ansiedades y preocupaciones. Pero independientemente de su situación o de la fase de la enfermedad, hay muchas cosas que usted y sus seres queridos pueden hacer para controlar sus síntomas, mantener su independencia y ayudarle a seguir disfrutando de una vida plena.

Señales y síntomas de la enfermedad de Parkinson

Los principales síntomas de la enfermedad de Parkinson son:

Los temblores o sacudidas suelen producirse en las manos, los dedos, los antebrazos, los pies, la boca o la barbilla. Normalmente, el temblor aparece (o empeora) cuando sus extremidades están en reposo, en contraposición a cuando está en movimiento. Algunas personas notan que su temblor se exacerba con el estrés y la excitación.

Lentitud de movimientos (bradicinesia). Puede notar que su capacidad para moverse libre y espontáneamente se reduce o se ralentiza. Los movimientos repetitivos pueden ser especialmente difíciles, ya que causan problemas en tareas cotidianas como abrocharse una camisa, cepillarse los dientes o cortar la comida. Es posible que comience a caminar con pasos cortos y arrastrados, o que sus pies comiencen a arrastrarse.

La rigidez, o agarrotamiento muscular, puede producirse en cualquier parte del cuerpo (pero más comúnmente en el cuello, los hombros y las piernas). Esto puede limitar su rango de movimiento y causar dolor muscular que empeora cuando se mueve.

La falta de equilibrio, o la tendencia a la inestabilidad cuando se está de pie, es una de las señales más importantes del Parkinson. Ocurre debido a la pérdida de reflejos necesarios para mantener la postura. Algunas personas desarrollan una tendencia a balancearse hacia atrás cuando están de pie o giran, lo que puede provocar caídas hacia atrás.

Síntomas secundarios de la enfermedad de Parkinson

Además de los síntomas principales del Parkinson, existen muchos síntomas motores secundarios asociados a la enfermedad. De nuevo, no todas las personas con Parkinson desarrollarán necesariamente todos o incluso ninguno de estos síntomas.

  • Detener el movimiento al caminar, que suele producirse al dar el primer paso.
  • Una caligrafía pequeña y compactada que empeora cuanto más escribe.
  • Un rostro menos expresivo. La gente puede comentar que se ve serio o enojado. Puede tener la mirada perdida o parpadear con menos frecuencia.
  • El habla puede volverse lenta, susurrante o arrastrada.
  • Estreñimiento.
  • Cambios emocionales como ansiedad, depresión y miedo.
  • Fatiga y pérdida de energía.
  • Pérdida del sentido del olfato.
  • Dificultad para masticar o tragar, babeo y exceso de saliva.
  • Problemas de sueño, como despertarse con frecuencia durante la noche o quedarse dormido repentinamente durante el día.

Hable con un terapeuta certificado

BetterHelp es un servicio de terapia en línea que le conecta con terapeutas acreditados y certificados que pueden ayudarle con la depresión, la ansiedad, las relaciones y más. Realice la evaluación y póngase en contacto con un terapeuta en tan solo 48 horas.

Realice la evaluación HelpGuide es un apoyo para el usuario. Ganamos una comisión si se registra en los servicios de BetterHelp después de hacer clic en este sitio. Obtenga más información

¿Qué es la demencia de la enfermedad de Parkinson (PDD)?

La demencia de la enfermedad de Parkinson (PDD) es un trastorno cerebral que se produce en algunas, pero no todas, las personas que padecen la enfermedad de Parkinson. El daño en las células cerebrales causado por la enfermedad puede provocar una pérdida de memoria y de otras funciones cognitivas como la resolución de problemas y la rapidez de pensamiento. Estos cambios en el pensamiento y el comportamiento pueden repercutir en su vida diaria, su independencia y sus relaciones.

En aquellos que sí desarrollan demencia de la enfermedad de Parkinson, transcurre al menos un año, y normalmente entre 10 y 15 años, entre el diagnóstico de Parkinson y la aparición de la demencia. Según estimaciones de la Alzheimer’s Association (Asociación de Alzheimer), el 50 % o más de las personas con la enfermedad de Parkinson acaban desarrollando demencia, aunque hay una serie de factores de riesgo que influyen en la probabilidad de presentar síntomas:

  • Los pacientes de Parkinson con alucinaciones, somnolencia diurna excesiva y problemas de control motor más graves corren un mayor riesgo de padecer demencia.
  • La demencia es más frecuente en personas que tienen inicios de Parkinson en una edad avanzada (más de 70 años).
  • La demencia es un factor de riesgo mayor en el Parkinson sin predominio de temblor.
  • El estrés excesivo, las enfermedades cardiovasculares y las reacciones adversas al fármaco levodopa para la enfermedad de Parkinson también pueden indicar un mayor riesgo de desarrollar demencia.
  • La demencia es relativamente rara en las personas que desarrollan la enfermedad de Parkinson antes de los 50 años, independientemente del tiempo que hayan padecido la enfermedad.

Es importante recordar que la progresión de la demencia de la enfermedad de Parkinson puede variar mucho de un paciente a otro. Y aunque no existen tratamientos para ralentizar el ritmo del daño a las células cerebrales causado por la PDD, los medicamentos pueden ayudar a aliviar los síntomas. También existen estrategias de autoayuda que pueden ayudarle a mantener una vida plena y gratificante durante el mayor tiempo posible.

Señales y síntomas de la PDD

Entre las señales y síntomas más comunes de la demencia de la enfermedad de Parkinson se incluyen:

  • mala memoria y concentración
  • pensamiento lento
  • desorientación y confusión
  • delirios y paranoia
  • falta de motivación
  • problemas para interpretar la información visual
  • problemas con la planificación y la toma de decisiones
  • mal humor, irritabilidad y ansiedad
  • depresión
  • alucinaciones visuales

Si ha notado algunas de las señales y síntomas anteriores en usted o en un ser querido, es importante programar una revisión. Pero no saque conclusiones precipitadas. Las personas con Parkinson suelen experimentar cambios cognitivos como ansiedad, falta de motivación y lentitud de pensamiento. Estos síntomas no significan demencia de manera automática.

¿La demencia es causada por el Parkinson o por otra cosa?

La agitación, los delirios (creencias falsas fuertemente arraigadas) y las dificultades del lenguaje son indicios de que la demencia puede ser causada por algo distinto a la enfermedad de Parkinson. Si la aparición de los síntomas cognitivos es repentina, es más probable que se deban a algo distinto a la enfermedad de Parkinson, incluso a causas reversibles como una infección, una deficiencia de vitamina B12 o una glándula tiroides hipoactiva.

La depresión puede imitar a la demencia al causar síntomas similares como apatía, problemas de memoria y dificultades de concentración. Dado que la depresión es muy común en los pacientes de Parkinson, es importante reconocer las señales y síntomas de la depresión en los adultos mayores.

Demencia de la enfermedad de Parkinson en comparación con otras demencias

Otros tipos de demencia que pueden confundirse comúnmente con la demencia de la enfermedad de Parkinson son:

La demencia con cuerpos de Lewy se caracteriza por fluctuaciones en el estado de alerta y la atención, alucinaciones visuales recurrentes y síntomas motores tipo Parkinson como la rigidez y la pérdida de movimiento espontáneo. En este trastorno, los problemas cognitivos, como las alucinaciones, tienden a aparecer mucho antes en el progreso de la enfermedad (en el año siguiente a la aparición de la enfermedad de Parkinson) y suelen preceder a las dificultades para caminar y el control motor.

Tanto la enfermedad de Alzheimer como la de Parkinson son comunes en las personas mayores, especialmente en las de más de 85 años. Los pacientes con Parkinson que desarrollan demencia pueden incluso desarrollar también demencia de Alzheimer. Por lo tanto, es importante conocer las señales de la enfermedad de Alzheimer y su tratamiento.

Las similitudes en los síntomas entre la demencia de la enfermedad de Parkinson, la demencia con cuerpos de Lewy y la enfermedad de Alzheimer pueden dificultar la determinación de la causa de los síntomas. Por ello, puede ser necesaria una consulta exhaustiva con un neurólogo para realizar un diagnóstico definitivo y establecer un plan de cuidados adecuado.

Cómo afrontar un diagnóstico de Parkinson

Un diagnóstico de Parkinson puede ser una experiencia aterradora tanto para usted como para sus seres queridos. Aunque actualmente no existe cura, hay tratamientos disponibles para los síntomas del Parkinson y cambios en el estilo de vida que puede hacer para ralentizar la progresión de la enfermedad y retrasar la aparición de síntomas más debilitantes, incluida la demencia de la enfermedad de Parkinson. Un diagnóstico temprano puede prolongar su independencia y ayudarle a vivir plenamente durante mucho más tiempo.

Si le diagnosticaron Parkinson puede que sienta enojo, una profunda tristeza o miedo por lo que le depare el futuro. Todos estos sentimientos son normales. También es normal llevar un duelo mientras se enfrenta a este enorme ajuste.

Dese algo de tiempo para adaptarse. Como con cualquier cambio importante en la vida, no espere adaptarse sin que haya dificultades en esta nueva transición. Puede que se sienta bien durante un tiempo y, de repente, vuelva a sentirse estresado y abrumado. Tómese su tiempo para adaptarse a esta nueva transición.

Aprenda todo lo que pueda sobre la enfermedad de Parkinson y la demencia de la enfermedad de Parkinson. Informarse y tomar decisiones importantes con tiempo puede ayudarle a sentirse más en control durante este difícil momento. 

Pida ayuda. Vivir con Parkinson presenta muchos retos, pero hay ayuda disponible para este viaje. Cuanto más se acerque a los demás y obtenga apoyo, más capaz será de sobrellevar los síntomas sin dejar de enriquecer y encontrar sentido a su vida.

Adopte estrategias de autoayuda. Un estilo de vida saludable no solo le hará sentirse mejor emocionalmente, sino que también puede ayudarle a mejorar los síntomas, facilitarle la vida con la enfermedad de Parkinson y ralentizar la progresión de la enfermedad. Algunos cambios en el estilo de vida pueden incluso reducir el riesgo de padecer síntomas de demencia o retrasar su aparición.

Consejo de autoayuda 1: es muy importante mantenerse activo

Mantenerse activo es una de las cosas más importantes que puede hacer para conservar su salud y su calidad de vida después de un diagnóstico de Parkinson. Y cuanto antes empiece, mejor. El ejercicio regular o la actividad física pueden ralentizar de manera significativa la progresión de la enfermedad y reducir su riesgo de desarrollar demencia. También puede aliviar los síntomas que ya presente, como rigidez muscular, cambios posturales, problemas de equilibrio y dificultades de movimiento.

Todo eso sumado a los poderosos beneficios mentales y emocionales del ejercicio. Incluso pequeñas cantidades de actividad física pueden disminuir de manera considerable la depresión, la ansiedad y el estrés. La clave está en convertirlo en una parte habitual de su rutina.

Preste atención a su cuerpo. Los síntomas del Parkinson suelen fluctuar a lo largo del día, así que planifique su tiempo activo en función de ellos. También puede descubrir que ciertos tipos de ejercicio funcionan mejor para usted y sus síntomas, así que experimente. Y lo que es más importante, elija algo que le guste para que continúe.

Tome «descansos de movimiento» regulares. A medida que desplazarse y hacer cosas se hace más difícil, es natural moverse menos, pero la inactividad empeora los síntomas. Recuérdese que debe levantarse, o como mínimo, cambiar de postura al menos una vez cada hora. E intente evitar pasar demasiado tiempo sentado frente al televisor, la computadora o leyendo.

Acuda a un fisioterapeuta, si es posible. Antes de comenzar un nuevo régimen de ejercicio, siempre debe consultar a su médico para asegurarse de que es seguro. Pero para una orientación personalizada, acuda a un fisioterapeuta. Puede recomendarle ejercicios y actividades específicos adaptados a sus necesidades.

Consejos de ejercicio para personas con enfermedad de Parkinson

  • Los ejercicios regulares de flexión, estiramiento y respiración pueden ayudarle a combatir los problemas de postura y equilibrio.
  • Si tiene problemas o dolor al hacer ejercicio en el suelo, intente hacerlo en la cama. También hay muchos ejercicios en silla que pueden ayudar.
  • No subestime los beneficios de caminar. Es cómodo y eficaz. Si tiene problemas, intente utilizar un bastón o agarrarse a algo (o a alguien) mientras camina.
  • Intente hacer ejercicio en el agua; es más fácil para las articulaciones. Muchos gimnasios, hospitales, universidades e instalaciones de la YMCA o YWCA ofrecen a menudo programas de ejercicios acuáticos.
  • No olvide ejercitar la cara y la mandíbula (cante, lea en voz alta, haga muecas exageradas en el espejo). Esto le ayudará con sus expresiones faciales.

Consejo 2: lo que come y cómo lo come puede marcar la diferencia

No existe una dieta específica para la enfermedad de Parkinson, pero si ajusta sus hábitos alimentarios puede ayudar a proteger su cerebro. Las dietas que son buenas para el corazón tienden a serlo también para la salud cerebral. Los hábitos alimentarios como los promovidos en la dieta mediterránea pueden ayudar a reducir la inflamación, proteger las neuronas y promover una mejor comunicación entre las células cerebrales.

Principalmente, es importante comer mucha fruta y verdura, reducir los alimentos azucarados y los carbohidratos refinados, reducir los alimentos fritos y procesados y aumentar la ingesta de grasas saludables y comidas caseras. Las comidas ricas en proteínas también pueden ayudar a beneficiar la química de su cerebro.

Afrontar los problemas alimentarios

Muchas personas con Parkinson sufren diversos problemas alimentarios y dietéticos, como estreñimiento, dificultades para masticar y tragar, y malestar estomacal. Los siguientes consejos pueden ayudarle a minimizar los síntomas.

Si sufre estreñimiento, beba mucha agua y coma alimentos ricos en fibra, como frijoles, arroz integral, cereales integrales y fruta.

Si tiene problemas para masticar o tragar los alimentos, corte los alimentos en porciones más pequeñas para evitar atragantarse y favorecer la digestión, y permanezca en posición erguida durante 30 minutos después de comer.

Si está luchando contra la fatiga, limite la cantidad de azúcar que come. Evite también el alcohol y la cafeína, sobre todo antes de acostarse, ya que pueden reducir la calidad de su sueño.

Si toma levodopa (Sinemet), no coma carne ni otros alimentos ricos en proteínas durante al menos 30-60 minutos después de tomar levodopa, ya que las proteínas bloquean la capacidad de su cuerpo para absorber el medicamento.

Si sus medicamentos le producen malestar estomacal, tómelos con un vaso lleno de agua y un pequeño tentempié sin proteína, como un pan tostado o fruta.

Algunos medicamentos para la enfermedad de Parkinson deben tomarse puntualmente a horas concretas, antes o después de comer, por lo que también puede ayudar establecer una rutina regular para los horarios de las comidas y los medicamentos.

Consejo 3: dé prioridad al contacto social

Cuanto más activo sea socialmente y cuanto más se relacione en persona con los demás, más fuertes serán probablemente su memoria y su cognición. No es necesario que sea extremadamente sociable o el alma de la fiesta, pero sí que conecte regularmente con personas que se preocupan por usted.

Relacionarse con los demás es el medio más eficaz para aliviar el estrés, que si no se controla puede exacerbar los síntomas de la enfermedad de Parkinson. Mantenerse socialmente conectado también estimula la función inmunológica, lo que puede ralentizar el avance de la enfermedad. Aunque muchos de nosotros nos aislamos más a medida que envejecemos, nunca es demasiado tarde para conocer a otras personas y desarrollar nuevas amistades.

Consejos para conocer gente nueva

  • Haga un voluntariado.
  • Únase a un club o grupo social.
  • Visite su centro comunitario local o el centro para personas mayores.
  • Tome clases en grupo (como en el gimnasio o en un colegio comunitario).
  • Póngase en contacto por teléfono o correo electrónico.
  • Conecte con otros a través de las redes sociales.
  • Conozca a sus vecinos.
  • Quede de verse con sus amigos una vez a la semana.
  • Salga (vaya al cine, al parque, a museos y a otros lugares públicos).

Consejo 4: adopte otras opciones de estilo de vida saludable

Además de hacer ejercicio con regularidad, seguir una dieta saludable e interactuar con los demás, hay muchas otras medidas que puede tomar para controlar los síntomas del Parkinson y reducir el riesgo de demencia.

1. Busque estimulación mental. Si sigue aprendiendo cosas nuevas y desafiando a su cerebro, podrá reforzar sus capacidades cognitivas y mantenerse mentalmente ágil. Otra excelente forma de mejorar la función cerebral es aprender una nueva habilidad, ya sea un instrumento musical, un idioma extranjero, un nuevo programa informático o un nuevo juego o deporte. Las clases en centros comunitarios o universidades pueden ayudarle a abordar nuevos temas.

2. Mejore la calidad de su sueño. Dormir bien es importante para eliminar toxinas y proteger su cerebro. La mayoría de los adultos necesitan entre 7 y 9 horas de sueño de calidad. Establezca un horario de sueño regular, cree rituales relajantes a la hora de acostarse, como tomar un baño o hacer algunos estiramientos ligeros, y apague todas las pantallas al menos una hora antes de dormir.

3. Controle el estrés. El estrés descontrolado tiene un gran impacto en el cerebro, reduce un área clave de la memoria, dificulta el crecimiento de las células nerviosas y puede empeorar muchos síntomas del Parkinson. Un estrés abrumador puede incluso aumentar su riesgo de desarrollar demencia. Además de relacionarse en persona con los demás, el ejercicio y las técnicas de relajación como la meditación o la respiración profunda pueden ayudarle a reducir sus niveles de estrés.

4. Encuentre formas de contribuir o retribuir. La inversión en cosas que le importan y dan sentido y propósito a su vida puede energizar los sistemas nervioso e inmunitario y ayudar a preservar su salud. Continúe con las actividades que eran importantes para usted antes de su diagnóstico o encuentre nuevas formas de involucrarse. Podría considerar la posibilidad de ofrecerse como voluntario para una causa que sea importante para usted, pasar más tiempo con sus nietos, involucrarse en una comunidad religiosa o incluso cuidar de sus mascotas: cualquier cosa que le haga sentirse necesario y realizado.

5. Alimente su espíritu. Haga cosas cada día que añadan alegría a su vida. Cada persona disfruta cosas distintas. Puede ser pasar tiempo en la naturaleza, disfrutar de las artes, jugar con los nietos o las mascotas, viajar o practicar un pasatiempo.

Para saber más sobre cómo poner en práctica estas estrategias, consulte Cómo prevenir la enfermedad de Alzheimer.

No ignore la depresión

Muchas personas con enfermedad de Parkinson luchan contra la depresión en algún momento. Si sospecha que está deprimido (o que su ser querido lo está), es importante que busque ayuda. Recibir tratamiento para la depresión puede facilitar el manejo de los demás retos de la enfermedad de Parkinson. Como adulto mayor, hay muchas cosas que puede hacer para cambiar cómo se siente y mejorar su estado de ánimo.

Cuidar de una persona con la enfermedad de Parkinson

Cuidar de una persona con la enfermedad de Parkinson o demencia puede ser una experiencia tan gratificante como desafiante. Probablemente implicará adaptarse a nuevos retos a lo largo del tiempo, a medida que la enfermedad progrese o surjan nuevos síntomas.

Infórmese. Aprenda todo lo que pueda sobre la enfermedad de Parkinson y la demencia de la enfermedad de Parkinson, y sobre cómo es probable que esta afecte a su ser querido en concreto, teniendo en cuenta sus antecedentes de salud, su edad y su estilo de vida.

Tenga una comunicación abierta y brinde consuelo, sobre todo en las primeras fases después del diagnóstico. Recuérdele a su ser querido que la enfermedad de Parkinson progresa poco a poco en la mayoría de los pacientes y que aún puede vivir una vida plena.

Modifique las tareas para permitir una mayor independencia. Permita que su ser querido haga las cosas por sí mismo aunque tarde más tiempo. Si es necesario, divida las tareas que impliquen habilidades motoras finas en pasos más fáciles y enfóquese en el éxito, no en el fracaso.

Ayude a su ser querido a encontrar medios de transporte alternativos si tiene que dejar de conducir. Eso puede implicar la búsqueda de transporte público, viajes compartidos o servicios de autobús comunitarios.

Hagan ejercicio juntos. Hacer ejercicio es vital para la salud y el estado de ánimo de ambos. Tomen juntos una clase o simplemente disfruten de un paseo al aire libre.

Cuídese. Tómese descansos regulares para evitar el agotamiento como cuidador, mantenga los vínculos sociales y busque oportunidades para relajarse y divertirse. Hablar con otras personas en situaciones similares puede ser muy útil.

Líneas directas y asistencia

Última actualización o revisión el agosto 21, 2025