Stages of Alzheimer’s Disease
Understanding the 3-stage and 7-stage models of Alzheimer’s

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Diferentes afecciones médicas pueden causar o imitar los síntomas del Alzheimer, incluida la pérdida de memoria. Muchas pueden tratarse e incluso algunos tipos de demencia son reversibles.
Adaptado con permiso de Alzheimer’s Disease: A guide to diagnosis, treatment, and caregiving (Enfermedad de Alzheimer: una guía para el diagnóstico, el tratamiento y el cuidado), un informe especial sobre salud publicado por Harvard Health Publishing.
Más de 50 afecciones pueden causar o imitar los síntomas de la demencia, y un pequeño porcentaje de demencias son reversibles. Dos ejemplos comunes son la demencia causada por deficiencia de vitamina B12 o por tiroides hipoactiva (hipotiroidismo). Obtener el diagnóstico adecuado es importante para que usted conozca las opciones que tiene, ya que los síntomas disminuyen cuando se trata el problema subyacente.
Para los médicos y las familias que buscan determinar un diagnóstico, un factor que complica en gran medida es la existencia de tantos tipos de demencia. Más de 50 afecciones pueden imitar o causar demencia.
La enfermedad de Alzheimer es, por mucho, la afección intratable más común. Pero otras causas de demencia irreversible incluyen la enfermedad de los vasos sanguíneos (demencia vascular), otros trastornos degenerativos (degeneración lobar frontotemporal, enfermedad de Parkinson, enfermedad de Huntington), tumores cerebrales de crecimiento lento o infecciones del sistema nervioso central (enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, demencia por sida, neurosífilis).
En algunos tipos de demencia, el tratamiento mejorará el funcionamiento mental, y en un pequeño porcentaje, la demencia es completamente reversible si el tratamiento comienza antes de que ocurra un daño cerebral permanente. Por eso es importante informar a un médico sobre cualquier señal de demencia lo antes posible.
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Realice la evaluación HelpGuide es un apoyo para el usuario. Ganamos una comisión si se registra en los servicios de BetterHelp después de hacer clic en este sitio. Obtenga más informaciónLas demencias reversibles suelen ser más fáciles de diagnosticar que las demencias irreversibles porque generalmente están acompañadas de otros síntomas evidentes. Sin embargo, en las siguientes afecciones o situaciones, la demencia puede ser el síntoma principal, o incluso el único. El tratamiento adecuado puede mejorar o incluso restaurar el funcionamiento cognitivo.
El delirio causa cambios en el funcionamiento mental que pueden parecerse mucho a la demencia, pero existen dos diferencias importantes:
El delirio se considera una emergencia médica, en parte porque frecuentemente es la principal manifestación de una enfermedad repentina y potencialmente mortal. Las personas mayores también son susceptibles al delirio después de una cirugía.
El síndrome de abstinencia del alcohol presenta el cuadro clásico de delirio. De manera similar, el delirio puede ocurrir por la suspensión abrupta de las benzodiacepinas, un grupo de medicamentos contra la ansiedad que incluye diazepam (Valium), clordiazepóxido (Librium) y alprazolam (Xanax).
Los medicamentos son causas comunes del deterioro mental. Con la edad, el hígado se vuelve menos eficiente al metabolizar los medicamentos, y los riñones los eliminan del cuerpo más lentamente. Como resultado, los medicamentos tienden a acumularse en el cuerpo. Las personas mayores con mala salud y aquellas que toman varios medicamentos diferentes son especialmente vulnerables.
La lista de medicamentos que pueden causar síntomas similares a la demencia es larga. Incluye:
Las personas a veces manifiestan síntomas similares a la demencia (olvidos, desorientación, falta de atención y respuestas lentas) cuando están deprimidas. Esta llamada pseudodemencia puede enmascararse como la depresión que frecuentemente acompaña a la enfermedad de Alzheimer, pero existen diferencias sutiles.
En las personas mayores, los primeros síntomas de la anemia perniciosa suelen ser confusión, lentitud, irritabilidad y apatía. Otros síntomas de la anemia perniciosa incluyen: La demencia podría ser un síntoma de anemia perniciosa, una afección rara causada por niveles bajos de vitamina B12. En las personas con anemia perniciosa, la médula ósea produce glóbulos rojos que son más grandes y menos numerosos de lo normal (ver ilustración).
Por lo general, la deficiencia de B12 que subyace a la anemia perniciosa no es causada por una falta de B12 en la dieta. Esto se debe a que esta vitamina abunda en los huevos, productos lácteos, carne, pescado y aves, y se almacena de manera eficiente en el hígado.
Más bien, la deficiencia de B12 generalmente ocurre porque una persona no puede absorber la vitamina de los alimentos. Afortunadamente, las inyecciones de B12, si se inician temprano, pueden remediar la deficiencia y aliviar los síntomas de la anemia perniciosa.
La hidrocefalia (“agua en el cerebro”) es un exceso de líquido cefalorraquídeo alrededor del cerebro. El líquido es secretado por los ventrículos (cavidades en el centro del cerebro). Circula alrededor de la médula espinal y es absorbido por venas en la superficie externa del cerebro.
La hidrocefalia congénita generalmente se diagnostica poco después del nacimiento, pero la hidrocefalia de presión normal ocurre en un pequeño número de personas mayores. Esta afección puede ser resultado de un traumatismo craneal, una hemorragia cerebral o una meningitis (inflamación de la membrana que cubre el cerebro), pero la mayoría de los casos ocurre de manera espontánea sin una enfermedad previa evidente.
Además de desarrollar demencia, las personas con esta afección pierden el control de la vejiga y caminan de manera lenta y vacilante, como si sus pies estuvieran pegados al suelo. Un tubo implantado quirúrgicamente (derivación) que drena líquido de una cavidad en el cerebro (el ventrículo lateral) a la vena yugular o al abdomen produce una mejora rápida, siempre que el tratamiento se inicie poco después de que aparezcan los síntomas.
Los tumores cerebrales pueden ser malignos (cancerosos) y, por lo tanto, capaces de invadir los tejidos circundantes. O pueden ser benignos (autónomos).
Los tumores cerebrales pueden interferir con la función cognitiva y causar cambios de personalidad. Dependiendo de su ubicación, pueden desencadenar otros síntomas, como dolores de cabeza, convulsiones o vómitos.
Los primeros síntomas de los tumores de crecimiento lento con frecuencia se asemejan a la demencia, especialmente en personas mayores.
Los hematomas son coágulos de sangre causados por contusiones. Cuando se encuentran en el área subdural, entre la superficie del cerebro y la delgada membrana que lo cubre (la duramadre), pueden causar síntomas que imitan la enfermedad de Alzheimer. Estos hematomas subdurales también pueden poner en peligro la vida, y ocasionar un coma y la muerte.
La mayoría de los hematomas subdurales es causada por traumatismos craneales graves sufridos en accidentes automovilísticos.
Pero las personas mayores a veces desarrollan hematomas subdurales después de una lesión en la cabeza muy leve (y, por lo tanto, frecuentemente olvidada). A medida que la sangre se filtra en un espacio cerrado, el hematoma se agranda y comienza a interferir con la función cerebral.
Eliminar el coágulo dentro de las semanas posteriores a la lesión puede restaurar la función mental. Sin embargo, los síntomas suelen evolucionar tan lentamente que el diagnóstico se retrasa durante meses.
La sobreproducción de hormonas tiroideas (hipertiroidismo) suele ser causada por la enfermedad de Graves, mientras que la subproducción (hipotiroidismo) suele ser consecuencia de la tiroiditis de Hashimoto. Ambos trastornos pueden causar síntomas similares a la demencia.
El síndrome de Wernicke-Korsakoff, un estado irreversible de confusión y amnesia en alcohólicos, resulta de la deficiencia de tiamina debido a la desnutrición prolongada. Pero consumir cantidades excesivas de alcohol durante una década o más también puede causar un deterioro del pensamiento que se asemeja a la enfermedad de Alzheimer.
En la demencia debido al alcoholismo, la memoria, la orientación y la atención se deterioran, aunque las habilidades verbales no siempre se ven gravemente afectadas. En este tipo de demencia, la abstinencia puede restaurar parcialmente el funcionamiento mental.
Aunque existen muchas causas de demencia irreversible, las siguientes afecciones se encuentran entre las más comunes. En algunos casos, un tratamiento oportuno puede prevenir daños adicionales, pero el funcionamiento cognitivo perdido no puede ser restaurado.
El Alzheimer se distingue de otras demencias en la autopsia por la presencia de placas pegajosas de beta-amiloide fuera de las células cerebrales (neuronas) y ovillos fibrilares dentro de las neuronas. Aunque tales lesiones pueden estar presentes en cualquier cerebro envejecido, en las personas con Alzheimer, estas lesiones tienden a ser más numerosas y se acumulan en áreas del cerebro involucradas en el aprendizaje y la memoria.
La teoría principal es que el daño al cerebro es resultado de la inflamación y otros cambios biológicos que causan pérdida y mal funcionamiento sináptico, lo que interrumpe la comunicación entre las células cerebrales. Eventualmente, las células cerebrales mueren y causan pérdida de tejido (ver ilustración). En las exploraciones por imágenes, la disminución del tamaño del cerebro suele ser primero notable en el hipocampo, que desempeña un papel central en la función de la memoria.
El síntoma distintivo del Alzheimer es la dificultad para recordar información nueva. A medida que avanza el Alzheimer, pueden presentarse los siguientes síntomas:
El Alzheimer es gravemente debilitante, y la muerte generalmente ocurre dentro de los tres a nueve años después de su diagnóstico. Se han aprobado cinco medicamentos para tratar el Alzheimer, pero solo alivian ligeramente los síntomas.
Algunos problemas cognitivos provienen de un flujo sanguíneo insuficiente a partes del cerebro. La disminución del flujo sanguíneo es con frecuencia el resultado de la aterosclerosis (la acumulación de depósitos grasos en las paredes de las arterias) en los vasos sanguíneos que irrigan el cerebro. La interrupción resultante del flujo sanguíneo crea áreas de tejido muerto.
Estos eventos, que de hecho son pequeños derrames cerebrales, frecuentemente pasan desapercibidos porque cada uno daña solo una pequeña parte del cerebro y no causa una discapacidad a largo plazo. Pero el daño acumulativo puede llevar eventualmente a grandes áreas de tejido cerebral muerto, y pueden surgir síntomas como confusión, deterioro del pensamiento, dificultad para hablar y parálisis.
Las personas con demencia vascular suelen tener uno o más de los siguientes factores de riesgo:
El síntoma clásico de la demencia vascular es un cambio mental abrupto, a veces acompañado de parálisis o dificultad para hablar. El deterioro mental avanza en un patrón de “escalera”; una persona experimenta un deterioro cognitivo repentino, el deterioro se estabiliza y, luego, derrames cerebrales subsecuentes causan otro deterioro repentino.
La mayoría de las demencias es causada por enfermedades degenerativas, afecciones cuyo deterioro no puede detenerse. La enfermedad de Alzheimer es la enfermedad degenerativa que más frecuentemente causa demencia, y representa más del 50 % de los casos. La degeneración lobar frontotemporal, la enfermedad de Parkinson y la enfermedad de Huntington representan aproximadamente el 25 % de todas las demencias.
Degeneración lobar frontotemporal. Este grupo de enfermedades, anteriormente llamado enfermedad de Pick, se caracteriza por la atrofia de la parte frontal del cerebro, incluidos los lóbulos frontal y temporal. Suele confundirse con la enfermedad de Alzheimer porque los síntomas a veces son idénticos. Algunos expertos creen que puede ser la segunda demencia más común después de la enfermedad de Alzheimer.
Se desconoce la causa de la degeneración lobular frontotemporal, pero algunas variantes pueden ser hereditarias y, a veces, se asocian con mutaciones genéticas. Las personas con degeneración lobular frontotemporal presentan síntomas como:
Enfermedad de Parkinson. Es un trastorno del movimiento que resulta de una deficiencia de dopamina, un neurotransmisor involucrado en la coordinación de la actividad muscular así como en la función de la memoria.
Sus características distintivas incluyen temblores, rigidez en las extremidades y dificultad para iniciar o detener movimientos. Los problemas cognitivos leves son comunes en las primeras etapas de la enfermedad, y la demencia ocurre en el 30 % al 80 % de los pacientes con Parkinson en las etapas avanzadas.
Algunas personas con enfermedad de Parkinson desarrollan demencia porque también padecen la enfermedad de Alzheimer. En otros casos, la demencia está asociada con alucinaciones y parece estar vinculada a daños en las áreas límbicas y corticales del cerebro. Esta variante del Parkinson se llama demencia con cuerpos de Lewy.
Los medicamentos que aumentan la transmisión de dopamina, como la levodopa (Sinemet), ayudan a controlar los síntomas físicos del Parkinson, pero no mejoran la función mental.
Enfermedad de Huntington. La enfermedad de Huntington es un trastorno hereditario raro vinculado a un gen anormal en el cromosoma 4. Sus síntomas incluyen movimientos involuntarios y demencia, que frecuentemente comienzan entre los 20 y 40 años de edad.
Los trastornos mentales pueden ocurrir antes o después de que aparezcan los problemas físicos y, con frecuencia, las personas son difíciles de cuidar debido a su irritabilidad, agresividad y comportamiento errático. Los medicamentos pueden controlar los trastornos del movimiento y del estado de ánimo, pero no detienen el progreso de la enfermedad.
Prácticamente cualquier agente infeccioso que ataque el sistema nervioso central puede causar demencia.
Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob. Es una demencia rara y de evolución rápida causada por un tipo de agente infeccioso llamado prion. Los síntomas iniciales son fatiga y cambios sutiles en el comportamiento. Por lo general, la enfermedad progresa hacia problemas de movimiento, convulsiones, coma y, en el plazo de un año, la muerte.
Demencia por SIDA. Esta forma de demencia ocurre en personas con SIDA. La demencia puede desarrollarse rápidamente, a veces en cuestión de semanas, y consiste en olvidos, falta de atención y dificultades para pensar.
Neurosífilis. Antes de la introducción de la penicilina, hasta el 30 % de los pacientes con demencia ingresados en instituciones mentales tenía neurosífilis. Este trastorno, que se desarrolla aproximadamente 15 años después de la infección por sífilis, es ahora raro porque la sífilis generalmente se trata antes de que llegue a ese punto.
Adaptado con permiso de Alzheimer’s Disease: A guide to diagnosis, treatment, and caregiving (Enfermedad de Alzheimer: una guía para el diagnóstico, el tratamiento y el cuidado), un informe especial sobre salud publicado por Harvard Health Publishing.
Última actualización o revisión el agosto 21, 2025Millones de lectores confían en HelpGuide.org para obtener recursos gratuitos basados en evidencia para comprender y afrontar los desafíos de la salud mental. Haga su donación hoy para ayudarnos a salvar, apoyar y cambiar vidas.
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