Stages of Alzheimer’s Disease
Understanding the 3-stage and 7-stage models of Alzheimer’s

¿Está cuidando a alguien con la enfermedad de Alzheimer o demencia? Esta guía le ayudará a afrontar los desafíos de cada etapa, encontrar el apoyo que necesita y disfrutar de las recompensas del cuidado.
Cuidar a alguien con la enfermedad de Alzheimer u otro tipo de demencia puede ser un viaje largo, estresante y profundamente emocional. Pero usted no está solo. En los Estados Unidos, más de 16 millones de personas cuidan a alguien con demencia, y muchos millones más en todo el mundo. Como actualmente no existe una cura para el Alzheimer o la demencia, frecuentemente es su cuidado y apoyo lo que marca la mayor diferencia en la calidad de vida de su ser querido. Eso es un regalo extraordinario.
Sin embargo, el cuidado puede convertirse en algo abrumador. A medida que las habilidades cognitivas, físicas y funcionales de su ser querido disminuyen gradualmente con el tiempo, es fácil sentirse abrumado, desanimado y descuidar su propia salud y bienestar. La carga del cuidado puede ponerle en mayor riesgo de problemas de salud significativos, y muchos cuidadores de personas con demencia experimentan depresión, altos niveles de estrés o incluso agotamiento. Y casi todos los cuidadores de personas con Alzheimer o demencia, en algún momento, experimentan tristeza, ansiedad, soledad y agotamiento. Buscar ayuda y apoyo en el camino no es un lujo, es una necesidad.
Así como cada persona con la enfermedad de Alzheimer o demencia progresa de manera diferente, también la experiencia del cuidado puede variar ampliamente de una persona a otra. Sin embargo, existen estrategias que pueden ayudarle como cuidador y hacer que su proceso en el cuidado sea tan gratificante como desafiante.
Cuidar a una persona con la enfermedad de Alzheimer o algún otro tipo de demencia con frecuencia puede parecer una serie de eventos de duelo al ver cómo desaparecen los recuerdos de su ser querido y se deterioran sus habilidades. La persona con demencia cambiará y se comportará de formas diferentes, a veces perturbadoras o inquietantes. Tanto para los cuidadores como para los pacientes, estos cambios pueden generar un impacto emocional de confusión, frustración y tristeza.
A medida que la enfermedad avanza a través de las diferentes etapas, las necesidades de su ser querido aumentan, sus responsabilidades de cuidado y financieras se vuelven más desafiantes, y la fatiga, el estrés y el aislamiento pueden llegar a ser abrumadores. Al mismo tiempo, la capacidad de su ser querido para mostrar aprecio por todo su arduo trabajo solo disminuye. Brindar cuidado puede parecer literalmente una tarea ingrata.
Sin embargo, para muchos, la travesía de un cuidador incluye no solo enormes desafíos, sino también muchas recompensas enriquecedoras que reafirman la vida.
Cuidar es una expresión pura de amor. Cuidar a una persona con Alzheimer o demencia le conecta a un nivel más profundo. Si ya tenía una relación cercana, puede acercarle aún más. Si antes no eran cercanos, esto puede ayudarle a resolver diferencias, encontrar el perdón y crear recuerdos nuevos y más cálidos con su familiar.
Cambia su perspectiva sobre la vida. El acto de cuidar puede ayudarle a apreciar más su propia vida. Muchas personas descubren que sus prioridades cambian después. Las preocupaciones triviales del día a día, que antes parecían tan importantes, parecen desvanecerse y usted puede enfocarse en las cosas que realmente tienen significado en la vida.
El cuidado proporciona un propósito. Cuidar a una persona con Alzheimer o demencia le hace sentir necesario y valorado. También puede añadir estructura y significado a su vida. Cada día está haciendo una gran diferencia en la vida de alguien, incluso si esa persona ya no puede reconocerlo o expresar su gratitud.
Añade una sensación de logro. Aprender nuevas habilidades y técnicas de afrontamiento puede aumentar su confianza, y superar nuevos desafíos puede mejorar sus habilidades para resolver problemas. Asistir a grupos de apoyo también puede ampliar su red social y ayudarle a formar nuevas relaciones gratificantes.
Brinda la oportunidad de fortalecer los vínculos familiares. Si comparte las responsabilidades de cuidado con miembros de la familia, tendrá más tiempo para establecer vínculos entre sí. Incluso las situaciones física y emocionalmente desafiantes le brindan la oportunidad de aprender, conectar y apoyar a sus seres queridos.
El cuidado puede enseñar a los miembros más jóvenes de la familia la importancia del cuidado, la compasión y la aceptación. Cuidar a alguien con demencia es un acto desinteresado. A pesar del estrés, las exigencias y el dolor emocional, puede sacar lo mejor de nosotros y servir como un ejemplo para nuestros hijos.
En las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer u otro tipo de demencia, su ser querido puede no necesitar mucha asistencia para su cuidado. Más bien, su papel inicial puede ser ayudarles a aceptar su diagnóstico, planificar el futuro y mantenerse tan activos, saludables y comprometidos como sea posible.
Acepte el diagnóstico. Aceptar un diagnóstico de demencia puede ser tan difícil para los familiares como para el paciente. Permítase a usted y a su ser querido un tiempo para procesar la noticia, adaptarse a la nueva situación y lamentar sus pérdidas. Pero no permita que la negación le impida buscar una intervención temprana.
Hable con amigos y familiares sobre el diagnóstico. Debido a que las primeras señales pueden ser sutiles, es posible que otras personas no se den cuenta de los síntomas de su ser querido. Si prevé que algún otro miembro de su familia le ayudará con el cuidado, infórmele sobre el diagnóstico lo antes posible. Incluso si alguien no va a ser el cuidador, no querrá que se confunda con el comportamiento inusual de su ser querido a medida que avanza la enfermedad. Mantenerles informados también facilita que puedan brindarle apoyo emocional.
Enfrente emociones encontradas. Los sentimientos de ira, frustración, incredulidad, duelo, negación y miedo son comunes en las etapas iniciales del Alzheimer o la demencia, tanto para el paciente como para usted, el cuidador. Permita que su ser querido exprese lo que siente y anímele a continuar con actividades que den sentido y propósito a su vida. Para lidiar con sus propios miedos, dudas y tristeza, busque a otras personas en quienes pueda confiar.
Haga uso de los recursos disponibles. Existen numerosos recursos comunitarios y en línea para ayudarle a brindar un cuidado eficaz en este recorrido. Comience por encontrar la asociación de Alzheimer en su país (vea los enlaces a continuación). Estas organizaciones ofrecen apoyo práctico, líneas de ayuda, asesoramiento y capacitación para los cuidadores y sus familias. También pueden ponerle en contacto con grupos de apoyo locales.
Aprenda todo lo que pueda sobre la demencia de su ser querido. Si bien la experiencia de cada persona con el Alzheimer o la demencia es diferente, cuanto más aprenda sobre la afección y cómo puede progresar, mejor podrá prepararse para los desafíos futuros, reducir su frustración y fomentar expectativas razonables. También existen libros, talleres y recursos de capacitación en línea que pueden enseñarle habilidades de cuidado.
Prepárese para lo que está por venir. Con su apoyo, su ser querido puede ser capaz de mantener su independencia y vivir por su cuenta en las primeras etapas de la demencia. Sin embargo, su regresión cognitiva y física significa que, finalmente, necesitará ayuda las 24 horas del día. Hacer planes para su futura vivienda y cuidados desde ahora puede ayudar a reducir el estrés en el futuro, permitir que su ser querido participe en el proceso de toma de decisiones, y garantizar que sus deseos legales, financieros y de atención médica sean respetados.
Tome medidas para retrasar la progresión de los síntomas. Si bien existen tratamientos para algunos síntomas, los cambios en el estilo de vida también pueden ser armas eficaces para retrasar la progresión de la enfermedad.
Ayuda con la pérdida de la memoria a corto plazo. En las primeras etapas, su ser querido puede necesitar indicaciones o recordatorios para ayudarle a recordar citas, palabras o nombres, llevar un registro de los medicamentos o administrar las facturas y el dinero, por ejemplo. En lugar de asumir todas las tareas usted mismo, trate de trabajar juntos como un equipo y apoyarle en sus responsabilidades diarias.
La ayuda en el hogar varía desde unas pocas horas a la semana de asistencia de cuidado hasta ayuda de tiempo completo, dependiendo de sus necesidades y de lo que pueda costear. También puede contratar ayuda para tareas básicas como la limpieza, las compras u otros mandados, lo que le permitirá dedicar más tiempo a proporcionar un cuidado más enfocado a su ser querido.
El cuidado diurno para adultos ofrece actividades y oportunidades de socialización para su ser querido, además de darle a usted la oportunidad de seguir trabajando o atender otras necesidades. Busque programas de cuidado diurno para adultos que se especialicen en el cuidado de la demencia.
El cuidado de relevo le brinda un bloque de tiempo como cuidador para descansar, viajar o atender otras cosas. Enumere a sus amigos y familiares que vivan cerca y que puedan hacer mandados, llevar una comida caliente o cuidar al paciente para que usted pueda tomar un merecido descanso. Los voluntarios o la ayuda remunerada también pueden proporcionar servicios de relevo en el hogar. O puede explorar los programas de relevo fuera del hogar, como los centros de cuidado diurnos para adultos y las residencias de ancianos.
A medida que los síntomas de la enfermedad de Alzheimer o la demencia de su ser querido progresan, necesitará cada vez más cuidados, y usted requerirá más apoyo como su cuidador. Su ser querido experimentará gradualmente una pérdida de memoria más extensa, puede desorientarse en lugares conocidos, ya no ser capaz de conducir y no reconocer a amigos ni familiares. Su confusión y su habla desorganizada pueden dificultar la comunicación, y es posible que experimente cambios de humor y comportamiento perturbadores junto con problemas para dormir.
Tendrá que asumir más responsabilidades a medida que su ser querido pierda independencia, brindarle mayor ayuda con las actividades de la vida diaria y encontrar formas de afrontar cada nuevo desafío. Equilibrar estas tareas con sus otras responsabilidades requiere atención, planificación y mucho apoyo.
Pida ayuda. No puede hacerlo todo usted solo. Es importante recurrir a otros miembros de la familia, amigos u organizaciones de voluntarios para que le ayuden con la carga diaria del cuidado. Programe descansos frecuentes durante el día para dedicarse a sus pasatiempos e intereses y atender sus propias necesidades de salud. Esto no es ser negligente ni desleal con su ser querido. Los cuidadores que se toman un tiempo libre con regularidad no solo brindan una mejor atención, sino que también encuentran más satisfacción en sus funciones de cuidado.
Únase a un grupo de apoyo. Podrá aprender de las experiencias de otras personas que han enfrentado los mismos desafíos. Conectarse con otras personas que saben de primera mano por lo que está pasando también puede ayudar a reducir los sentimientos de aislamiento, miedo y desesperanza.
En cada nueva etapa de la demencia, es necesario ajustar sus expectativas sobre lo que su ser querido es capaz de hacer. Al aceptar cada nueva realidad y tomarse el tiempo para reflexionar sobre estos cambios, podrá afrontar mejor la pérdida emocional y encontrar mayor satisfacción en su papel como cuidador.
Lleve un diario para registrar y reflexionar sobre sus experiencias. Al escribir sus pensamientos, podrá lamentar las pérdidas, celebrar los logros y desafiar los patrones de pensamiento negativos que afectan su estado de ánimo y perspectiva.
Agradezca lo que tiene. Puede parecer contradictorio en medio de tantos desafíos, pero llevar una lista de gratitud diaria puede ayudar a ahuyentar la tristeza. También puede ayudarle a centrarse en lo que su ser querido todavía es capaz de hacer, en lugar de las habilidades que ha perdido.
Valore lo que es posible. En las etapas intermedias de la demencia, su ser querido todavía tiene muchas habilidades. Estructure actividades para invitarle a participar en cualquier nivel que sea posible. Al valorar lo que su ser querido aún puede hacer, podrá encontrar placer y satisfacción incluso en los días más difíciles.
[Lea: Cómo sobrevivir tiempos difíciles aumentando la resiliencia]
Mejore su conciencia emocional. Mantener el compromiso, el enfoque y la tranquilidad en medio de una responsabilidad tan grande puede desafiar incluso a los cuidadores más capaces. Sin embargo, al desarrollar sus habilidades de conciencia emocional, puede aliviar el estrés, experimentar emociones positivas y aportar nueva paz y claridad a su papel como cuidador.
Tener rutinas y actividades diarias generales puede brindar una sensación de consistencia a un paciente con Alzheimer o demencia y ayudar a aliviar las demandas del cuidado. Por supuesto, a medida que la capacidad de su ser querido para realizar tareas se deteriore, deberá actualizar y revisar estas rutinas.
Mantenga un sentido de estructura y familiaridad. Intente mantener horarios diarios consistentes para actividades como despertarse, comer, vestirse, recibir visitas y acostarse. Mantener estas actividades a la misma hora y en el mismo lugar puede ayudar a orientar a la persona con demencia. Use señales para establecer los diferentes momentos del día, abrir las cortinas por la mañana, por ejemplo, o poner música relajante por la noche para indicar la hora de acostarse.
Involucre a su ser querido en las actividades diarias tanto como le sea posible. Por ejemplo, es posible que no pueda atarse los zapatos, pero sí poner la ropa en el cesto de la ropa sucia. Podar plantas en el jardín puede no ser seguro, pero quizá pueda deshierbar, plantar o regar.
Varíe las actividades para estimular diferentes sentidos: la vista, el olfato, el oído y el tacto, y el movimiento. Por ejemplo, puede intentar cantar canciones, contar historias, bailar, caminar o realizar actividades táctiles como pintar, hacer jardinería o jugar con mascotas.
Pase tiempo al aire libre. Salir a dar un paseo en auto, visitar un parque o caminar un poco puede ser muy terapéutico. Incluso simplemente sentarse al aire libre puede ser relajante.
Busque actividades grupales diseñadas específicamente para personas con Alzheimer o demencia. Los centros para personas mayores, centros comunitarios o programas de cuidado diurno suelen organizar este tipo de actividades.
Planee visitas y eventos sociales en horarios en los que su ser querido pueda manejarlos mejor. La actividad o estimulación excesiva en un momento inadecuado del día puede ser demasiado para controlarlo. Ofrezca consejos de comunicación si las visitas parecen inseguras o sugiera que traigan recuerdos que puedan gustarle a su ser querido, como libros o música favoritos.
A medida que el Alzheimer o la demencia de su ser querido avanza, notará cambios en su forma de comunicarse. Puede tener problemas para encontrar las palabras, sustituir una palabra por otra, repetir las mismas cosas una y otra vez o confundirse fácilmente. También es común que haga más gestos con las manos, pierda el hilo de sus pensamientos e incluso tenga arrebatos inapropiados.
Incluso si su ser querido tiene problemas para mantener una conversación (o menos interés en iniciarla), es importante fomentar la interacción social. Hacer que se sienta seguro en lugar de estresado hará que la comunicación sea más fácil, así que trate de manejar sus propios niveles de frustración.
Tenga paciencia. Si su ser querido tiene dificultad para recordar una palabra, por ejemplo, dele tiempo. Mostrar ansiedad o impaciencia solo inhibirá su capacidad de recordar. Mencione la palabra con amabilidad o dígale a la persona que puede recordarla más tarde.
Sea consciente de su lenguaje corporal. Su ser querido responde a su expresión facial, tono de voz y señales no verbales así como a las palabras que elija. Haga contacto visual, conserve la calma y mantenga una postura relajada y abierta.
Hable despacio y con claridad. Dé una instrucción o haga una pregunta a la vez, utilice frases cortas y dele a su ser querido más tiempo para procesar lo que se le está diciendo. Encuentre una forma más sencilla de decir lo mismo si no se entendió la primera vez.
Evite preguntas que desafíen la memoria a corto plazo, como “¿Recuerdas lo que hicimos anoche?”. La respuesta probablemente será “no”, lo que puede ser humillante para alguien con Alzheimer o demencia.
Mantenga el respeto. No use un lenguaje condescendiente, ni un tono de voz infantil ni sarcasmo. Puede causar dolor o confusión.
Tómese un breve descanso si siente que su paciencia se agota. Intente usar técnicas de alivio rápido del estrés para calmarse y recuperar el equilibrio.
Lo que debe y no debe hacer al hablar con alguien con demencia |
Haga lo siguiente: |
Dígale a su ser querido quién es usted si parece haber alguna duda. |
Escuche con atención. Evite distracciones como la televisión o el teléfono celular y concentre su atención en su ser querido. |
Use una distracción o invente una mentira si decir toda la verdad va a alterar a la persona. Por ejemplo, para responder a la pregunta: “¿Dónde está mi madre?”, puede ser mejor decir: “No está aquí en este momento”, en lugar de, “Falleció hace 20 años”. |
Use la repetición tanto como sea necesario. Prepárese para decir las mismas cosas una y otra vez, ya que la persona no puede recordarlas por más de unos pocos minutos. |
No haga lo siguiente: |
Decir cosas como: “¿Te acuerdas?”. “¡Intenta recordar!” “¿Lo olvidaste?” “¡¿Cómo es que no sabes eso?!” |
Señalar la dificultad de memoria de la persona. Evite comentarios como: “Te lo acabo de decir”. En lugar de eso, solo repítalo una y otra vez. |
Hablar frente a la persona como si no estuviera presente. Siempre inclúyala en cualquier conversación cuando esté físicamente presente. |
Usar muchos pronombres como «ahí, eso, él, ella». Es mejor que use sustantivos. Por ejemplo, en lugar de decir «Siéntate ahí», diga: «Siéntate en la silla azul». |
Además de los cambios en la comunicación durante las etapas intermedias de la demencia, también pueden ocurrir cambios de personalidad y comportamiento problemáticos. Estos comportamientos incluyen agresividad, deambulación, alucinaciones, esconder o acumular objetos y dificultades para comer o dormir. Todos estos comportamientos pueden ser angustiantes de presenciar y hacer que su papel como cuidador sea aún más difícil.
Con frecuencia, estos problemas de comportamiento se desencadenan o se exacerban por la incapacidad de su ser querido para lidiar con el estrés, sus intentos frustrados de comunicarse o su entorno. Al hacer algunos cambios simples, puede ayudar a reducir el estrés de su ser querido y mejorar su bienestar, junto con su propia experiencia como cuidador.
A medida que el Alzheimer u otro tipo de demencia alcanza las últimas etapas, es probable que su ser querido necesite atención las 24 horas. Es posible que no pueda caminar ni realizar tareas de cuidado personal, tenga dificultades para comer, sea vulnerable a infecciones y ya no pueda expresar sus necesidades. También son muy comunes los problemas de incontinencia, cambios de humor, alucinaciones y delirios.
En su papel como cuidador, es probable que esté combinando estos nuevos desafíos con el manejo de sentimientos de duelo y pérdida dolorosos, además de tomar decisiones difíciles sobre el final de la vida. Incluso puede estar sintiendo alivio porque la larga lucha de su ser querido está llegando a su fin, o culpa por haber fallado de alguna manera como cuidador. Al igual que en las otras etapas de su camino como cuidador, es importante darse tiempo para adaptarse, lamentar sus pérdidas y alcanzar la aceptación.
[Lea: Cuidados durante la última etapa y el final de la vida]
Dado que las demandas de cuidado son tan extensas en las etapas finales, puede que ya no sea posible para usted proporcionar el cuidado necesario a su ser querido por su cuenta. Si el paciente necesita apoyo total para las actividades de rutina como bañarse, vestirse o voltearse, es posible que no tenga la fuerza suficiente para manejarlo usted mismo. O puede que sienta que no puede aliviar su dolor o hacerle sentir tanta comodidad como le gustaría.
Su paciente también puede correr un mayor riesgo de desarrollar infecciones, atragantarse con la comida o sufrir convulsiones, situaciones que usted puede sentir que no está preparado para manejar sin ayuda profesional. En tales casos, puede considerar trasladarle a un centro de atención, como una residencia para adultos mayores, donde pueda recibir altos niveles de atención médica y de custodia.
Otra opción son los cuidados paliativos y de hospicio. Si bien algunos centros brindan cuidados de hospicio en el lugar, lo más común es que se brinden en el hogar del paciente. Esto le permite a su ser querido pasar sus últimos meses en un entorno conocido rodeado de familiares y amigos, mientras usted cuenta con el apoyo del personal de hospicio para garantizar que su ser querido disfrute de la mejor calidad de atención hasta el final.
Independientemente de las opciones de cuidados que elija en la última etapa, puede encontrar una sensación de recompensa en su papel de cuidador si se toma un tiempo cada día para realmente conectar con su ser querido. Aunque ya no pueda expresar verbalmente amor o gratitud, un paciente en las últimas etapas de Alzheimer o demencia aún puede conectar a través de sus sentidos.
Evite todas las distracciones y concéntrese completamente en su ser querido. Haga contacto visual (si es posible), sujete su mano o acaricie su mejilla, y hable en un tono de voz calmado y tranquilizador. Además de hablar, también puede apelar a sus sentidos frotando loción perfumada en su piel, reproduciendo su música favorita, leyéndole un libro o poema significativo, o mirando fotos antiguas juntos.
Cuando conecta de esta manera, experimentará un proceso que mejora el estado de ánimo, reduce el estrés y favorece el bienestar físico y emocional, tanto para usted como para su ser querido.
Al enfocarse siempre con tanta dedicación en las necesidades de su ser querido a lo largo del progreso de su demencia, es fácil caer en la trampa de descuidar su propio bienestar. Si no recibe el apoyo físico y emocional que necesita, no podrá brindar el mejor nivel de cuidado, y es más probable que se sienta abrumado y sufra agotamiento.
Planifique su propio cuidado. Visite a su médico para revisiones regulares y preste atención a las señales y los síntomas de estrés excesivo. Es fácil abandonar a las personas y las actividades que ama cuando está inmerso en el cuidado, pero al hacerlo pone en riesgo su salud y su tranquilidad. Dedique tiempo a alejarse de las responsabilidades del cuidado para poder mantener sus amistades, relaciones sociales y redes profesionales, así como disfrutar de los pasatiempos e intereses que le brindan alegría.
Hable con alguien. Hable con un amigo de confianza, un familiar, un miembro del clero o un terapeuta sobre lo que está viviendo. El simple hecho de hablar en persona con alguien que se preocupa por usted puede ser muy catártico y un excelente alivio para el estrés.
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Realice la evaluación HelpGuide es un apoyo para el usuario. Ganamos una comisión si se registra en los servicios de BetterHelp después de hacer clic en este sitio. Obtenga más informaciónManténgase activo. El ejercicio regular no solo le mantiene en forma, sino que libera endorfinas que realmente pueden mejorar su estado de ánimo. Intente hacer al menos 30 minutos de ejercicio casi todos los días. Si no puede hacerlo de corrido, divídalo en sesiones de 10 minutos durante el día.
Practique alguna técnica de relajación. Cuidar a un ser querido con demencia puede ser una de las tareas más estresantes que enfrentará en la vida. Para combatir este estrés y mejorar su estado de ánimo y niveles de energía, necesita activar la respuesta natural de relajación de su cuerpo. Además de hacer ejercicio y conectar cara a cara con otras personas, pruebe técnicas de relajación como la respiración profunda, la meditación o el yoga.
Llame a la línea de ayuda de la u003ca href=u0022https://www.alz.org/help-supportu0022 target=u0022_blanku0022 rel=u0022noreferrer noopeneru0022u003eAlzheimer’s Associationu003c/au003e al 1 800 272 3900 o a la u003ca href=u0022https://alzfdn.org/afahelpline/u0022 target=u0022_blanku0022 rel=u0022noreferrer noopeneru0022u003eFundación de Alzheimer de Américau003c/au003e al 1-866-232-8484.
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Llame a la línea de ayuda disponible las 24 horas de la Alzheimer’s and Related Disorders Society of India (Sociedad de Alzheimer y Trastornos Relacionados de la India)u003ca href=u0022https://ardsi.org/our-services/u0022 target=u0022_blanku0022 rel=u0022noreferrer noopeneru0022u003e en su áreau003c/au003e.
Consulte un directorio mundial de u003ca href=u0022http://www.alz.co.uk/help/associations.htmlu0022 target=u0022_blanku0022 rel=u0022noreferrer noopeneru0022u003easociaciones de Alzheimer u003c/au003epara obtener información, asesoría y apoyo cerca de usted. (Alzheimer’s Disease International)rnrnu0026nbsp;rnrnu003ca href=u0022https://www.caregiver.org/family-care-navigatoru0022 target=u0022_blanku0022 rel=u0022noreferrer noopeneru0022u003eFamily Care Navigator (Navegador de Cuidados para Familiares):u003c/au003e para los cuidadores en los EE. UU., un recurso estatal que le ayudará a localizar servicios y otros recursos. (Family Caregiver Alliance)rnrnu0026nbsp;rnrnu003ca href=u0022https://www.alzheimersnavigator.org/default.aspx?utm_source=alz.orgu0026amp;utm_medium=referralu0026amp;utm_campaign=caregiver-homepage-carouselu0022 target=u0022_blanku0022 rel=u0022noreferrer noopeneru0022u003ePlan de acción para el cuidador:u003c/au003e cree un plan de acción personalizado y encuentre información, apoyo y recursos locales. (Alzheimer’s Association)
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