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Amor y amistad

Cómo afrontar la timidez

¿Es introvertido, inseguro o siente incomodidad social? ¿Se le dificulta conectar con otros? Aquí le explicamos cómo hacer amigos y formar relaciones incluso aunque no sea extrovertido.

Entender la timidez

Como humanos, somos seres sociales. Tener amigos nos hace ser más felices y saludables; de hecho, estar socialmente conectados es la clave de nuestra salud mental y emocional. Sin embargo, muchos de nosotros somos tímidos y socialmente introvertidos. Nos sentimos incómodos cerca de personas que no conocemos, inseguros de qué decir o nos preocupa lo que otros pensarán de nosotros. Esto puede ocasionar que evitemos situaciones sociales, que nos distanciemos de otras personas y que gradualmente terminemos aislados y solos.

La timidez, la inseguridad social y la dificultad para hacer amigos son problemas comunes entre personas de todas las edades y contextos, y no es algo que deba ocasionar vergüenza. La verdad es que ninguno de nosotros nació con habilidades sociales. Hay cosas que aprendemos con el tiempo, y la buena noticia es que usted también puede aprenderlas.

Por más nervioso que se sienta en compañía de otras personas, puede aprender a silenciar sus pensamientos autocríticos, aumentar su autoestima y adquirir más confianza en sus interacciones con los demás. No tiene que cambiar su personalidad, pero al aprender nuevas habilidades y adoptar una perspectiva diferente puede superar la timidez y la incomodidad social, sentirse más conectado, y disfrutar de amistades sólidas y satisfactorias.

¿La timidez y la inseguridad son un problema para usted?

  • ¿Teme verse como un tonto en situaciones sociales?
  • ¿Le preocupa mucho lo que los demás piensan de usted?
  • ¿Evita situaciones sociales con frecuencia?
  • ¿Otras personas parecen divertirse más que usted en situaciones sociales?
  • ¿Da por sentado que es su culpa cuando alguien le rechaza o parece no estar interesado?
  • ¿Se le dificulta acercarse a las personas o unirse a conversaciones?
  • Después de pasar tiempo con otros, ¿tiende a mortificarse y criticar su «desempeño»?
  • ¿A menudo se siente mal con usted mismo después de socializar?

Si respondió «sí» a estas preguntas, este artículo puede ser útil.

Cómo enfrentar el miedo y la inseguridad social

Cuando se trata de la timidez y la incomodidad social, las cosas que nos decimos hacen una gran diferencia. Estos son algunos de los patrones de pensamiento comunes que pueden socavar su confianza y alimentar la inseguridad social:

  • Creer que es aburrido, desagradable o raro.
  • Creer que otras personas le están evaluando y juzgando en situaciones sociales.
  • Creer que le rechazarán y criticarán si comete un error social.
  • Creer que el rechazo o la vergüenza social sería algo terrible y devastador.
  • Creer que lo que otros piensan de usted define quién es.

Si cree esto, ¡no hay duda de por qué las situaciones sociales parecen aterradoras! Pero en realidad las situaciones nunca son polos opuestos.

Las personas no están pensando en usted, al menos no al grado que usted cree. La mayoría de las personas están concentradas en sus propias vidas y preocupaciones. Así como usted piensa en usted y en sus propias preocupaciones sociales, las otras personas están pensando en sí mismas. No pasan su tiempo libre juzgándole, así que deje de perder el tiempo preocupándose por lo que los demás piensan de usted.

Muchas otras personas se sienten igual de incómodas y nerviosas que usted. Cuando se tiene ansiedad social, puede parecer que todos los demás son extrovertidos llenos de confianza en sí mismos. Pero ese no es el caso. Algunas personas lo esconden mejor que otras, pero hay mucha gente introvertida en el mundo que se enfrenta con la misma falta de confianza en sí misma que usted. ¡Es probable que la siguiente persona con la que hable esté preocupada por lo que pensará de ella!

[Lea: Trastorno de ansiedad social]

Las personas son mucho más tolerantes de lo que piensa. En su cabeza, la sola idea que hacer o decir algo vergonzoso en público es aterradora. Está seguro de que todos le juzgarán. Pero en realidad, es muy poco probable que las personas hagan un escándalo por un error social. Todos lo han cometido en algún momento, así que la mayoría lo ignorará y seguirá adelante.

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Cómo aprender a aceptarse a uno mismo

Cuando comience a darse cuenta de que las personas NO están escudriñando ni juzgando cada cosa que dice y hace, automáticamente se sentirá menos nervioso socialmente. Pero aún queda la manera en que se siente sobre usted mismo. Con mucha frecuencia, somos nuestros peores críticos. Somos duros con nosotros mismos de una forma que no lo seríamos con extraños, mucho menos con personas que nos importan.

Aprender a aceptarse a uno mismo no pasa de la noche a la mañana, requiere cambios en el pensamiento.

No tiene que ser perfecto para agradarles a las personas. De hecho, nuestras imperfecciones y singularidades pueden ser encantadoras. Incluso nuestras debilidades pueden atraer a otros. Cuando alguien es honesto y abierto con sus vulnerabilidades, es una experiencia de formación de vínculos, especialmente si es capaz de reírse de sí mismo. Si puede aceptar su incomodidad y sus imperfecciones de forma alegre, es probable que los demás también las acepten. ¡Incluso es posible que les agrade más por eso!

Está bien cometer errores. Todos cometen errores; es parte de ser humanos. Así que relájese cuando tenga una equivocación. Su valor no viene de ser perfecto. Si le resulta difícil ser autocompasivo, intente ver sus propios errores como si fueran los de un amigo. ¿Qué le diría a su amigo? Ahora siga su propio consejo.

Sus autoevaluaciones negativas no necesariamente reflejan la realidad. De hecho, probablemente no lo hacen, especialmente si usted:

  1. Se insulta con palabras como «patético», «inútil», «tonto», etc.
  2. Se mortifica con las cosas que «debió» o «no debió» hacer.
  3. Hace generalizaciones con base en un evento en específico. Por ejemplo, si algo no salió según lo planificado, se dice a sí mismo que nunca hará las cosas bien, que es un fracaso o que siempre arruina las cosas.

Cuando tenga esos pensamientos distorsionados, es importante detenerlos y cambiarlos de forma consciente. Simule que es un observador imparcial externo, luego pregúntese si hay otras maneras de ver la situación.

Cómo desarrollar habilidades sociales un paso a la vez

Mejorar las habilidades sociales requiere práctica. De la misma manera en que no esperaría ser bueno con la guitarra sin ningún esfuerzo, no espere sentirse socialmente cómodo sin invertir tiempo. Dicho eso, puede empezar poco a poco. Dé pequeños pasos hacia tener más confianza y ser más sociable, después continúe sobre esos éxitos.

  • Sonría a alguien que pase por la calle.
  • Haga un cumplido a alguien que se encuentre durante el día.
  • Haga una pregunta casual a alguien (en un restaurante, por ejemplo: «¿Ha venido antes? ¿Qué tal está el filete?»).
  • Comience una conversación con cajeros, recepcionistas, meseros o vendedores amigables.

Cómo afrontar sus miedos sociales más grandes

Cuando se trata de las cosas que realmente le asustan, debe afrontar sus miedos de forma gradual, comenzando con situaciones que son un poco estresantes hasta llegar a escenarios que le ocasionen más ansiedad. Considérelo como una escalera, en la que cada escalón es más estresante que el anterior. No suba al siguiente escalón hasta que haya tenido una experiencia positiva en el escalón anterior.

Por ejemplo, si hablar con nuevas personas en una fiesta le hace sentir extremadamente ansioso, esta es una escalera que podría usar:

  1. Vaya a una fiesta y sonría a algunas personas.
  2. Vaya a una fiesta y haga preguntas sencillas (por ejemplo: «¿Sabe qué hora es?»). Una vez que hayan respondido, agradezca amablemente y luego retírese. La clave es hacer una interacción breve y cordial.
  3. Pida a un amigo que le presente a alguien en la fiesta y que le ayude a tener una conversación breve.
  4. Elija a alguien en la fiesta que parezca amigable y accesible. Preséntese.
  5. Identifique un grupo de personas que no sea intimidante en la fiesta y acérquese a ellos. No tiene que hacer una gran entrada. Solo únase al grupo y escuche la conversación. Haga un comentario o dos si así lo desea, pero no se presione mucho.
  6. Únase a otro grupo amigable y accesible. En esta ocasión, intente participar un poco más en la conversación.

[Lea: Fobias y miedos irracionales]

Más consejos para desarrollar la confianza social

Finja hasta que lo logre. Actuar como si tuviera confianza puede hacer que se sienta con más confianza.

Enfóquese en el exterior, no en el interior. En lugar de preocuparse por la impresión que da o lo que dirá, enfóquese en otra persona en lugar de usted. Estará más presente en el momento y sentirá menos timidez.

Ríase de usted mismo. Si hace algo vergonzoso, use el humor para poner las cosas en perspectiva. Ríase, aprenda y continúe.

Haga cosas para ayudar a los demás o para iluminar el día de otra persona. Puede ser algo pequeño como solo hacer un cumplido o sonreír. Cuando propague positividad, se sentirá mejor consigo mismo.

Consejos para empezar una conversación

Algunas personas parecen saber de forma instintiva cómo empezar una conversación con cualquier persona, en cualquier lugar. Si no es de este tipo de personas afortunadas, estos consejos le ayudarán a empezar a hablar cuando conozca a alguien nuevo.

Estas son algunas maneras sencillas para participar en una conversación con alguien nuevo

Haga un comentario sobre el entorno o la ocasión. Si está en una fiesta, por ejemplo, podría comentar sobre el lugar, la comida o la música de forma positiva: «Me encanta esta canción» o «La comida está deliciosa. ¿Ya probó el pollo?».

Haga una pregunta abierta, una que requiera una respuesta más allá de un «sí» o un «no». Apéguese al credo del periodista y haga una pregunta que comience con los interrogativos «qué», «quién», «cómo», «cuándo», «dónde» o «por qué». Por ejemplo: «¿A quién conoce aquí?», «¿A dónde va normalmente los viernes?», «¿Cuándo se mudó aquí?», «¿Qué le mantiene ocupado?», «¿Por qué decidió ser vegetariano?», «¿Cómo está el vino?». La mayoría de las personas disfrutan hablar de sí mismas, así que hacer una pregunta es una buena manera de empezar una conversación.

Haga un cumplido. Por ejemplo: «Me gusta mucho su bolso, ¿puedo preguntarle dónde lo compró?» o «Parece que ya lo ha hecho antes, ¿puede decirme dónde debo registrarme?».

Señale algo que tengan en común y haga una pregunta de seguimiento. «Yo también juego golf, ¿cuál es su campo de golf local favorito?», «Mi hija también fue a esa escuela, ¿qué le parece a su hijo?».

Haga que la conversación continúe con temas superficiales. No diga cosas que sean provocativas de forma obvia y evite temas intensos como la política o la religión. Apéguese a temas ligeros como el clima, el lugar y cualquier cosa que tengan en común como la escuela, las películas o los equipos deportivos.

[Lea: Cómo hacer buenos amigos]

Escuche debidamente. Escuchar no es lo mismo que esperar su turno para hablar. No puede concentrarse en lo que alguien dice si está pensando en lo que va a decir a continuación. Una de las claves de la comunicación efectiva es enfocarse totalmente en la persona que habla y mostrar interés en lo que está diciendo. Asienta de vez en cuando, sonría a la persona y asegúrese de que su postura sea abierta y cómoda. Anime a la persona que está hablando a continuar con pequeñas señales verbales como «sí» o «ajá».

Qué debe hacer cuando las situaciones sociales le agotan

Existe una idea equivocada de que los introvertidos no son sociables. De hecho, los introvertidos pueden ser igual de sociables que los extrovertidos. La diferencia entre los dos es que los introvertidos pierden energía cuando están con otras personas y la recargan al pasar tiempo a solas, mientras que los extrovertidos obtienen energía al pasar tiempo con otras personas.

Lo que esto significa es que incluso los introvertidos que tienen confianza social se sienten cansados después de socializar mucho. No significa que haya algo malo con usted o que sea incapaz de tener una vida social satisfactoria. Solo necesita entender sus límites y hacer planes conforme a ellos.

No haga demasiados compromisos. Está bien rechazar invitaciones sociales porque necesita relajarse, o programar un descanso después de socializar. Después de una salida en sábado con amigos, por ejemplo, es posible que necesite pasar el domingo a solas para descansar y recargar energías.

Tome pequeños descansos. Habrá momentos en los que se sienta exhausto, pero que no podrá dejar la situación por un periodo largo a solas. Tal vez esté en una convención de trabajo ajetreada, en unas vacaciones con amigos o de visita con familiares por las festividades. En estas circunstancias, intente encontrar el momento para escaparse a un espacio tranquilo cuando no se considere algo grosero. Incluso pasar 10 o 15 minutos en dichos espacios puede hacer una gran diferencia.

Hable con su familia y amigos sobre sus necesidades de pasar tiempo a solas. Sea sincero con el hecho de que socializar le hace sentir exhausto. No es nada por lo que deba avergonzarse, e intentar ocultarlo solo aumentará su cansancio social. Los buenos amigos serán empáticos y estarán dispuestos a adaptarse a sus necesidades.

Cómo afrontar los contratiempos sociales y el rechazo

Al exponerse socialmente, habrá momentos en los que se sienta juzgado o rechazado. Tal vez se acercó a alguien, pero no pareció estar interesado en tener una conversación o comenzar una amistad.

No hay duda: el rechazo no se siente bien. Pero es importante recordar que es una parte importante de la vida. No todas las personas a las que se les acerque serán receptivas para empezar una conversación, mucho menos para ser sus amigas. De la misma manera que las citas, conocer nuevas personas viene inevitablemente con el elemento del rechazo. Los siguientes consejos le ayudarán a que se le facilite afrontar los contratiempos sociales:

Intente no tomarse las cosas muy personales. Es posible que la otra persona esté teniendo un mal día, esté distraída por otros problemas o solo no tenga ánimos de conversar. Siempre recuerde que el rechazo tiene que ver con la otra persona en la misma medida que con usted.

Mantenga las cosas en perspectiva. La opinión de otras personas no definen quién es usted y no significa que nadie más estará interesado en ser su amigo. Aprenda de la experiencia e inténtelo de nuevo.

No se mortifique por los errores. Incluso si dijo algo de lo que se arrepiente, por ejemplo, es muy probable que la otra persona lo olvide pronto. Manténgase positivo; absténgase de etiquetarse como un fracaso o de decirse que nunca podrá hacer amigos. Las personas más tímidas lo logran, y usted también lo hará.

Última actualización o revisión el agosto 21, 2025