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TEPT y trauma

Trastorno de identidad disociativo (TID): qué es, síntomas, tratamiento

El trastorno de identidad disociativo, en ocasiones llamado trastorno de personalidad múltiple o trastorno de la personalidad dividida, se puede considerar un mecanismo para afrontar el trauma que tomó un rumbo desacertado. Obtenga más información sobre los síntomas, las causas y las opciones de tratamiento.

A single tower block reflected on water

¿Qué es el trastorno de identidad disociativo (TID)?

El trastorno de identidad disociativo (TID) implica percibir identidades múltiples dentro de uno mismo y cambiar de una a otra. Estas identidades, a veces conocidas como “alter” o partes disociativas, parecen tener sus propias características, comportamientos, pensamientos y percepciones del mundo independientes. Incluso es posible que tengan sus propios nombres.

El TID, antes conocido como desorden de personalidad múltiple, es angustiante en extremo debido a que es posible que pierda el control o la conciencia cuando uno de estos alter sale a la superficie. Es posible que se despierte en un lugar nuevo y se entere de que manejó hasta ahí en un estado emocional. O tal vez con frecuencia tiene la sensación de estar desconectado de sí mismo, y mira una parte de usted que actúa de forma infantil o dramática sin poder hacer nada. Incluso si no pierde el control por completo, es posible escuchar muchas voces en su cabeza que intentan influir en la toma de sus decisiones. En ocasiones, a esto se le llama influencia pasiva.

Todo esto puede afectar su capacidad de funcionar en la vida diaria y perjudicar sus relaciones. Cambiar de identidad durante una interacción en el trabajo puede sorprender o confundir a sus compañeros. Las voces en su cabeza pueden distraerle a medida que intenta concentrarse. Es posible que los síntomas empeoren durante los tiempos de mucho estrés, lo que hace que esos momentos que ya son difíciles, como una ruptura o una pérdida de empleo, sean aún más desafiantes.

Si usted tiene TID, es posible que se sienta “roto”. Está consciente de que algo “no está bien”, y sentir pena intensa o autodesprecio puede evitar que hable de su afección. Entonces, el deseo de mantener en secreto sus problemas internos resulta en sentirse solo y aislado.

Es importante tener en cuenta que no tiene personalidades múltiples, sino una sola personalidad fragmentada. A pesar de lo mucho que se puedan sentir como entidades diferentes que se disputan el control de sus acciones o que discuten en su cabeza, todas son parte de un todo: usted. Incluso si su situación se siente desesperanzadora, es posible controlar sus síntomas por medio de una combinación de medidas de autoayuda y terapia.

Creación de partes disociativas

Para entender el TID, es de ayuda entender la disociación primero. Algunas personas describen la disociación como un tipo de “interruptor emocional”. Cuando la mente está abrumada por emocionas intensas, una sensación de desconexión entra en acción como mecanismo de protección y afrontamiento. Se desconecta de sus pensamientos, sentimientos, recuerdos y sensaciones. Por ejemplo, durante eventos sumamente traumáticos, como el abuso sexual, un niño se puede disociar. Después, dichos eventos y emociones son difíciles de recordar.

En el trastorno de identidad disociativo, todas esas experiencias traumáticas y emociones intensas se compartimentan en otras “identidades”. Piénselo como si su mente le dijera: “Estas cosas terribles le están pasando a otras personas. No a mí. Alguien más está sintiendo este miedo. Alguien más está afrontando esta rabia y pena”. Las emociones, pensamientos y recuerdos se convierten en partes fragmentadas más manejables.

Aunque la fragmentación a menudo ocurre debido a eventos traumáticos en la infancia, los efectos pueden durar hasta la edad adulta. El resultado es una narrativa desorganizada de su identidad. En lugar de tener un solo sentido del yo, tiene múltiples “partes” disociativas. Tal vez no parece recordar experiencias y recuerdos a menos que esté en cierto “estado”. O quizás siente que ciertos pensamientos, recuerdos y sentimientos le pertenecen a alguien más.

Es posible que cada parte disociada tenga un propósito, y puede salir a la superficie debido a señales o desencadenantes específicos. Por ejemplo, puede surgir un niño asustado e hipervigilante cuando algo le recuerde un trauma infantil. O puede surgir un cuidador maduro cuando necesite tranquilizarse.

Síntomas del trastorno de identidad disociativo

Algunos estudios estiman que hasta el 1.5 por ciento de la población tiene TID. ¿Pero cómo puede saber si en realidad padece esta afección? El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM) usa los siguientes criterios para diagnosticar el TID:

Múltiples identidades. Tiene por lo menos dos partes disociativas distintivas, cada una con su propia manera de pensar, percibir e interactuar con el mundo. La experiencia del TID en cada persona es diferente, por lo que la naturaleza y las características de su alter no serán las mismas que las de otra persona con el trastorno. Los primeros signos de estos alter también pueden variar. Es posible que al inicio escuche voces, mientras que es posible que otra persona encuentre evidencia escrita del alter, como cambios en la letra o un nombre desconocido en las tareas escolares.

Cambios. Este es el síntoma que está más comúnmente asociado con el TID. Dos o más de las identidades tomarán de forma repetida el control de su comportamiento o afirmar cierto nivel de influencia pasiva. Es posible que esté o no consciente de cuando ocurre el cambio, y a menudo es involuntario. Algunas personas cambian muchas veces durante el día, mientras que otras lo experimentan con menos frecuencia.

Problemas de memoria. Es posible que se le dificulte recordar conversaciones o eventos. Otras afecciones, como la pérdida de memoria relacionada con la edad o una lesión cerebral, no pueden explicar su nivel de olvido.

Los síntomas no son un efecto secundario de medicamentos u otras condiciones médicas. Cuando son niños los que tienen estos síntomas, no son resultado de un juego en el que usan la imaginación.

Otros trastornos disociativos

El DSM incluye otros dos tipos de trastornos disociativos además del TID:

La amnesia disociativa supone la dificultad para evocar recuerdos específicos, a menudo debido a un trauma. Comúnmente, la pérdida de memoria afecta ciertos eventos o periodos. A diferencia de otras formas de pérdida de memoria, la pérdida de memoria disociativa tiende a suceder en una edad temprana, no afecta sus otras habilidades cognitivas y es posible que no le inquieten las lagunas en sus recuerdos.

El trastorno de despersonalización-desrealización involucra sentimientos persistentes de desconexión. Podría parecer como si estuviera observando sus acciones, pensamientos y sentimientos desde lejos o desde afuera de su cuerpo en lugar de experimentarlos. Es posible que también sienta como si las personas y cosas con las que interactúa no son reales, un fenómeno conocido como desrealización.

Si tiene TID, es probable que también experimente los síntomas de amnesia disociativa y del trastorno de despersonalización. Sin embargo, es posible que las personas con amnesia disociativa y trastorno de despersonalización no tengan TID.

Causas del trastorno de identidad disociativo

Generalmente, el TID parece ser el resultado de un trauma infantil grave, particularmente el abuso prolongado a manos de una figura de apego, como un padre. Es posible que el TID con síntomas más leves sea el resultado de una forma más sutil de descuido emocional, lo que también puede ser traumático.

[Lea: Cómo afrontar eventos traumáticos]

Cuando se enfrenta a niveles insoportables de estrés y emociones intensas y conflictivas, la conciencia intenta compartimentar esos sentimientos y pensamientos en múltiples “estados”. Esto dificulta que la persona con TID tenga un sentido de sí misma unificado.

El papel del apego

Algunos investigadores teorizan que el TID podría estar relacionado con un estilo de apego desorganizado (o temeroso-evitativo), a menudo como resultado de un cuidador descuidado o abusivo. Cuando era niño, es posible que haya visto a su cuidador tanto como una fuente de seguridad como una amenaza, lo que le llevó a crear internamente múltiples percepciones de sí mismo.

Diagnóstico

El TID sigue siendo un diagnóstico controvertido. A lo largo de los años, libros y casos de estudio inventados han creado escepticismo sobre la legitimidad del trastorno. Las representaciones exageradamente dramáticas en los medios también han llevado al público a tener un entendimiento equivocado sobre la afección.

Algunos investigadores han propuesto que el TID es en realidad una afección “simulada”, el resultado de influencias culturales (como las interpretaciones en los medios) y una tendencia a fantasear. A esto se le llama “modelo de fantasía“ del TID.

Sin embargo, la mayoría de los hallazgos sugieren que está relacionado con el trastorno de estrés postraumático (TEPT o PTSD, por sus siglas en inglés). Por ejemplo, algunas investigaciones de imágenes del cerebro han revelado diferencias en la función y estructura cerebral (como un volumen más pequeño del hipocampo) entre las personas con TID y las personas sin la afección.

El TID es una condición compleja, por lo que no es de sorprenderse que un diagnóstico pueda ser complicado y solo llegue tras la consideración minuciosa de un experto.

Trastornos similares y relacionados

El diagnóstico de TID a menudo llega en la edad adulta. Una razón es que es común que primero se diagnostique de manera equivocada como otra afección, incluidos los siguientes:

Trastorno límite de la personalidad (TLP o BPD, por sus siglas en inglés), que también puede estar acompañado de síntomas disociativos y problemas de memoria.

Esquizofrenia, dado que los alter se pueden confundir con alucinaciones auditivas.

Trastorno de estrés postraumático (TEPT o PTSD, por sus siglas en inglés) es cuando se siente atrapado en un estado de hipervigilancia, ansiedad y angustia mucho tiempo después del evento traumático. La mayoría de las personas con TID también tienen TEPT.

Consejo 1 para quien vive con TID: practique la conciencia y la aceptación

Su experiencia es inusual, y es posible que sienta pena o vergüenza al respecto. Pero recuerde que el TID comienza como un mecanismo de afrontamiento. Sus diferentes estados son parte de una intención más amplia de mantenerse seguro y funcionando a pesar de las experiencias intensamente traumáticas.

La meta principal es aceptar sus partes sin juicios. Esto puede llevarle a sentirse más cómodo al verse a sí mismo como una sola personalidad completa. Es poco probable que la aceptación simplemente ocurra de la noche a la mañana y es posible que necesite trabajar junto con un terapeuta para lograrla. Pero debe saber que la autocompasión y la autoaceptación es posible.

Detecte sus partes y cómo salen a la superficie. Es posible que ya tenga una conciencia general de sus partes disociativas. Pierde el sentido del tiempo y después se da cuenta de que ha participado en eventos que no recuerda. Tal vez escuche a los alter en su cabeza, conversando. Tal vez siente como si estuviera observando a la distancia mientras dice y hace cosas sobre las que no tiene control. Reconocer cuándo sucede un “cambio” puede ayudarle a identificar y prepararse para los desencadenantes en común.

Tenga curiosidad sobre sus identidades. Es posible que sus identidades disociativas le hagan sentir profundamente incómodo o tal vez cree que hay partes que necesita evitar a toda costa. Aprender a aceptar, o al menos reconocer, todas sus identidades puede ser algo benéfico e incluso sentar las bases para tomar terapia en el futuro. Estas son algunas preguntas para explorar:

  • ¿Siente que puede nombrar, comunicar, negociar o colaborar con partes de usted mismo? Algunas personas con TID tienen el hábito de usar la comunicación por escrito o diálogos internos para transmitir mensajes a sus alter.
  • ¿De qué partes tiene más conciencia? ¿Siente que algunas partes existen más allá de su conocimiento?
  • ¿Parece que algunas partes entran en conflicto entre ellas?
  • ¿Cómo se siente con respecto a cada parte conocida? Tal vez se siente temeroso de alguna parte, pero siente una fuerte necesidad de proteger a otra. ¿Hay partes que etiqueta como negativas o vergonzosas?
  • ¿Siente empatía por alguno de sus estados, y está consciente de alguna de sus necesidades? ¿Alguna de sus partes siente que necesita más consuelo o apoyo? Por ejemplo, es posible que tenga un alter estancado en un trauma, que se sienta atrapado en un momento de peligro pasado y que necesite constante consuelo.

Consejo 2: identifique sus desencadenantes

Las señales o desencadenantes específicos hacen que cambie, activan voces en su cabeza o resultan en episodios repentinos de amnesia. Poder anticipar sus desencadenantes es un buen primer paso hacia manejar estos síntomas invasivos.

Es posible que identificar los desencadenantes implique tomar algunas notas. Después de que termine el cambio, tome notas de dónde estaba y cuándo sucedió. Si experimenta un lapso de memoria, considere lo último que recuerda haber estado haciendo. ¿Qué sensaciones puede recordar? ¿Estaba con otra persona? De ser así, ¿qué puede recordar de la interacción?

Considere que los desencadenantes pueden:

  • Estar relacionados con el tiempo, como una festividad o aniversario de un evento.
  • Estar relacionados con un lugar, como el sitio en el que ocurrió el trauma originalmente.
  • Ser relacionales, como peleas o críticas por parte de un ser querido; cualquier cosa que evoque sentimientos negativos como la vergüenza, el rechazo o el abandono.
  • Ser internos, incluidos los pensamientos y sentimientos.
  • Ser sensoriales, incluidas las sensaciones corporales que podrían recordarle un trauma pasado, como los latidos rápidos, el hambre o sentirse acalorado.

Es posible que simplemente pueda permanecer alejado de ciertos desencadenantes, como ubicaciones que le recuerden eventos traumáticos y que asusten a algunas de sus partes. Sin embargo, evitar desencadenantes a menudo es solo una solución temporal. En lugar de eso, la meta final es sobrellevar los desencadenantes de manera saludable y menos reactiva.

Sea consciente de las estrategias poco saludables a las que acude después de experimentar un desencadenante o un cambio para afrontarlo. Por ejemplo, es posible que se sienta obligado a automedicarse con alcohol después de cada pelea estresante con un familiar.

Consejo 3: aprenda a estar presente

Centrarse en el presente puede ser una manera efectiva de recordarse que se encuentra en el aquí y el ahora en lugar de estar atascado en el momento cuando ocurrió el trauma. Intente estos ejercicios para centrarse:

Use sus ojos. Vea alrededor y deje que su mirada permanezca en un objeto. Note algunos de sus detalles específicos, como su forma o textura. Incluso puede describirlo en voz alta. “La mesa es larga y rectangular. La superficie tiene un patrón de espiga. Es de color café dorado”. Repita esto con dos objetos más.

Use sus oídos. Fije su atención en un solo sonido en el área. Podría ser el zumbido de un refrigerador, un pájaro cantando o la música de fondo sonando. ¿Qué nota sobre la calidad del sonido? ¿Es suave o estridente? ¿Rítmica? ¿Inconsistente? Una vez más, puede decirlo en voz alta si eso ayuda. Repita esto con dos sonidos más.

Use su sentido del tacto. Extienda su mano y colóquela sobre un objeto cercano. Puede ser una silla, un árbol, cualquier cosa que esté cerca y sea segura para tocarla. Considere tocar objetos personales, como su ropa o incluso sus propias manos. ¿Qué nota? ¿La superficie es rígida o blanda? ¿Suave o rugosa? ¿Cuál es su temperatura? Recuerde que tocar no necesita limitarse a lo que siente con sus manos. ¿Cómo se siente el piso bajo sus pies en este momento?

Extienda este ejercicio a los sentidos restantes: el gusto y olfato. Mastique una goma de mascar o enfóquese en el olor de un té caliente. La clave es permitir su interacción con el objeto para llenar su conciencia. Concéntrese en cómo el objeto está presente con usted. Esto puede ayudarle a evitar que se desconecte o se sienta abrumado.

Consejo 4: regule sus emociones con técnicas de relajación

Sin importar si siente que ya identificó sus desencadenantes o si se siente confundido al respecto, tener técnicas de relajación confiables puede fomentar una sensación de seguridad interna. Cuando se sienta abrumado de forma repentina, o partes de usted, las estrategias de relajación pueden ayudarle a regular sus emociones y reducir los síntomas disociativos.

La relajación muscular progresiva implica relajar de forma gradual cada parte del cuerpo, enfocándose en un área a la vez.

Los ejercicios de visualización dependen del poder de su imaginación para crear un escenario tranquilizador. Cuando se trata de TID, es posible que encuentre de utilidad incluir a sus alter como parte del ejercicio. Por ejemplo, puede imaginar un bosque tranquilo y silencioso en el que todas sus partes descansan juntas bajo un árbol. Visualice tantos detalles como pueda, ya sea cómo luce y se siente la corteza de un árbol o cómo las hojas se mueven y juegan con la luz del sol para crear sombras.

[Escuche: Meditación guiada con imágenes]

Los ejercicios de respiración se enfocan en la velocidad de su respiración. Hágala más lenta, con el objetivo de que la exhalación sea más larga que la inhalación. Esto relaja su sistema nervioso simpático (o la respuesta de “lucha o huida”). Inhale mientras cuenta hasta cuatro y exhale mientras cuenta hasta ocho, o las veces que le parezcan cómodas. Esto puede ayudarle a imaginar a todas sus partes respirando juntas al unísono.

Consejo 5: desarrolle una estructura diaria consistente

Tener una rutina puede ayudarle a mantenerse concentrado en sus tareas y reducir la confusión, incluso cuando tenga pérdida de memoria. Estos son algunos consejos para tener más estructura en su vida:

Sea predecible. Por ejemplo, levántese, báñese y desayune más o menos a la misma hora todos los días. Cuando sea posible, sea constante con el ejercicio, el tiempo de pantalla y su horario de trabajo.

Use un calendario o una agenda. Incluya los eventos importantes, como las citas con el médico o las reuniones sociales con amigos. Si experimenta lapsos de memoria, un vistazo a su agenda puede ayudarle a determinar lo que realizó y lo que sigue en su día.

Use reloj. Para algunas personas con TID, es posible que el tiempo parezca pasar rápido o lento. Las lagunas en el tiempo pueden ser especialmente disruptivas. Un reloj le permite mantener un seguimiento del tiempo.

No sea muy rígido con sus horarios. Algunas personas llenan su agenda para evitar sentir sus emociones. Sin embargo, esto puede llevar al agotamiento mental, físico y emocional. Reserve tiempo para relajarse.

Incluya tiempo para hacer ejercicio diario. El ejercicio puede ser una manera útil para aliviar el estrés y la ansiedad. Con el tiempo, también puede mejorar su autoestima y confianza. Encuentre una actividad que disfrute lo suficiente para seguir haciéndola.

Consejo 6: adopte hábitos de sueño saludables

Las interrupciones de sueño son comunes en personas con trastornos disociativos, lo que puede crear un espiral descendente. La falta de sueño aumenta el estrés y hace que sea difícil pensar con claridad y controlar sus emociones. Esto puede empeorar sus síntomas de TID, lo que, a su vez, empeora su sueño.

Determine una rutina para irse a dormir que le tranquilice. Tome un baño caliente, lea un libro, medite o abrace a su mascota. Apéguese a una actividad que parezca ponerle en un estado relajado de manera constante.

Escriba sus preocupaciones. Es posible que algunas de sus partes parezcan hablar mucho mientras intenta calmarse. Si parece no lograr callar sus pensamientos, escriba en un diario esas inquietudes y prometa abordarlas el siguiente día.

Realice una tarea mental repetitiva. Podría sonar como un cliché, pero contar ovejas puede mantenerle enfocado en una tarea sencilla, lo que evita que su mente le dé vueltas a sus pensamientos que resultan en insomnio.

Sea consciente de lo que consume durante el día. La cafeína, el alcohol, el tabaco y otras sustancias pueden tener un efecto negativo en su ciclo de sueño. Disminuya su consumo y vea si nota alguna mejora en su sueño.

Consejo 7: modifique su dieta

Los hábitos de alimentación saludable pueden ayudar a brindarle energía a su mente y cuerpo cuando experimente mucho estrés. Sin embargo, muchas personas con trastornos disociativos también experimentan dificultades para comer. Tal vez sus partes disociativas tienen preferencias de comida o patrones de alimentación diferentes. O quizás olvida cuándo y qué ha comido durante el día. Incluso es posible que algunos alimentos sean un desencadenante emocional.

Para mejorar su dieta:

Cree una lista de los alimentos que disfruta regularmente. Considere si alguna de sus partes siente un rechazo en particular a ciertos alimentos y tómelo en cuenta al planear sus comidas.

Tenga una rutina regular para comer. Tenga como objetivo comer tres veces al día y ponga una alarma si tiene problemas para recordar comer. Cuando simplemente parezca que no se le abre el apetito, intente usar suplementos nutricionales para garantizar que su cuerpo obtenga todo lo que necesita.

Busque tratamiento para cualquier posible trastorno alimenticio. Parece existir una conexión entre el TID y los trastornos alimenticios. Por ejemplo, es posible que algunas de sus partes deseen comer de manera compulsiva o purgarse después de comer.

[Lea: Tratamiento y recuperación de los trastornos alimenticios]

Consejo 8: construya un sistema de apoyo sólido

Es posible que sienta que las personas que le rodean no puedan comprender por lo que está pasando, incluso si brindan su apoyo. O es posible que sienta tanta vergüenza de su afección que no haya hablado al respecto con sus seres queridos. Tenga en cuenta que no tiene que soportar todo esto solo. De hecho, un sistema de apoyo sólido puede ser crucial.

Planee interacciones sociales frecuentes. Programe tiempo para ir por un café con amigos, disfrute pasatiempos compartidos con otras personas o cene con su familia. Las interacciones en persona pueden calmar su sistema nervioso, aumentar su autoestima y permitirle que se sienta emocionalmente conectado con otros. Si se siente abrumado un día en particular, no tema reprogramar.

Busque experiencias compartidas. Considere buscar libros o podcasts de personas que enfrentan las mismas dificultades con el TID. Ver la situación desde una perspectiva externa puede ser de ayuda.

Únase a un grupo de apoyo. Es posible que encuentre un grupo de apoyo local o en línea para personas que afrontan el TID. Estos grupos pueden proporcionar una oportunidad para compartir sus experiencias, sentirse comprendido e incluso tal vez recolectar consejos sobre cómo manejar los síntomas. Si no puede encontrar un grupo que se enfoque específicamente en TID, busque grupos de apoyo enfocados en trastornos disociativos en general. Incluso puede ampliar su búsqueda para incluir grupos de apoyo para TEPT. Consulte la sección “Enlaces útiles” más abajo.

Prepárese para los momentos en los que estará solo. Cuando anticipe estar solo durante un día, tener un plan puede ser de ayuda. Cree una lista de actividades saludables para realizar que le den un sentido, como hacer jardinería, escribir o aprender un nuevo idioma. En momentos de soledad, también puede hacer planes a futuro para reunirse con seres queridos con el fin de tener actividades sociales que esperar.

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Tratamiento profesional

La psicoterapia es la opción de tratamiento profesional más común para el TID. El terapeuta adecuado puede ayudarle a:

  • Crear una sensación de seguridad y aprender habilidades para controlar los síntomas. Esto puede ayudar a reducir el riesgo de autolesionarse y las ideas suicidas que acompañan el TID.
  • Procesar el trauma pasado. Esto puede implicar lidiar con recuerdos con diferentes alter y animarlos a compartir esos recuerdos con otras identidades.
  • Trabajar en la integración de las identidades. La integración implica organizar los varios aspectos de su personalidad en una sola. Esto resulta en tener un sentido de sí mismo más estable.

La desensibilización y reprocesamiento por medio de movimientos oculares (EMDR, por sus siglas en inglés) se puede usar como parte de un programa de tratamiento del TID. Este enfoque a la terapia del trauma involucra el uso de movimientos oculares bilaterales mientras se recuerdan y reprocesan experiencias pasadas negativas. Es posible que la EMDR le ayude a controlar sus síntomas, a fortalecer su sentido de sí mismo y a trabajar con sus alter.

Hipnosis. Algunas investigaciones parecen indicar que algunas personas con TID pueden responder al tratamiento con hipnosis. Es posible que la hipnosis sea útil para acceder a los alter para que puedan trabajar mediante sesiones de terapia.

Medicamentos. Si bien no hay medicamentos disponibles para controlar el TID, es posible que un médico recete medicamentos para ayudarle a controlar las afecciones relacionadas o los síntomas. Por ejemplo, es posible que se usen antipsicóticos, estimulantes y estabilizadores del estado de ánimo para controlar los trastornos del estado de ánimo y el TEPT. Una inquietud principal cuando se recetan medicamentos es que algunos alter se niegan a tomarlos. También existe el riesgo de que la pérdida de memoria resulte en el uso excesivo de medicamentos recetados.

Última actualización o revisión el agosto 21, 2025