Cómo comer bien a medida que envejece
Nutrition tips to boost energy levels and increase resistance to illness

Es normal que las capacidades de conducción cambien a medida que envejecemos. Pero si detecta las señales de advertencia de conducción insegura, estos consejos pueden ayudarle a adaptarse a la tercera edad sin conducir.
Para muchos de nosotros, conducir es un aspecto fundamental de mantener nuestra independencia a medida que envejecemos. Si reduce los factores de riesgo e incorpora prácticas de conducción segura, es posible que siga conduciendo de forma segura durante mucho tiempo en la tercera edad. Pero incluso si se da cuenta de que necesita conducir menos o dejar de hacerlo, eso no significa el fin de su independencia.
Cada persona envejece de manera diferente, por lo que no existe un límite arbitrario de cuándo alguien debe dejar de conducir. Sin embargo, los adultos mayores tienen más probabilidades de recibir multas de tránsito y sufrir accidentes que los conductores más jóvenes. ¿Qué ocasiona este aumento? A medida que envejecemos, factores como la disminución de la vista, el deterioro de la audición, los reflejos motores más lentos y el empeoramiento de las afecciones de salud pueden convertirse en un problema.
El envejecimiento también tiende a provocar una reducción de la fuerza, la coordinación y la flexibilidad, lo que puede afectar su capacidad de controlar un auto de forma segura. Por ejemplo:
Es posible que haya conducido toda su vida y se sienta orgulloso de su historial de seguridad, pero a medida que envejece, es fundamental que se dé cuenta de que su capacidad de conducción puede cambiar. Puede sentirse sorprendido o abrumado ante la idea de perder parte de su independencia, pero al mantener la mente abierta a nuevas posibilidades, podrá seguir manteniendo un estilo de vida activo, dinámico y gratificante sin un auto.
Buscar métodos alternativos de transporte puede ofrecer beneficios sociales y de salud, así como un cambio de ritmo de vida bienvenido. Es posible que incluso pueda prolongar otros aspectos de su independencia.
Envejecer no significa que de manera automática pierda todas sus capacidades de conducción. Hay muchas cosas que puede hacer para seguir conduciendo de forma segura, incluido modificar su auto, cambiar su forma de conducir y abordar cualquier problema físico que pueda interferir con la conducción.
Las revisiones regulares son fundamentales para mantenerse en la mejor forma posible para conducir.
Revise sus ojos cada año. Asegúrese de que sus lentes correctivos estén actualizados. Mantenga limpio el parabrisas, los espejos y los faros, y aumente el brillo del panel de instrumentos del tablero.
Revise su audición anualmente. Si necesita audífonos, asegúrese de usarlos mientras conduce. Sin embargo, tenga cuidado al abrir las ventanas del auto, ya que las corrientes de aire a veces pueden afectar la eficacia de los audífonos.
Ejercicio. Los ejercicios regulares de fuerza y flexibilidad pueden ayudar a mejorar sus reflejos y el rango de movimiento, aliviar el dolor y la rigidez, y ayudarle a mantener la fuerza suficiente para manejar un auto.
[Lea: Consejos de ejercicio y acondicionamiento físico para adultos mayores]
Hable con un médico sobre cómo las enfermedades o los medicamentos pueden afectar su capacidad de conducción. Por ejemplo, si tiene glaucoma, los anteojos tintados pueden ayudar a reducir los reflejos.
Duerma mucho. Dormir lo suficiente es fundamental para conducir bien. Asegúrese de estar durmiendo bien y hable con su médico sobre el efecto que pueden tener los medicamentos para dormir en su capacidad para conducir.
Si es necesario, un terapeuta ocupacional o un especialista en rehabilitación de conductores autorizado puede recetar equipo que facilite la conducción de su auto o el uso de los pedales. De lo contrario:
En estos tiempos de teléfonos inteligentes, dispositivos GPS, audiolibros y reproductores digitales de música, los conductores se distraen mucho más de lo que solían hacerlo. Esto significa que deberá tomar medidas adicionales para conducir de manera segura al:
Si una situación de conducción le resulta incómoda, evítela. Muchos de nosotros empezamos a hacer cambios de manera voluntaria en nuestras prácticas de conducción a medida que envejecemos al:
Si sus familiares, amigos u otras personas expresan inquietudes sobre su conducción, tal vez sea momento de examinar detenidamente y con sinceridad su capacidad para conducir. Solicite una evaluación integral de conducción realizada por un terapeuta ocupacional. Repase sus habilidades de conducción al tomar un curso de actualización. Hable con su médico sobre su capacidad para conducir de manera segura.
Un terapeuta ocupacional o un especialista en rehabilitación de conductores autorizado puede realizar una evaluación integral de las habilidades necesarias para conducir y recomendar modificaciones o herramientas para que la persona siga conduciendo tanto tiempo como sea posible. Dicha evaluación también puede ayudar a disipar las acusaciones de la familia al brindar una perspectiva externa neutral.
Puede solicitar una referencia a su equipo de tratamiento médico o visitar los sitios web que se indican en la sección “Obtenga más ayuda” que se encuentra más abajo.
A veces, los signos de una conducción insegura pueden aparecer de forma gradual o un cambio reciente en la salud puede empeorar los problemas. Aunque los signos de advertencia individuales parezcan menores, en conjunto pueden llevar a un riesgo importante.
Esté atento a estas señales de alerta en los conductores mayores:
Situaciones de riesgo frecuentes (por ejemplo, casi chocar), abolladuras y raspaduras en el auto o en cercas, buzones, puertas de garaje y aceras.
Aumento de infracciones, multas de tráfico o “advertencias” por parte de agentes de tráfico o funcionarios de cumplimiento de la ley.
Problemas con los principios básicos de la conducción como realizar cambios de carril repentinos, desviarse hacia otros carriles y frenar o acelerar de repente sin motivo. Otros ejemplos incluyen no usar la señal de giro o mantener la señal encendida sin cambiar de carril.
Problemas de visión como no ver los semáforos y las señales de la calle, o tener que conducir cada vez más cerca de ellos para verlos con claridad.
Problemas auditivos como no escuchar las sirenas de emergencia o los cláxones.
Problemas de memoria como no recordar salidas que antes se sabía de memoria o perderse con frecuencia. Si bien todos tenemos fallas de memoria ocasionales, si se observa un patrón en aumento, es hora de que un médico le realice una evaluación.
[Lea: Pérdida de memoria relacionada con la edad]
Problemas con los reflejos y el rango de movimiento como no reaccionar lo suficientemente rápido si es necesario frenar de repente o mirar rápidamente hacia atrás, confundir los pedales del acelerador y del freno, ponerse nervioso mientras conduce o enojarse rápido cuando está detrás del volante.
Al principio, adaptarse a la vida sin un auto puede ser un desafío. Es normal sentirse frustrado, enojado o irritable. Incluso puede sentirse avergonzado o preocupado por estar perdiendo su independencia. Sin embargo, se necesita mucha valentía para dejar de conducir y priorizar su seguridad y la de los demás.
Incluso puede que descubra que vivir sin un auto tiene beneficios. Ahorrar dinero en el costo de tener un coche puede permitirle pagar un transporte alternativo, como un taxi o un servicio de autobús. Caminar más puede mejorar su salud. El ejercicio no solo es bueno para el cuerpo, sino que también puede ayudar a mejorar su mente, estado de ánimo, sueño, energía y memoria. Aceptar que otras personas le lleven puede ampliar su círculo social. Intente ofrecerle dinero a un amigo o vecino para la gasolina, o intercambie con otras tareas, como cocinar una comida a cambio de que su amigo conduzca. Puede disfrutar mucho más de la vida si la vive a un ritmo más lento y sin el estrés de conducir.
Mientras más alternativas tenga para la conducción, más fácil será adaptarse. Debe asegurarse de poder salir no solo para cosas esenciales como las citas con su médico, sino también para visitas sociales y para mantener sus pasatiempos e intereses. Explore el transporte público, las opciones de viajes compartidos, los servicios de autobús comunitario para personas mayores y los servicios de taxi o aplicaciones móviles como Uber y Lyft.
Este también puede ser un buen momento para evaluar su situación de vida. Si vive en un área aislada con pocas opciones de transporte, considere mudarse a un área con más opciones o investigue diferentes opciones de vivienda para personas mayores.
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Realice la evaluación HelpGuide es un apoyo para el usuario. Ganamos una comisión si se registra en los servicios de BetterHelp después de hacer clic en este sitio. Obtenga más informaciónLa seguridad al volante puede ser un tema delicado para los conductores mayores. La licencia de conducir significa más que la capacidad para conducir un auto: es un símbolo de libertad y autosuficiencia.
Si se encuentra en la situación de tener que hablar con un amigo o familiar mayor sobre su conducción, recuerde lo siguiente:
Sea respetuoso. A menudo, la conducción es una parte integral de la independencia. Al mismo tiempo, no se sienta intimidado ni se eche para atrás si tiene una inquietud genuina.
Dé ejemplos específicos. En lugar de generalizaciones como: “Ya no puedes conducir de forma segura”, describa las preocupaciones específicas que haya notado. Por ejemplo: “Te cuesta más girar la cabeza que antes” o “La última vez que manejamos, frenaste de repente en las señales de alto tres veces”.
La unión hace la fuerza. Si más de un familiar o un amigo cercano lo ha notado, es menos probable que lo tome como reproche. Un ser querido también puede escuchar a una persona más imparcial, como un médico o un especialista en conducción.
Ayude a encontrar alternativas. Es posible que la persona esté tan acostumbrada a conducir que nunca haya considerado alternativas. Puede ofrecer ayuda concreta, como investigar opciones de transporte u ofrecer llevarle cuando sea posible.
[Lea: Servicios de ayuda a domicilio para personas mayores]
Comprenda la dificultad de la transición. Su ser querido puede experimentar una profunda sensación de pérdida al haber dejado de conducir, y no poder conducir puede resultar en aislamiento y depresión. Intente ayudar con la transición tanto como sea posible. Si es seguro, intente que la persona mayor deje de conducir de manera paulatina para darle tiempo a adaptarse. Por ejemplo, su ser querido puede comenzar la transición al dejar de conducir de noche o en las autopistas, o usando un servicio de autobús para citas específicas, como la del médico.
En ocasiones, es necesario impedir que un conductor mayor conduzca a pesar de sus objeciones. Puede presentar una denuncia anónima ante el DMV local o la autoridad que otorga las licencias. Como alternativa, puede quitarle las llaves del auto a la persona, vender o inhabilitar el auto, o pedir ayuda a la policía local.
Última actualización o revisión el agosto 21, 2025Millones de lectores confían en HelpGuide.org para obtener recursos gratuitos basados en evidencia para comprender y afrontar los desafíos de la salud mental. Haga su donación hoy para ayudarnos a salvar, apoyar y cambiar vidas.
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