Cómo comer bien a medida que envejece
Nutrition tips to boost energy levels and increase resistance to illness

¿Quiere envejecer en su hogar? Infórmese sobre los numerosos servicios de cuidado a domicilio que pueden ayudarle a permanecer en su propio hogar y mantener su independencia a medida que envejece.
Envejecer en el hogar significa permanecer en la comodidad de su propia casa el mayor tiempo posible a medida que envejece, en lugar de trasladarse a un asilo o centro de cuidados a largo plazo. Envejecer en el hogar puede ser una opción viable si solo necesita un poco de ayuda con sus actividades diarias, disfruta de una estrecha red de familiares y amigos cerca y puede utilizar los servicios de cuidado a domicilio adecuados para cubrir sus necesidades.
Explorando la gama de servicios disponibles, podrá decidir si envejecer en el hogar es la mejor manera de mantener su independencia y aprovechar al máximo sus años dorados.
Aunque resulte difícil de aceptar, la mayoría de nosotros necesitaremos algún tipo de cuidado asistencial después de los 65 años. Puede que esté acostumbrado a ocuparse de todo usted mismo, a repartirse las tareas con su cónyuge o a depender de miembros de su familia para pequeñas ayudas en el hogar. Pero a medida que envejece y sus circunstancias cambian, desplazarse y cuidar de sí mismo puede resultar cada vez más difícil.
Si la idea de vivir en una comunidad de retiro, un centro de vida asistida o una residencia para adultos mayores no le atrae, los servicios de cuidado a domicilio pueden ayudarle a seguir viviendo en su propia casa durante más tiempo.
Los servicios de cuidado a domicilio incluyen:
Mantenimiento del hogar. Mantener un hogar funcionando sin problemas requiere mucho trabajo. Si le resulta difícil seguir el ritmo, puede buscar servicios de lavandería, compras, jardinería, limpieza y mantenimiento. Si tiene problemas para estar al día con las cuentas y las citas, la gestión financiera y médica también puede serle útil.
Transporte. El transporte es una cuestión clave para los adultos mayores. Quizá le cuesta conducir o no le gusta hacerlo de noche. Tener acceso a trenes, autobuses, aplicaciones de viajes compartidos, taxis de tarifa reducida y servicios de transporte para personas mayores puede ayudarle a prolongar su independencia y mantener su red social.
Modificaciones en el hogar. Si su movilidad se está viendo limitada, las modificaciones del hogar pueden contribuir en gran medida a mantener su residencia actual cómoda y accesible. Las modificaciones pueden incluir cosas como barras de apoyo en la ducha, rampas para evitar o minimizar el uso de escaleras, o incluso la instalación de un nuevo baño en la planta baja.
Cuidado personal. La ayuda con las actividades de la vida diaria, como vestirse, bañarse o preparar la comida, se denomina cuidado personal o asistencial. Los asistentes de salud a domicilio pueden proporcionar servicios de atención personal que van desde unas pocas horas al día hasta atención en el domicilio las 24 horas del día. También pueden proporcionar una ayuda limitada con cosas como tomar la presión arterial u ofrecer recordatorios de los medicamentos.
Atención médica. Algunos servicios de atención médica se pueden brindar a domicilio por profesionales capacitados, como terapeutas ocupacionales, trabajadores sociales o enfermeros a domicilio. Consulte con su seguro o servicio de salud para ver qué tipo de cobertura está disponible, aunque es posible que tenga que cubrir algunos costos de su bolsillo. Los cuidados paliativos también pueden proporcionarse a domicilio.
Programas de día. Los programas diurnos o los centros diurnos para adultos pueden ayudarle a mantenerse ocupado con actividades y socialización durante el día, a la vez que proporcionan un descanso a sus cuidadores. Algunos programas de cuidado diurno son principalmente sociales, mientras que otros proporcionan servicios de salud limitados o se especializan en trastornos como el Alzheimer en fase inicial.
Es natural querer quedarse en casa a medida que se envejece. Lo familiar puede ser reconfortante cuando nos enfrentamos a las pérdidas que inevitablemente vienen con la edad, y es probable que su casa esté llena de recuerdos entrañables y su vecindario de gente conocida. Sin embargo, dar un paso atrás para ver el panorama general puede ayudarle a decidir si quedarse en casa a largo plazo es realmente lo adecuado para usted.
Con demasiada frecuencia, las decisiones de abandonar el hogar se toman bruscamente tras una pérdida repentina o una crisis de salud, lo que hace que los ajustes sean aún más dolorosos y difíciles. Planificar con antelación y examinar qué servicios de cuidado a domicilio están disponibles puede facilitar la elección de la opción más adecuada tanto para usted como para su familia.
[Leer: Opciones de vivienda para personas mayores]
Por supuesto, las necesidades de cada persona varían, dependiendo de factores como el grado de apoyo que tenga, su salud general y movilidad, y su situación financiera. Estas son algunas de las cuestiones que debe tener en cuenta al evaluar sus opciones de envejecer en el hogar y de cuidados a domicilio:
Ubicación y accesibilidad. ¿Dónde se encuentra su casa? ¿Se encuentra en un área rural o suburbana que requiere conducir mucho? Si se encuentra en un área con más transporte público, ¿es seguro y de fácil acceso? ¿Cuánto tiempo tarda en llegar a lugares como para comprar comida o a las citas médicas? También es importante tener en cuenta la proximidad a los servicios y actividades de la comunidad.
Accesibilidad y mantenimiento de la vivienda. ¿Su casa se puede modificar fácilmente? ¿Tiene muchos escalones o una rampa empinada para acceder? ¿Tiene un patio grande que necesita mantenimiento?
Apoyo disponible. ¿Tiene familia y amigos cerca? ¿Qué tan involucrados se encuentran? ¿Son capaces de proporcionarle el apoyo que necesita? Muchos adultos mayores prefieren contar con la ayuda de la familia, pero a medida que aumentan sus necesidades, es posible que no puedan cubrirlas todas. Proporcionar cuidados puede ser física y emocionalmente agotador, sobre todo si recae principalmente en una persona como el cónyuge o un hijo. Sus relaciones pueden ser más sanas si está abierto a la idea de obtener ayuda de más de una fuente.
Aislamiento. Si le resulta difícil o imposible salir de casa sin ayuda, el aislamiento puede instalarse rápidamente. Es posible que no pueda participar en los pasatiempos que antes le gustaban, seguir participando en el servicio comunitario que le mantenía motivado o visitar a sus amigos y familiares. Perder estas conexiones y apoyo es un camino seguro hacia la depresión.
Afecciones médicas. Nadie puede predecir el futuro. Sin embargo, si usted o su cónyuge padecen una enfermedad crónica que se pronostica que empeore con el tiempo, es especialmente importante que piense en cómo va a gestionar los problemas de salud y movilidad. ¿Cuáles son las complicaciones habituales de su enfermedad y cómo las tratará?
Finanzas. Elaborar un presupuesto con los gastos previstos puede ayudarle a sopesar los pros y los contras de su situación. Los arreglos alternativos como la vida asistida pueden ser caros, pero una amplia ayuda a domicilio también puede resultar costosa rápidamente, sobre todo en los niveles más altos de atención y en la cobertura de residencia o de 24 horas.
La opinión de su familia. Naturalmente, usted tiene la decisión final sobre dónde quiere vivir, pero la opinión de los miembros de su familia puede ser útil. ¿Están preocupados por su seguridad o por un problema de salud que con el tiempo requerirá de atención médica significativa? Escuchar las preocupaciones y mantener la mente abierta son la clave.
Si se siente abrumado por el mantenimiento de su casa, aislado de las amenidades sociales o simplemente desea más compañía de otras personas de su edad, una comunidad independiente de personas mayores o de jubilados puede ser una mejor opción.
Las viviendas son más acogedoras para los adultos mayores y, aunque los residentes viven de forma independiente, la mayoría de las comunidades ofrecen amenidades y servicios. Como su nombre indica, la vida independiente consiste más en hacer la vida fácil que en una pérdida de independencia.
Sin embargo, si usted o su cónyuge tienen muchas necesidades médicas, quizá sea mejor que considere un centro de vida asistida o una residencia para personas mayores. Para obtener más información, lea Opciones de vivienda para personas mayores.
Es normal sentirse confundido, vulnerable o incluso enojado cuando se da cuenta de que no puede hacer las cosas que antes era capaz de hacer. Puede que se sienta culpable ante la perspectiva de tener que depender de personas ajenas para hacer cosas que estaba acostumbrado a hacer por sí mismo. O puede que se sienta incómodo por tener «extraños» en su casa. Si reconoce estos sentimientos y mantiene la mente abierta a nuevas formas de hacer la vida más fácil, no solo afrontará mejor el cambio de situación sino que podrá prolongar otros aspectos de su independencia durante más tiempo.
Sea paciente consigo mismo. Las pérdidas son una parte normal del envejecimiento y perder parte de su independencia no es un signo de debilidad. Permítase sentirse triste o frustrado por los cambios en torno a la situación de los cuidados a domicilio sin mortificarse ni calificarse de fracasado.
Esté abierto a nuevas posibilidades. Sus seres queridos pueden ofrecerle sugerencias sobre servicios de cuidado a domicilio para hacerle la vida más fácil. En lugar de descartarlas de inmediato, intente mantener una mente abierta y discutir las opciones. A veces, las nuevas experiencias y situaciones pueden llevar al desarrollo de nuevas amistades o al descubrimiento de nuevas posibilidades.
Pruebe los servicios. Una prueba le permite conocer las ventajas de los servicios de cuidado a domicilio sin tener que comprometerse a nada a largo plazo.
Una vez que haya determinado sus necesidades, es momento de evaluar qué servicios de cuidado a domicilio son adecuados para usted y dónde encontrar a los mejores proveedores. Por supuesto, puede resultar difícil confiar su hogar o su cuidado personal a otros, especialmente a personas que no conoce. Tanto si contrata directamente a un proveedor de servicios de cuidado a domicilio como si lo hace a través de una agencia, puede disipar sus temores realizando algunas investigaciones básicas.
Empiece buscando referencias de familiares, amigos o vecinos. Es posible que haya algún vecino que pueda visitarle con regularidad o encargarse del mantenimiento del jardín, por ejemplo. Los grupos religiosos locales ofrecen a veces comidas o actividades sociales para las personas mayores. Pregunte a sus conocidos si tienen proveedores de cuidados que puedan recomendarle. Su médico u otro profesional de la salud también pueden facilitarle referencias.
Las agencias de servicios completos suelen tener un costo más elevado, pero proporcionan candidatos preseleccionados que ya han sido sometidos a una verificación de antecedentes. Dado que el cuidador trabaja para la agencia, esta se encarga de las cuestiones de facturación e impuestos. También este puede ser objeto de fianza si hay problemas como robo. Si un cuidador renuncia o sus servicios no le están resultando bien a usted, regularmente una agencia puede encontrar un sustituto rápidamente, y también puede proporcionar cobertura si un cuidador llama para decir que está enfermo.
Los proveedores independientes suelen tener un costo inferior, pero requieren más trabajo para usted. Tendrá que ocuparse de cualquier requisito fiscal y realizar verificación de antecedentes y de identidad. En caso de enfermedad o cese repentino, también será responsable de encontrar un proveedor sustituto.
La forma de contratar a proveedores de cuidados a domicilio dependerá en parte del tipo de ayuda que esté buscando. Contratar a alguien para que se encargue de comprar comida o de mantener el jardín, por ejemplo, es diferente de contratar a alguien para que proporcione cuidados personales directos o resida con usted para ofrecer asistencia. Sin embargo, hay algunos consejos básicos que debe tener en cuenta. Recuerde que cuanto más tiempo y trabajo dedique al proceso inicial de contratación, mayores serán las posibilidades de éxito.
Puede ser aterrador y doloroso ver a un ser querido luchando por cuidar de sí mismo. Quizá haya notado que la casa de su ser querido está mucho más desordenada que antes, o que lleva la ropa manchada y sucia. Tal vez sea evidente que hace tiempo que no se baña o hay muy poca comida dentro del refrigerador. O quizás su ser querido ha sufrido una caída reciente o ha visto una sartén ardiendo desatendida en la estufa.
A veces, el declive puede producirse gradualmente o un cambio repentino en la salud o una pérdida importante pueden desencadenar problemas. Sea cual sea el motivo, si le preocupa la seguridad de un ser querido o el estado de su casa, es importante abordar el tema con cuidado.
Exprese sus preocupaciones como propias, sin acusar. Un ser querido mayor podría estar más abierto a sus sinceras expresiones de preocupación. Por ejemplo, en lugar de decir, “Está claro que ya no puedes cuidar de ti mismo. Hay que hacer algo al respecto”, intente: “He estado muy preocupado por ti. Me duele pensar que quizá no estés recibiendo todo lo que necesitas. ¿Qué piensas que deberíamos hacer?”.
Respete la autonomía de su ser querido e involúcrele en las decisiones. A menos que su ser querido esté incapacitado, la decisión final sobre los cuidados depende de él. Puede ayudar ofreciendo sugerencias e ideas de servicios de cuidado a domicilio. Si le preocupa que los cuidados a domicilio no sean suficientes, ¿qué otras opciones hay disponibles? Puede sugerirlo como algo a probar temporalmente en lugar de intentar imponer una solución permanente.
Intente encontrar las verdaderas razones detrás de cualquier resistencia. Un ser querido que se resiste a recibir ayuda podría estar asustado por no ser ya capaz de realizar tareas que antes le resultaban tan fáciles. Puede que sea más cómodo negarlo y minimizar cualquier problema. Tal vez esté afligido por la pérdida de un ser querido, o frustrado por no poder conectar con sus amigos tan fácilmente como antes. O tal vez se sienta incómodo con la idea de tener extraños en su casa.
Consiga la ayuda de otras personas. ¿Conoce su ser querido a otras personas que hayan utilizado servicios de cuidado a domicilio? Hablar con otras personas que han tenido experiencias positivas a veces puede ayudar a eliminar el miedo a lo desconocido. A veces, escuchar la opinión de un tercero imparcial, como un médico o un administrador de cuidados geriátricos, puede ayudar a un ser querido a darse cuenta de que las cosas tienen que cambiar.
Eldercare Locator (Localizador de cuidados para adultos mayores): una base de datos nacional de búsqueda de recursos comunitarios para el cuidado de personas mayores, desde el transporte hasta las comidas y el cuidado a domicilio. También puede llamar al 1-800-677-1116. (Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE. UU.)
Asistencia en el hogar: una guía para entender cómo conseguir cuidados y apoyo para las personas mayores en el Reino Unido. O llame al 0800 055 6112. (Age UK)
Información sobre cuidados para personas mayores: información sobre contactos y servicios, incluidos los servicios de cuidado a domicilio para personas mayores. O llame al 1800 200 422. (Departamento de Servicios Sociales del Gobierno australiano)
Programas y servicios para personas mayores: información sobre servicios para personas mayores, incluidos los servicios de cuidado a domicilio. O llame al 1-800-622-6232. (Gobierno de Canadá)
Encuentre un proveedor de Meals on Wheels cerca de usted: una base de datos que le permite encontrar un programa de Meals on Wheels de su área en EE.UU. (Meals on Wheels Association of America [Asociación de Estados Unidos de comidas sobre ruedas])
Reciba comidas a domicilio (Meals on Wheels): averigüe si reúne los requisitos para recibir comidas a domicilio y acceda a un directorio de proveedores de su área. (Directgov)
Meals on Wheels Australia (Comidas sobre ruedas Australia): encuentre su servicio local de Meals on Wheels. (Meals on Wheels Australia)
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