Imposter Syndrome
What to do when you feel like a fraud at work, school, or in relationships

Todos queremos ser felices. Pero ¿es posible serlo aún más? Estos cinco consejos pueden mostrarle cómo lograr tener más alegría y satisfacción en la vida.
¿Tiene usted, como muchas personas, una lista mental de las cosas que cree que necesita para ser verdaderamente feliz? Hay muchos elementos externos que la sociedad nos enseña a perseguir: el éxito, la riqueza, la fama, el poder, una buena apariencia, el amor romántico. Pero ¿realmente son la clave de la felicidad?
Las investigaciones indican que no, al menos en lo que respecta a la felicidad a largo plazo. Un premio prestigioso, un gran aumento, una nueva relación emocionante, un nuevo auto de lujo, perder peso. Estas cosas pueden hacernos sentir muy bien al principio, pero la emoción no dura mucho. Los seres humanos nos adaptamos rápidamente a las nuevas circunstancias, una cualidad que nos ha ayudado a sobrevivir y prosperar. Pero también significa que las cosas positivas que inicialmente nos hacen más felices pronto se convierten en nuestra nueva normalidad y volvemos a nuestro antiguo punto de referencia de la felicidad.
Sin embargo, los investigadores en el campo de la psicología positiva han descubierto que es posible aumentar de manera genuina su felicidad y satisfacción general en la vida, y eso no requiere de un boleto de lotería ganador ni ningún otro cambio drástico de circunstancias. Lo que hace falta es un cambio interior de perspectiva y actitud. Y eso es en verdad una buena noticia, porque es algo que cualquiera puede hacer.
Existen muchos mitos sobre qué nos hará felices. Por eso, antes de embarcarnos en un recorrido por las estrategias que sí funcionan para aumentar la felicidad, descartemos las cosas que no lo hacen.
El dinero le hará feliz.
Es estresante cuando está preocupado por el dinero. Para ser feliz, es verdad que se necesita tener suficiente dinero para cubrir las necesidades básicas: cosas como alimentos, refugio y ropa. Pero una vez que se tiene suficiente dinero para estar cómodo, conseguir más no va a hacer una gran diferencia en qué tan feliz es. Por ejemplo, los estudios sobre ganadores de la lotería muestran que, tras un periodo relativamente corto, no son más felices que antes de ganar.
Necesita una relación para ser feliz.
Estar en una relación sana, comprensiva y amorosa sí contribuye a la felicidad, pero no es cierto que no pueda ser feliz y sentirse realizado si está soltero. De hecho, las personas solteras que tienen amistades y metas significativas son más felices que las personas en relaciones románticas incompatibles. También es importante señalar que incluso un buen matrimonio o una buena relación romántica no conducen a un aumento permanente e intenso de la felicidad. Esperar que su pareja le ofrezca un “felices para siempre” puede, en realidad, dañar la relación a largo plazo. Usted, no su pareja ni sus familiares, es responsable de su propia felicidad.
La felicidad disminuye con la edad.
Contrario a la creencia popular, las personas tienden a ser más felices con la edad. Estudio tras estudio confirman que las personas mayores experimentan más emociones positivas y menos emociones negativas (y menos intensas) que los jóvenes y los adultos de mediana edad. En general, los adultos mayores también están más satisfechos con su vida, son menos sensibles al estrés y más estables desde el punto de vista emocional. Incluso con las pérdidas que vienen con la edad, es la época más feliz de la vida de muchas personas.
Algunas personas son más felices que otras y no hay nada que pueda hacer para cambiar eso.
La genética sí desempeña un papel en la felicidad. Las investigaciones actuales sugieren que las personas nacen con un cierto “punto de referencia” de felicidad. Sin embargo, eso solo representa aproximadamente la mitad de nuestro nivel de felicidad. Otro 10 % se debe a las circunstancias de la vida. Eso deja un 40 % que está determinado por sus acciones y elecciones. ¡Eso es mucho control!
Nuestro cerebro está programado para notar y recordar las cosas que están mal. Es un mecanismo de supervivencia que ayudó a mantener a salvo a nuestros antepasados que vivían en cuevas en un mundo donde había muchas amenazas físicas. Pero en el mundo de hoy que es más seguro en comparación, esta predisposición biológica a enfocarse en lo negativo contribuye al estrés y la infelicidad.
Si bien no podemos cambiar nuestra naturaleza, sí podemos entrenar a nuestro cerebro para que sea más positivo. Esto no significa poner una cara sonriente y silbar una melodía alegre sin importar lo que esté sucediendo. No tiene que ignorar la realidad ni fingir que las cosas son maravillosas incluso cuando no lo son. Pero, de la misma manera que obsesionarse con las cosas negativas alimenta la infelicidad (y desempeña un papel importante en la depresión y la ansiedad), elegir notar, apreciar y anticipar lo bueno es un poderoso potenciador de la felicidad.
Enseñarse a usted mismo a ser más agradecido puede marcar una gran diferencia en su felicidad en general. Las investigaciones muestran que la gratitud le ayuda a experimentar emociones más positivas, a reducir la depresión, a sentirse mejor con usted mismo, a mejorar sus relaciones y a fortalecer su sistema inmunológico. Un estudio reciente reveló que la gratitud incluso le hace más inteligente sobre cómo gasta su dinero.
[Lea: Gratitud: los beneficios y cómo practicarla]
Hay una serie de ejercicios sencillos que puede practicar para aumentar y cultivar una actitud de gratitud.
Agradezca con sinceridad a los demás. Cuando alguien se esfuerce al máximo o haga algo para facilitarle el día, apresúrese para verbalizar su agradecimiento y aprecio. No solo hará que la persona se sienta bien, sino que también aumentará su propia felicidad. Ver cómo expresar gratitud marca una diferencia positiva en el día de otra persona es una recompensa instantánea. Le hace darse cuenta de que todos estamos conectados y que lo que hace importa.
Lleve un diario de gratitud. Es posible que suene cursi, pero escribir las cosas buenas que le sucedieron durante el día realmente funciona. Las investigaciones muestran que llevar un diario de gratitud es una técnica poderosa que le hace sentir más feliz de forma instantánea, más conectado con los demás y genuinamente agradecido.
Agradezca lo que tiene. Adopte el hábito de reflexionar con regularidad sobre las cosas por las que tiene que estar agradecido. Recuerde todas las personas, experiencias y cosas buenas en su vida, tanto actuales como pasadas. Concéntrese en las bendiciones tanto grandes como pequeñas, desde las personas que le aman hasta el techo sobre su cabeza y la comida en su mesa. Pronto verá que es una lista bastante larga.
Escriba una carta de gratitud. Piense en alguien que haya hecho algo que cambió su vida para mejor y a quien nunca le haya agradecido de manera adecuada. Escriba una carta de agradecimiento bien pensada que exprese lo que hizo esa persona, cómo le afectó y lo que todavía significa para usted. Después, entregue la carta. El experto en psicología positiva Martin Seligman recomienda leer la carta en persona para lograr un enérgico aumento de felicidad.
Encuentre lo positivo en un suceso negativo de su pasado. Incluso las circunstancias más dolorosas pueden enseñarnos lecciones positivas. Vuelva a evaluar un suceso negativo de su pasado considerando lo que aprendió o cómo se volvió más fuerte, más sabio o más compasivo. Cuando pueda encontrarle sentido incluso a las cosas malas que haya experimentado, será más feliz y estará más agradecido.
Las relaciones son una de las mayores fuentes de felicidad en nuestra vida. Los estudios que observan a personas felices lo confirman. Cuanto más feliz es una persona, más probabilidades tiene de contar con un círculo amplio de apoyo familiar y de amigos, un matrimonio satisfactorio y una vida social próspera.
Es por eso que cuidar de sus relaciones es una de las mejores inversiones emocionales que puede hacer. Si se esfuerza por cultivar y desarrollar sus conexiones con los demás, pronto cosechará los frutos de emociones más positivas. Y, a medida que se vuelva más feliz, atraerá a más personas y relaciones de mayor calidad, lo que le llevará a una positividad y alegría más grandes. Es el inagotable regalo de la felicidad.
[Lea: Consejos para formar relaciones saludables]
Haga un esfuerzo consciente para mantenerse conectado. En nuestra ajetreada sociedad, es fácil dejarse atrapar por las responsabilidades y descuidar las relaciones. Pero perder el contacto con los amigos es uno de los arrepentimientos más comunes al final de la vida. No permita que le pase a usted. Haga un esfuerzo por mantenerse en contacto con las personas que hacen que su vida sea más brillante. Tómese el tiempo para llamar, escribir o encontrarse en persona. Será más feliz por ello.
Invierta en tiempo de calidad con las personas que le importan. No solo importa el tiempo que pasa con sus amigos y familiares, sino también cómo lo pasa. Estar juntos sin pensar frente a la televisión no hará que se acerquen más. Las personas que están en una relación feliz hablan mucho. Comparten lo que está pasando en su vida y cómo se sienten. Siga su ejemplo y haga tiempo para hablar y disfrutar de la compañía del otro.
Ofrezca cumplidos sinceros. Piense en las cosas que admira y aprecia de la otra persona y luego dígaselas. Esto no solo hará que la otra persona sea más feliz, sino que la alentará a ser un amigo o compañero aún mejor. Como práctica de gratitud, también le hará valorar más la relación y sentirse más feliz.
Busque gente feliz. Las investigaciones muestran que la felicidad es contagiosa. Puede, en sentido literal, contagiarse de buen humor (también puede contagiarse de mal humor, pero afortunadamente la tristeza se transmite menos que la felicidad). Por lo tanto, haga un esfuerzo por buscar gente feliz y pasar tiempo con ella. Antes de que se dé cuenta, usted también estará sintiendo la felicidad.
Alégrese de la buena suerte de los demás. Una de las cosas que verdaderamente distingue a las relaciones sanas y satisfactorias del resto es cómo las parejas responden entre sí a la buena suerte y el éxito del otro. ¿Usted muestra un entusiasmo e interés genuinos cuando su amigo o familiar experimenta algo bueno? ¿O ignora, critica o minimiza el logro, siente envidia o se siente amenazado? ¿O dice rápidamente: «Qué bien», y luego sigue adelante? Si quiere tener relaciones más cercanas, preste atención cuando la otra persona esté emocionada. Haga preguntas, reviva la experiencia con la otra persona y exprésele su entusiasmo. Recuerde, la felicidad es contagiosa; así que, a medida que comparta la experiencia, la alegría que surge de esa persona llegará a usted.
Piense en un momento en el que se sintió deprimido o ansioso. Es probable que estuviera pensando en algo negativo del pasado o preocupado por algo del futuro. En cambio, cuando se enfoca en el momento presente, es mucho más probable que se sienta centrado, feliz y en paz. También es mucho más probable que note las cosas buenas que están sucediendo, en lugar de dejarlas pasar sin que las aprecie u observe. Entonces, ¿cómo puede empezar a vivir más en el momento y disfrutar las cosas buenas que la vida tiene para ofrecer?
La meditación de conciencia plena es una técnica poderosa para aprender a vivir el momento y disfrutarlo. Y no hace falta ser religioso ni espiritual para aprovechar sus beneficios. No hace falta tocar flautas, cantar ni usar pantalones de yoga.
Dicho de manera sencilla, la meditación es un ejercicio para el cerebro. Cuando se practica con regularidad, la meditación parece disminuir la actividad en las áreas del cerebro asociadas con los pensamientos negativos, la ansiedad y la depresión. Al mismo tiempo, aumenta la actividad en las áreas asociadas con la alegría, la satisfacción y la paz. También fortalece las áreas del cerebro encargadas de controlar las emociones y la atención.
Es más, ser consciente le hace estar más comprometido con el aquí y el ahora, y ser más consciente y saber apreciar las cosas buenas.
Estos son algunos ejercicios de consciencia plena que pueden ayudarle a comenzar:
Escaneo corporal: el escaneo corporal cultiva la consciencia plena al centrar su atención en varias partes de su cuerpo. Como la relajación muscular progresiva, comienza en los pies y va subiendo a lo largo del resto del cuerpo. Sin embargo, en lugar de tensar y relajar los músculos, simplemente se enfoca en cómo se siente cada parte del cuerpo, sin ponerle a las sensaciones etiquetas como “buenas” o “malas”.
Meditación al caminar: no es necesario estar sentado o quieto para meditar. En la meditación al caminar, la conciencia plena implica concentrarse en el carácter físico de cada paso: la sensación de los pies tocando el suelo, el ritmo de su respiración mientras se mueve y la sensación del viento en su cara.
Comer con conciencia plena: si come cuando está estresado o engulle la comida con prisa, intente comer con conciencia plena. Siéntese a la mesa y concentre toda su atención en la comida (sin televisión, periódicos ni prisa). Coma lentamente, tomándose el tiempo para disfrutar por completo y concentrarse en cada bocado.
Si adopta una práctica de meditación de conciencia plena, comenzará, de manera automática, a notar y a disfrutar más de los placeres de la vida. Pero hay otras cosas que puede hacer para aumentar su conciencia y alegría.
Adopte rituales diarios que sean agradables. Genere momentos de gozo en su día con rituales placenteros. Pueden ser cosas muy sencillas, como tomarse una taza de café por la mañana, dar un paseo corto bajo el sol durante la hora del almuerzo o jugar con su perro cuando llegue a casa. No importa lo que haga, siempre y cuando lo disfrute y aprecie.
Si suele hacer varias tareas al mismo tiempo, hágalo lo menos posible. Disfrutar requiere de toda su atención, lo cual es imposible cuando intenta hacer varias cosas a la vez. Por ejemplo, si está comiendo una comida deliciosa mientras navega de forma distraída por Internet, no obtendrá tanto placer de la comida. Concéntrese en una cosa a la vez para maximizar realmente su disfrute.
Tómese el tiempo para disfrutar de las pequeñas cosas. Podría sonar trillado, pero es un buen consejo. Apreciará más las cosas buenas si deja de hacer lo que esté haciendo por un momento para apreciarlas y disfrutarlas. Aumentará su placer, incluso si solo tiene unos segundos libres. Y si puede compartir el momento con otras personas, es aún mejor. El placer compartido es poderoso.
Reviva los recuerdos felices. No tiene por qué limitarse a disfrutar las cosas que están sucediendo en este momento. Pensar en recuerdos y experiencias felices del pasado genera emociones más positivas en el presente.
Hay algo verdaderamente gratificante en ayudar a los demás y sentir que sus acciones están marcando una diferencia para mejorar el mundo. Es por eso que las personas que ayudan a los necesitados y contribuyen a los demás y a sus comunidades tienden a ser más felices. Además, también suelen tener una autoestima y un bienestar psicológico general más altos.
Estas son algunas formas de vivir una vida más altruista y significativa:
Haga un voluntariado. La felicidad es solo uno de los muchos beneficios del voluntariado. Aprovechará al máximo la experiencia si se ofrece como voluntario en una organización en la que crea y que le permita contribuir de forma significativa.
Practique la amabilidad. Busque maneras de ser más amable, compasivo y generoso en su vida diaria. Puede ser algo tan pequeño como alegrarle el día a un extraño con una sonrisa o hacer un esfuerzo adicional para hacer un favor a un amigo.
Aproveche sus fortalezas. Las personas más felices saben cuáles son sus fortalezas únicas y construyen su vida en torno a actividades que les permitan utilizarlas para el bien común. Hay muchos tipos diferentes de fortalezas, incluida la amabilidad, la curiosidad, la honestidad, la creatividad, el amor por el aprendizaje, la perseverancia, la lealtad, el optimismo y el humor.
Déjese llevar. Las investigaciones muestran que la fluidez, un estado de inmersión y compromiso totales en una actividad, está estrechamente asociada con la felicidad. La fluidez sucede cuando participa de forma activa en algo que es intrínsecamente gratificante y desafiante, pero que, aun así, es alcanzable. Cualquier cosa que le cautive por completo y capte toda su atención puede ser una actividad de fluidez.
Puede ser feliz incluso cuando padece alguna enfermedad o tiene mala salud, pero eso no significa que deba ignorar los aspectos de su salud que sí están bajo su control. El ejercicio y el sueño son particularmente importantes en lo que respecta a la felicidad.
El ejercicio no solo es bueno para el cuerpo. También tiene un poderoso efecto en el bienestar mental. Las personas que hacen ejercicio de forma regular son más felices en general. Además, también están menos estresadas, enojadas, ansiosas y deprimidas.
[Lea: Los mejores ejercicios para mejorar su salud y perder peso]
En realidad, no importa qué tipo de ejercicio haga, siempre y cuando lo haga con regularidad. Para obtener mejores resultados, intente hacer una hora de ejercicio al menos cinco días a la semana. Si encuentra algo que disfrute, tendrá más probabilidades de apegarse a esa actividad. Así que no piense que sus únicas opciones son ir al gimnasio o salir a trotar. Encuentre algo que sea adecuado para su estilo de vida y preferencias. Puede ser tomar una clase de baile, jugar básquetbol, caminar en la naturaleza, unirse a una liga deportiva comunitaria, jugar tenis, correr con su perro, nadar en la piscina, hacer senderismo, andar en bicicleta o hacer yoga en el parque. Si tiene problemas para pensar en actividades que disfrute, piense en cuando era niño. ¿Qué deportes o juegos le gustaba practicar?
Conseguir un sueño de calidad todas las noches afecta de manera directa a su felicidad, vitalidad y estabilidad emocional durante el día. Cuando no duerme lo suficiente, es mucho más susceptible al estrés. Es más difícil ser productivo, pensar de forma creativa y tomar decisiones inteligentes. ¿Cuánto sueño necesita? Según los científicos del sueño, la persona promedio necesita por lo menos entre 7.5 y 9 horas cada noche.
Última actualización o revisión el agosto 21, 2025Millones de lectores confían en HelpGuide.org para obtener recursos gratuitos basados en evidencia para comprender y afrontar los desafíos de la salud mental. Haga su donación hoy para ayudarnos a salvar, apoyar y cambiar vidas.
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